En 1973 se estrenaba mundialmente Westworld (presentada en España con el extraño título de Almas de metal), una película de ciencia ficción sobre un parque temático diseñado para visitantes de alto poder adquisitivo y poblado por robots de apariencia prácticamente indistinguible de un ser humano, programados para satisfacer las fantasías y los deseos de los 'invitados'. Más de cuarenta años después, en un panorama audiovisual totalmente diferente, vuelve Westworld, ahora en forma de serie estrella de HBO, llamada, dicen algunos, a ser la sucesora de Juego de Tronos (y otros que de Lost) y que será probablemente la punta de lanza de la entrada en España de la nueva plataforma de vídeo bajo demanda HBO Go.