Número 12 (junio de 2012)

#sinvergüenza

Dani Aranda

Los medios tradicionales de comunicación no hacen más que enseñar sus vergüenzas en público. La comunicación tradicional ya no sabe ni puede entretener informando sin caer en la contradicción o en la indignación de parte de la población. Con el objetivo de perpetuar un modelo de negocio caduco, la prensa, la radio y la televisión juegan a las medias verdades, censurando discursos incómodos y organizando eventos imposibles.

Mientras las empresas de comunicación públicas o privadas son incapaces de enfrentarse a la línea editorial de su cuenta de resultados, colectivos, asociaciones o ciudadanos a título individual utilizan el boca a boca digital para difundir datos, estrategias, discursos y herramientas que permiten a la sociedad hacerse con una fotografía de la realidad compleja, contradictoria y por supuesto más rica. 


Por poner algún ejemplo, la radiotelevisión pública catalana y El Periódico de Catalunya organizaron el pasado 22 de mayo la 12ª edición del Català de l’Any. El discurso de la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), galardonada con el premio a la mejor iniciativa solidaria, fue censurado incomprensiblemente por TV3 mientras presentaban la distinción como “un reconocimiento a aquellas personas y entidades que trabajan de manera desinteresada para mejorar nuestra sociedad”.
 

Portavoz de la PAH durante el discurso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La portavoz de la PAH durante su discurso: “Pensamos que no estamos delante de una crisis que nos ha caído del cielo sino que nos encontramos delante de una estafa organizada que ha sido planificada por parte de entidades financieras y responsables políticos que han sentado las bases para estafar a gran parte de la población y dejarla en la más absoluta miseria…”.


Mientras parte de la realidad pasa por #karcelona, #MaratóJustícia, #stopdeshaucios, #aturemeurovegas  o #15MpaRato, la televisión pública catalana organiza festivales paliativos como la #maratopobresa (#sobrencadires) patrocinados por “la Caixa” ( #occupymordor, #caixarolada), Abertis (#novullpagar) o Movistar (#vomistar).


Parece ser que los mecanismos, herramientas o instituciones sociales diseñadas para hacernos más libres son incapaces de cumplir con su objetivo. Son hasta capaces de incumplir con su función social con tal de obtener recursos económicos o favores políticos de empresas y particulares.


Suerte que la realidad es tozuda y la sociedad más lista, libre y organizada que unas empresas de comunicación que se miran al ombligo mientras nos demuestran su inutilidad para explicarnos un contexto económico, político y social contradictorio, confuso e injusto ( #nosaltres).
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cita recomendada

ARANDA, Dani. #sinvergüenza. COMeIN [en línea], junio 2012, núm. 12. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n12.1242

medios sociales;  periodismo;  televisión; 
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