¿Dónde está el periodismo de datos en la formación periodística?

El periodismo de datos interesa muchísimo. Una muestra es el éxito de público presente y seguimiento online de lasI Jornadas de Periodismo de Datos, celebradas del 24 al 26 de mayo en Barcelona y Madrid. Además de las charlas y talleres, se organizó un hackathon, una competición de proyectos, al que también se sumaron Sevilla y San Sebastián.

Las oportunidades para aprender no paran de crecer: cursos MOOC, online, masivos y abiertos de la fundación Knight; talleres periódicos de Medialab Prado en Madrid; cursos de verano; formación continua para colegiados e iniciativas institucionales o de fundaciones, entre otras. Y no es una moda efímera.

Los datos en abierto en la red son una fuente de información periodística de visita obligada, sea cual sea el ámbito sobre el que uno informe. Hay que encontrarlos y transformarlos (a menudo están en documentos "pdf"), limpiarlos, unificarlos, procesarlos y hacerse preguntas. Después, también, visualizarlos. Para cada paso existen programas, técnicas y trucos que ayudan en el proceso. Y eso es lo que enseñan estos talleres, entre exclamaciones de alivio de los asistentes.

También se refrescan los conocimientos de matemáticas y estadística básica. No es lo mismo el promedio que la mediana o que el valor más frecuente (moda). Sin embargo, se confunden demasiado a menudo, especialmente si la fuente destaca el que más le favorece.

En la era de los datos en abierto, se investiga con hojas de cálculo, se rastrean documentos publicados en Internet, la visible y la invisible. Es una formación básica para los estudiantes de periodismo. Pero el ritmo de cambio es tan rápido que los planes de estudio no alcanzan a incorporar más que una pequeña parte de lo que se cuece profesionalmente. Aparte de las iniciativas individuales de algunos profesores, es necesario una fórmula estable para absorber las novedades.

Hablamos de periodismo de datos pero hay muchas otras tendencias. Encontrar fuentes en las redes sociales, contrastar rumores virales y fakes, narrar en muchos formatos, crear widgets con la ayuda de herramientas online o hibridar formas multimedia transformadas en experiencias interactivas son el día a día de la profesión. En Estados Unidos, por ejemplo, una tendencia en aumento son las clases de programación para periodistas. La formación continua es constante. ¿Cómo incorporar estos cambios rápidamente en las universidades?

Esto en cuanto a reporterismo, pero también podríamos hablar de creación de empresas periodísticas, que precisa, entre otros aspectos, de conocimientos de fiscalidad y de gestión.

Una solución sería la creación de laboratorios de experimentación. Son espacios estables de encuentro entre estudiantes, docentes y profesionales para trabajar sobre proyectos concretos, en investigaciones periodísticas reales, en las que se incorporan las técnicas y los formatos narrativos del momento.

Los laboratorios son un lugar donde, a partir de un objetivo, se exploran los caminos conjuntamente. Se está al día de las últimas técnicas, formatos y herramientas, y se aplican en la experimentación. No hay clases magistrales, sino método ensayo-error, porque en lo novedoso el único camino posible es probar, probar y probar.

Un laboratorio de experimentación tiene una doble función. Por un lado, es un espacio en el que se acorta la distancia entre la formación reglada y las continuas novedades de una profesión en transformación. Por otro, se adopta la exploración y formación continua como método, que al salir del entorno universitario será la forma de vivir y ejercer el periodismo.

Cita recomendada

DOMÍNGUEZ, Eva. ¿Dónde está el periodismo de datos en la formación periodística?. COMeIN [en línea], mayo 2013, núm. 22. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n22.1339