Cuando buscas guardería, te familiarizas con el sistema de puntos y los criterios de prioridad que elaboran automáticamente un ranking y deciden por ti, ya que muchas veces acabas yendo al centro que has elegido en última opción. Los pasos son los siguientes: visitas durante las jornadas de puertas abiertas, preinscripción y entrega de la solicitud, espera de la resolución y en último lugar la formalización de la matrícula. En este proceso, la decisión está únicamente en manos de los padres y una vez las cinco preferencias están entregadas, entonces interviene el factor suerte.
Cuando ya se acaba la educación infantil, si el centro no permite continuidad en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) se vuelve a repetir el proceso, pero entonces también intervienen los hijos en la toma de decisiones. El circuito vuelve a ser muy similar al anterior, pero cada vez los padres tienen un papel más relevante en el acompañamiento. Y aquí es donde queremos poner el foco hoy, en las orientaciones para escoger estudios, ya sean de bachillerato o universitarios.
Si se decide seguir formándose y cursar bachillerato, nos volvemos a encontrar en un momento clave. Llega la hora de decidir qué modalidad se quiere cursar: artes, ciencias y tecnología, o humanidades y ciencias sociales. Hay otras opciones de bachillerato, pero que no son tan habituales, y se trata de la modalidad nocturna, la doble titulación Bachiller y Baccalauréat o incluso trasladarse al extranjero. Elegir una de las tres modalidades marcará, en gran medida, las posibilidades de formación profesional o carrera universitaria a las que se podrá acceder. Antes, hay que pasar por la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) que se hace durante el mes de junio. En este caso, si antes hablábamos del sistema de puntos, ahora será la nota de corte en el caso de las universidades públicas, que viene determinada por la oferta y la demanda, y no por la dificultad de los estudios.
¿Como podemos orientar y acompañar a nuestros hijo? O, si somos adultos y queremos escoger formación, ¿qué recomendaciones o pautas debemos tener en cuenta?
Una opción es asistir a los salones como los que se celebran durante el mes de marzo:
Salón de la enseñanza [Saló de l’ensenyament] (del 18 al 22 de marzo) y el
Salón Futura (del 20 al 21 de marzo también), especializado en másteres y postgrados. Aquí podremos ver gran parte de la oferta formativa a nivel universitario y en formación profesional. En los salones te informan, puedes coger ideas, pedir orientación y descubrir las nuevas titulaciones para el próximo curso 2015-2016.
Cuando ya disponemos de información, y siempre antes de la toma de decisión, hay que tener en cuenta las opciones de acceso, es decir, si el centro es público o privado; la duración de los estudios; el tipo de título que se obtiene; el coste del curso; las salidas profesionales –es interesante asesorarse de las nuevas oportunidades que ofrece el mercado y qué piden las empresas–; conocer las tareas de la profesión; las condiciones de trabajo; el nivel de formación; el sueldo; las condiciones laborales; la situación actual del mercado laboral; así como las perspectivas de futuro.
En cuanto el centro, se recomienda fijarse en el perfil de ingreso recomendado para cursar los estudios, buscar cuál es la tasa de graduación, abandono de la titulación, remuneración media de los graduados, salidas profesionales para las que te capacita la formación y la inserción laboral –este último dato los colegios profesionales os lo podrán dar. También nos puede ayudar a elegir si permiten prácticas, programas de intercambio en el extranjero, dobles titulaciones, el prestigio y el reconocimiento del profesorado. Un aspecto que marca la diferencia, si nos centramos en la formación universitaria, es el perfil de asignaturas optativas de los grados.
Y, por último, hemos recogido algunos
consejos para elegir estudios, del colega Antoni Badia, profesor de los Estudios de Psicología. Podéis seguir leyendo y, al terminar, ver el
vídeo para no dejaros ningún detalle.
Badia menciona que hay que detectar qué áreas de conocimiento interesan al alumno. "El primer criterio del estudiante debe ser elegir el campo de conocimiento que le gusta más, pero los campos de conocimiento que debe tener como referentes son los estudios futuros que debe cursar, que son más variados y específicos que no las áreas curriculares". Además, hay que saber en qué profesión le gustaría trabajar. En tercer lugar, conviene evaluar las competencias –o dicho de manera más coloquial, puntos fuertes y habilidades del alumno para escoger una formación que permita mejorarlas y ampliarlas. Se recomienda tener en cuenta la disponibilidad del tiempo. En este caso, la UOC permite flexibilidad y que el alumno se gestione y marque el ritmo de estudio. Según la situación laboral y personal, supone un factor clave para poder formarse a lo largo de la vida.
Otro de los criterios donde Badia pone énfasis es en que "ninguna decisión sobre los estudios no es irreversible" ya que, como dice, "el colectivo de personas que están en un proceso continuo de aprendizaje (para aprender idiomas, para ponerse al día laboralmente o para ampliar estudios, entre otros fines) no para de crecer". Y por último, es relevante no tomar la decisión de manera solitaria ni aislada, se puede tener el acompañamiento de la familia, los amigos o el mismo tutor del centro, pero la decisión final es personal y se deben evitar las imposiciones.
Para saber más:
Cita recomendada
OLLÉ, Candela. Tomando decisiones: ahora es el momento. COMeIN [en línea], marzo 2015, núm. 42. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n42.1524