En el contexto actual de pandemia, pero también de crispación política, han circulado numerosos bulos cuyo origen se encuentra en contenido generado desde cuentas que parodian a algún conocido personaje de la esfera pública, habitualmente desde Twitter. En algunos casos se ha llegado a suspender algunas cuentas acusadas de jugar a la confusión con una persona real. Esta desconfianza informativa suele pasar por alto la diversidad de tipologías, contextos y roles que juegan los personajes paródicos en redes sociales. En este artículo propongo hacer una aproximación inicial a este fenómeno, más complejo de lo que parece a primera vista.