Número 10 (abril de 2012)

Sistemas de información globales 'de ciencia ficción'

Josep Cobarsí-Morales

La comprensión y la gobernanza de un mundo profundamente interconectado plantean retos inéditos. Uno de los principales desafíos cientificotécnicos del futuro cercano es la creación de una nueva generación de sistemas de información globales, radicalmente innovadores, para hacer frente a estos retos.

Arthur C. Clarke es conocido sobre todo como autor de la novela 2001: A Space Odissey. Se le atribuye la máxima “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Predicó con hechos. Él mismo participó en algunas facetas del desarrollo del sistema de defensa aérea británica utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, basado en los primeros prototipos de radar. Y fue el primero en proponer la utilización de satélites de órbita geoestacionaria para telecomunicaciones. Ambas tecnologías son hoy de uso rutinario, pero en su momento su introducción resultó disruptiva. Y fueron concebidas llevando la imaginación al límite, en las fronteras del conocimiento.


Una de las fronteras científicas a día de hoy, que seguramente apasionarían a Clarke, es la investigación sobre la estructura y la dinámica de nuestros sistemas sociotécnicos. Su elevado grado de interconexión, en redes de alcance global, ofrece grandes progresos reales y potenciales. Pero también estamos expuestos a los riesgos de una mala gestión de estos sistemas, los cuales no pueden ser conocidos mediante el mero sentido común o con los conocimientos de la ciencia clásica. La interconexión de múltiples componentes en una red de grandes dimensiones es algo más que la simple suma de estos elementos individualmente considerados. Es decir, el sistema global tiene propiedades cualitativamente diferentes que sus componentes individuales. Así, por ejemplo, una pequeña perturbación puede originar en ellos una tormenta de efectos aparentemente desproporcionados, incluso pueden ser vulnerables a dinámicas autodestructivas difíciles de prever. Estos tipos de sistemas se denominan sistemas complejos. El tránsito de una gran ciudad o los mercados financieros globales son ejemplos de este tipo de sistemas. ¿Podríamos averiguar su funcionamiento, como base para la construcción de un mundo más humano y más sostenible?


 A grandes rasgos, este es el reto que se plantea el megaproyecto FuturICT, con la participación de decenas de instituciones académicas,  científicas y empresariales de todo el mundo, la mayoría de ellas europeas (incluida la Universitat Oberta de Catalunya). En la propuesta inicial del proyecto se divisa una plataforma con tres componentes principales.


El primero es el Sistema Nervioso Planetario, considerando como tal una red global de sensores, entendidos como fuentes de datos de los sistemas socioeconómicos, ambientales y tecnológicos de todo el mundo. Sobre esta ingente cantidad y diversidad de datos podrían aplicarse para su análisis técnicas avanzadas de minería de datos. A diferencia de la actual minería de datos, que permite sólo un análisis retrospectivo, este permitiría el análisis en tiempo real de los datos conforme vayan llegando. Entre otros beneficios, facilitaría disponer de indicadores más ricos y precisos sobre la realidad socioeconómica y ambiental. Por otro lado, el sistema garantizaría la protección de datos individuales e incentivaría las aportaciones voluntarias de datos. Constituiría un poderoso instrumento para la toma de conciencia individual y colectiva sobre las acciones y decisiones humanas y sobre la repercusión de estas en el estado del mundo.


El segundo es el Simulador Planetario, que  permitiría la exploración de escenarios de futuro a partir de datos precedentes de multitudes de fuentes y de modelos de simulación. Sería una especie de gran biblioteca de datos y de modelos para hacer proyecciones, con un funcionamiento abierto y descentralizado.


El tercero es la Plataforma de Participación Global, que facilitaría a personas, empresas y organizaciones compartir datos y simulaciones, como base para debatir las implicaciones potenciales de los proyectos y las decisiones colectivas. Utilizaría herramientas avanzadas para la distribución de datos, para la visualización y para la conducción de debates. Fomentaría una toma de decisiones más informada y una gobernabilidad global más democrática y participativa.


El logro de un proyecto como este implica la combinación de conocimientos procedentes de ámbitos como las ciencias experimentales y la ingeniería, con otros provenientes de las ciencias sociales, en un esfuerzo conjunto de unas dimensiones nunca vistas hasta la actualidad. Un ejemplo de primeros pasos de trabajo en esta línea, es la visualización de la interacción a las redes sociales acaecida en los inicios del movimiento del 15-M.


Pero FuturICT no es el único proyecto de Big Science con connotaciones de ciencia ficción. De hecho, esta es sólo una de las seis grandes iniciativas científicas futuristas de la Unión Europea a 10 años vista (Future and Emerging Technologies Flagship Initiatives).

 

Cita recomendada

COBARSÍ-MORALES, Josep. Sistemas de información globales 'de ciencia ficción'. COMeIN [en línea], abril 2012, núm. 10. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n10.1227

documentación;  gestión de la información;  medios sociales; 
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