En el contexto de la denominada campaña política permanente, las relaciones públicas se han convertido en una disciplina esencial al servicio de gobernantes y candidatos ávidos de conectar con la opinión pública para transmitirles sus dotes políticas y de liderazgo y ganarse, así, su confianza.
El titular de la rueda de prensa del presidente Mas tras su encuentro, en Moncloa, con el presidente Rajoy. La imagen y la voz rota de Esperanza Aguirre al comunicar su decisión de dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid. La intervención de Michelle Obama en la reciente convención nacional demócrata, a las puertas de las próximas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos. El debate entre los dos candidatos a la presidencia francesa François Hollande y Nicolas Sarkozy retransmitido por las televisiones de medio mundo.
Estos pequeños fragmentos de la realidad política se convierten en completos casos de estudio desde el punto de vista de las relaciones públicas, una disciplina cuyo origen coincide, en gran medida, con el de la figura de los asesores de los líderes políticos, también conocidos como spin doctors.
Hace un año, en mi primera colaboración en COMeIN, la exposición Publicidad en Cataluña 1857-1957 Roldós y los pioneros fue el pretexto perfecto para retroceder a la esencia de la profesión publicitaria. Un año después, una incipiente línea de investigación iniciada en colaboración con el profesor Toni Aira nos sumerge, en este caso, en la esencia de la otra gran disciplina de la comunicación persuasiva: las relaciones públicas.
¿Por qué en contadas ocasiones se vincula el término relaciones públicas al análisis de la actividad política a pesar de que ésta jugó un papel destacado en el impulso y la profesionalización de la actividad y, todavía hoy, la política utiliza la práctica totalidad de las técnicas de relaciones públicas?
Fruto de esta pregunta, en el marco del Congreso BCN Meeting: Social e-Xperiences, en el primer trabajo de la línea de investigación antes mencionada, constatamos la escasa presencia del concepto spin doctor en las principales publicaciones académicas del ámbito de la comunicación y las relaciones públicas. Y ello, a pesar de que figuras como Edward B. Bernays, considerado por muchos “el padre de las relaciones públicas modernas” –y, también, el de los spin doctors–, desarrollara buena parte de su actividad profesional al servicio de gobiernos y líderes políticos.
En efecto, en 1918 Bernays fue contratado por el gobierno de Estados Unidos para la primera organización estatal de propaganda e imagen internacional, el US Committee of Public Information. Su objetivo: unir al país e influir sobre la opinión pública durante la Primera Guerra Mundial. El Comité divulgó exitosamente los objetivos e ideales del presidente Woodrow Wilson mediante el uso de múltiples técnicas de relaciones públicas y fue conocido, también, como Comité Creel, por el nombre de su director general, el periodista George Creel, con el que Bernays acabaría de sentar las bases de las relaciones públicas.
Con un perfil que combinó una brillante actividad profesional, de investigación y académica, Bernays introdujo las relaciones públicas en la universidad, publicó el primer libro sobre la disciplina –bajo el título de Cristalizando la opinión pública– y originó y popularizó la figura del consultor en relaciones públicas. Casi un siglo después, los spin doctors siguen dedicándose a optimizar la relación del líder o representante político (y su partido o institución) con los públicos con los que se relaciona.
Para conseguirlo, los spin doctors recurren a estrategias y técnicas de relaciones públicas: la formación previa de los líderes en habilidades de comunicación, simulacros de situaciones de crisis, diseño y ejecución de acontecimientos, protocolo y el resto de técnicas dirigidas a los medios de comunicación, todas ellas descritas con especial detalle y concisión en las diferentes obras del profesor Jordi Xifra.
Para percibir el aroma de las relaciones públicas en el día a día de la política, basta acceder, por ejemplo, a los blogs desde los que Antoni Gutiérrez-Rubí –asesor de comunicación y consultor político– analiza, desde el punto de vista de la comunicación, la actualidad política. No hay duda de que detrás de Artur Mas, Esperanza Aguirre, Michelle Obama o François Hollande, y de un sinfín de líderes políticos, se esconden profesionales que, día a día, destilan lo que en su día fue la esencia de las relaciones públicas.
Cita recomendada
VILAJOANA ALEJANDRE, Sandra. La esencia, política, de las relaciones públicas. COMeIN [en línea], agosto-septiembre 2012, núm. 14. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n14.1263
Profesora de Comunicación en la UOC
@svilajoana