Este verano, los interesados en la nueva nostalgia hemos recibido un regalo por parte de Netflix, concretamente Stranger Things, una serie que remite continuamente, en fondo y forma, al imaginario de los Estados Unidos de principios de los años ochenta. Una época marcada por el cine popular de Amblin Entertainment, la mítica productora impulsada por Steven Spielberg, Kathleen Kennedy (hoy presidenta de LucasFilm) y Frank Marshall en 1981. Y mientras tanto, Netflix perfila su ambiciosa estrategia de estrenos simultáneos de cine que darán mucho que hablar en el futuro inmediato.