En el 2011 Daniel Kahneman publicó su libro Pensar rápido, pensar despacio, donde recoge de manera amena y brillante sus principales trabajos de investigación, desarrollados durante décadas en colaboración con otros investigadores, relacionados con el juicio humano y la toma de decisiones. Estos trabajos le permitieron obtener el Premio Nobel de Economía en 2002.
Pensar rápido, pensar despacio aborda el complejo y multidimensional proceso de la toma de decisiones por parte de los humanos. Tradicionalmente, este proceso había sido estudiado desde la Economía y sus modelos neoclásicos bajo el concepto de racionalidad (homo economicus), donde los individuos de una manera racional maximizaban su utilidad combinando sus diferentes opciones y preferencias. Kahneman, de forma experimental, reta estas ideas sosteniendo que la toma de decisiones de los individuos no tan solo se rige por los aspectos cognitivos o racionales sino que estos se combinan con aspectos emocionales, impulsos e intenciones, y están modelados por la forma en la que opera nuestro cerebro.
Kahneman distingue entre el Sistema 1 y el Sistema 2. El primero funciona de una manera automática, sin esfuerzo y rápido, manteniéndose activo de manera continua. Este sistema es intuitivo, instantáneo y utiliza atajos para su funcionamiento, mientras que el Sistema 2 requiero esfuerzo, prestar atención, activar nuestras capacidades mentales de manera pausada. En este sentido, es un sistema racional, deliberativo, que utiliza reglas para evaluar la situación. Ambos sistemas entran en funcionamiento de manera diferente.
El Sistema 1 juega un papel esencial en la toma de decisiones donde la velocidad es crítica, evitando que los individuos se colapsen ante la toma de decisiones. Este sistema también se activa cuando el Sistema 2 no se encuentra operativo ya que no ha conseguido mantener la atención o no está alerta. El Sistema 2 entra en funcionamiento cuanto el Sistema 1 no es capaz de procesar todos los estímulos/datos recibidos y para corregir o matizar al Sistema 1 cuando el esfuerzo para tomar una decisión le alerta de que puede haber un error.
Resumiendo aun más ambos sistemas, se puede decir que el Sistema 1 está relacionado con las emociones y las sensaciones; por lo tanto, es rápido, no requiere esfuerzos y se activa de manera inconsciente. En cambio, el Sistema 2 está basado en la información, requiere esfuerzo y atención, por lo que se activa de manera consciente.
Piensa en la última decisión que hayas tomado.
Cita recomendada
LUPIÁÑEZ-VILLANUEVA, Francisco. Pensar rápido, pensar despacio. COMeIN [en línea], junio 2014, núm. 34. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n34.1438
Profesor de Información y Comunicación de la UOC
@flupianez
Blog: www.ictconsequences.net