articlesNúmero 108 (marzo de 2021)

La radio nocturna: luz en la oscuridad

Lola Costa Gálvez

Las emisiones nocturnas son un lugar privilegiado para dar rienda suelta a contenidos y personajes que a menudo quedan al margen de las emisiones diurnas. Voces cálidas nos acompañan en insomnios, trabajos y quehaceres varios durante unas horas en las que (casi) todo el mundo duerme. Además, ahora están disponibles 24/7 gracias al podcast.

Desde su nacimiento, la radio ha acompañado a los oyentes. En sus inicios, entre los años 1920 y 1930, la radio nocturna se reducía a algunas emisiones durante la Navidad o el Año Nuevo. A finales de 1940 aparecen los primeros programas en EE.UU. con Lonesome Gal, programa en el que una presentadora anónima susurraba palabras bonitas a sus oyentes. En Europa, en la década de los cincuenta se inician las transmisiones de los primeros programas para acompañar a los trabajadores nocturnos, Notturno dall’Italia en la RAI (Italia) y Route de nuit en Paris Inter (Francia) (Beccarelli, 2020).

 

En España tenemos algunas incursiones a finales de los años sesenta como Madrugada, el magazín de Radio Madrid conducido por Joaquín Prat. Sin embargo, el punto de inflexión se marca en 1979, cuando se eliminó el cierre nocturno de 2 a 6 horas y las emisoras pasaron a emitir ininterrumpidamente las veinticuatro horas (Zumeta, 2019). Uno de los primeros programas en ser estrenado y tener éxito en la franja nocturna de la radio española fue El loco de la colina. Con su «Buenas noches, aquí, Sevilla…», el loco Jesús Quintero saludaba cada noche desde los micrófonos, primero de RNE y luego de la SER, a una audiencia que llegó a equipararse al deportivo Estudio estadio de José María García. Por el programa desfilaron infinidad de personajes que hacían las delicias de los entusiastas oyentes.

 

La participación del oyente es uno de los pilares de la radio, en especial de la nocturna. Tras programas como Encarna de noche en la COPE, el talk-show Hablar por hablar en la SER es exponente de ello. Desde 1989 y hasta 2018 numerosos oyentes llamaron al programa para contar sus experiencias. En la actualidad El Faro ha tomado el relevo, en competencia con No son horas (Onda Cero) y Gente despierta (RNE) o la noche de Radio 3 con Todos somos sospechosos.

 

En los últimos años el humor se ha abierto paso. Bajo el epígrafe «Humor en la SER», programas como La vida moderna o Las noches de Ortega se han abierto paso en horarios intempestivos, entre la 1 y las 4 de la madrugada, con buenas audiencias dentro y fuera de la radio, especialmente a través de YouTube. En este sentido, cabe mencionar programas de nicho que han sido arrinconados en la madrugada, especialmente en las emisoras generalistas, y que conllevan un consumo asíncrono en su mayoría.

 

La radio nocturna, como su compañera diurna, se reinventa. Sea en combinación con el podcast o exclusivamente en directo, la radio nocturna tiene un consumo estable que esperamos que dure muchos años.

 

Para saber más

Beccarelli, Marine (2020). «La radio nocturna, una ventana a la intimidad». Gran angular. https://es.unesco.org/courier/2020-1/radio-nocturna-ventana-intimidad

Zumeta, Gorka (2019). «“La radio de Noche”, reflexiones a vuela pluma de Jesús Melgar», 28 noviembre. https://www.gorkazumeta.com/2019/11/la-radio-de-noche-reflexiones-vuela.html

 

Cita recomendada

COSTA GÁLVEZ, Lola. La radio nocturna: luz en la oscuridad. COMeIN [en línea], marzo 2021, no. 108. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n108.2118

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