Los ásperos debates alrededor de Internet y los derechos de autor, a menudo carentes de matices, dejan en segundo plano diversas prácticas creativas de gran interés e impacto social, como es el caso de la actividad de los denominados subtituladores amateurs de series de televisión. Coincidiendo con la despedida de la popular serie House, una de los principales exponentes de la nueva edad de oro de las series norteamericanas, quiero dedicar este artículo a dicho fenómeno.
Identificado inicialmente sobre todo alrededor de jóvenes fans del anime, el concepto de fansubs hace referencia a la proliferación, a partir de los años noventa, de comunidades de subtituladores amateurs encargados de la difícil tarea de adaptar en fondo y forma los diálogos en japonés de obras de culto, en su mayor parte inéditas en Occidente, a menudo a través de estrategias de revisión que convierten a los denominados fansubs en auténticas comunidades de aprendizaje e intercambio de conocimiento (Martínez García, 2010). La tremenda popularidad de diversas series de televisión norteamericanas que configuran lo que se ha venido a denominar la nueva edad de oro de la ficción televisiva, ha fomentado la proliferación de los subtítulos amateurs que, en la era de los redes sociales, facilitan el acceso a los últimos capítulos de las series más populares, mitigando la espera de los seguidores de las mismas a causa del proceso de doblaje o de las políticas de compra y programación televisivas.
No podemos olvidar que Internet sitúa en tiempo real (en relación con la emisión original) los comentarios sobre acontecimientos y expectaciones de los productos culturales, con lo que para los fans, la espera llega a resultar insoportable. De esta manera, la posibilidad de seguir una serie casi en paralelo a su emisión original es una tentación difícil de resistir y que sustenta el trabajo de los subtituladores amateurs. De hecho, este fenómeno ha tenido una influencia notable en las formas de difusión oficial de dichas series, acortando los desfases de emisión de series de gran audiencia (caso de Lost, Flashforward o la propia House), aunque ello implica también una mayor presión sobre los equipos de doblaje y, por tanto, una potencial disminución de calidad en el mismo.
Curiosamente, no son pocos los seguidores de una series que siguen manteniéndose fieles a las versiones subtituladas a pesar de los esfuerzos de las cadenas que emiten la serie en el territorio español, no tanto por una cuestión de urgencia sino por la habituación a las voces originales, lo que hace difícil volver a las versiones dobladas. Además, esta experiencia puede llegar a ser más personalizada para el espectador, como es el caso de la subtitulación en catalán de buena parte de la serie Lost a cargo del equipo de Lost/Perduts (para el público catalanoparlante), o el caso al que me referiré más adelante (el de Yulifero).
“[No sabéis] lo que es levantarse a las 10 y tener los subtítulos del capítulo de Juego de Tronos emitido hace 10 horas perfectamente traducidos por 20 o 30 fans incondicionales de los libros que no patinan [ni] en una sola traducción. Deseandito estoy de ver los subtítulos profesionales que le ponen al DVD cuando lo saquen en España allá por el 2013; si son la mitad de buenos que los amateur, ya se pueden dar con un canto en los dientes”. Esta cita de un seguidor ejemplifica perfectamente el aprecio de los fans a la actividad de estos subtituladores, que en pocas horas ofrecen el resultado de su trabajo a través de las redes de intercambio de archivos. Hay quien discute la calidad de dichas adaptaciones en relación a la actividad de los trabajos profesionales integrados en las emisiones televisivas y futuras ediciones en formato doméstico, pero lo cierto es que estas versiones son en general muy bien consideradas; en ocasiones, de hecho, tienen personalidad propia.
Este es el caso del trabajo del blogger Yulifero, que cuenta a House entre sus principales obsesiones, junto con la difusión de auténticas perlas de cine trash. Yulifero no es un subtitulador amateur cualquiera, ya que una de sus destacadas características es la habilidad para combinar la fidelidad a los diálogos originales con la adaptación de referencias culturales norteamericanas con toques de humor bilbaíno. Así, Greg se transforma en Goyo; se reservan mesas para cenar en el Zortziko (popular restaurante de Bilbao), y se diseminan puntuales referencias a la gastronomía vasca, la crisis económica o la liga de fútbol. Sin olvidar también la aparición periódica de expresiones como maciza, cebollino o en especial cenutrio, que configuran las señas de identidad que dan un atractivo añadido a un House subtitulado impensable en una edición oficial.
En coherencia con la actividad de los fansubbers, Yulifero ofrece en su blog jugosos comentarios no sólo a su aproximación a la serie y sus personajes, sino también a su trabajo como subtitulador, condicionado por la necesidad de proporcionar una versión lo más rápida posible (lo que implica para los subtituladores amateurs madrugones para grabar la serie durante su emisión en las cadenas norteamericanas y trabajar a contrarreloj para obtener los subtítulos lo antes posible), a la vez que reivindicando el valor de su trabajo, que a menudo es readaptada por otros sin reconocimiento (lo que no deja de ser una interesante contradicción en una actividad que otros considerarán una violación de derechos de autor). En una de estas entradas, Yulifero da muestras de su impagable sentido del humor, a la vez que justifica su misión como traductor: “En muchas ocasiones la serie House baja a lenguaje muy coloquial, y yo lo adapto o (¿por qué no?) lo rebajo a español (de España) coloquial, para mi un cool es guay o chachi piruli y así lo traduzco (aviso: en cuanto pueda voy a enjaretar ‘qué barbie superstar’ y un ‘hasta la siega del tocino’)”.
En el momento de escribir estas líneas, no sabemos todavía quien habrá ganado la Copa, pero no hay duda de que esta semana en la que se despide la considerada serie más popular de todos los tiempos, será muy especial para los fans de House y en particular para aquellos especialmente dedicados, como Yulifero. Asazmente.
Para saber más:
Martínez Garcia, Eva María (2010). “Los fansubs: el caso de traducciones (no tan) amateur”, en Tonos, Revista Electrónica de Estudios Filológicos (núm 20). Universitat de Múrcia.
“¿Cómo se subtitula una película en España?” Cinemanía, notícia del 31/7/2011.
Cita recomendada
ROIG, Antoni. "¡Difundan el cenutrio!": 'House' y los subtítulos amateurs. COMeIN [en línea], mayo 2012, núm. 11. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n11.1237