Esta es la segunda entrega de la entrevista mantenida con Jaume Ripoll, director de filmin, sobre el sector del Video on Demand (VoD) en España. En ella abordamos cuestiones clave relacionadas con los nuevos modelos de negocio de la distribución bajo demanda así como sobre el papel determinante que tiene la protección de los derechos de autor en internet. El curso 2012-13, filmin se convertirá en partner de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) para poner en marcha el primer posgrado que se ofrece en España sobre distribución audiovisual y nuevos modelos de negocio, que contará con la participación de los principales portales de VoD activos en nuestro país.
JUDITH CLARES: ¿Qué modelo de negocio está siguiendo filmin?
JAUME RIPOLL: El negocio de filmin es la subscripción y el alquiler transaccional. No ofrecemos películas gratuitas mediante la publicidad. Personalmente no soy amigo de las películas gratuitas. En televisión ya tienes 25 ó 30 canales que te ofrecen películas gratuitas. Y en Internet, con una tarifa plana tienes acceso por 10 euros a todas las películas que quieras. Aun así, en filmin estamos colaborando con ORBYT, la plataforma tecnológica de El Mundo y ofrecemos siete películas gratuitas a la semana a través de la misma. Y funciona bien. A nivel personal, sin embargo, no creo que este sea el camino a explorar aunque los gurús de Internet, hablan del modelo freemium. Una mezcla de free, gratuito, y premium, subscripción. Lo combinas, tienes un Spotify y te haces millonario.
J.C.: ¿Cuál de estos modelos está teniendo mayor acogida en filmin?
J.R.: El 60% de nuestra facturación viene por la subscripción. Pongamos un 60-40.
J.C.: ¿Qué política de precios sigue filmin?
J.R.: La política de precios viene marcada por las exigencias de las distribuidoras. Podríamos preguntarnos por qué tenemos que pagar lo mismo que un alquiler de video club si en el video club me llevaba el DVD, y en VoD tenemos que poner nuestro ancho de banda y pagar 3 € que era lo mismo que pagaba en el video club. Lo cierto es que si uno descuenta el IVA, descuenta los costes de transmisión, descuenta los costes de la pasarela de pago, no queda tanto dinero para repartir.
J.C.: ¿Crees que venderíais más con alquileres más bajos?
J.R.: No lo creo. Una película de 0,99 vende casi lo mismo que una película de 1,99, ó de 2,99. Y creo que el precio debe estar aquí. Considero que es un error sobrepasar la barrera de los 3 euros para el alquiler. Sin embargo en el caso de la venta, en un mercado en el que los DVD cuestan de 5 a 15 euros, no podemos poner el alquiler de una película nueva por 5 euros porque limitaríamos la expansión del mercado. Y creo que sería un error.
J.C.: ¿Consideras entonces que los precios son atractivos para el consumidor?
J. R.: Sí. Aunque en una época como la nuestra, en la que todo el mundo se replantea en qué gastar dinero, porque el dinero escasea, quizás suena frívolo decir que 3 euros es el precio adecuado. De lo que estoy convencido es de que una tarifa plana por 10 ó 15 euros es un precio muy adecuado por un catálogo de más de 2.000 películas. De hecho filmin es actualmente la plataforma más barata en España. Estamos trabajando con títulos a 3 euros que otras compañías ofrecen a 4 euros. Rebajamos nuestro margen para poder acercarnos a la voluntad del consumidor y a nuestra idea de negocio. Aunque en ocasiones nuestra idea de negocio colisiona con la idea de negocio que tienen aquellos que nos dan los derechos de los títulos de que disponemos. Por tanto, tenemos que llegar a un punto de armonía que nos permita ir todos juntos de la mano y asfaltar el camino.
J.C.: Si habláramos de volumen de negocio, ¿cuál sería vuestro balance de estos años?
J.R.: ¡Rojo! Hasta ahora hemos perdido dinero. Hemos invertido muchísimo dinero para llegar hasta aquí esperando el momento en que el mercado empezara a madurar.
J.C.: ¿Y crees que ha llegado ya el momento de empezar a ver resultados?
J.R.: Creo que el próximo año y medio, desde ahora y hasta finales del 2013, va a definir no solamente el mundo, la economía, el futuro del euro, sino también el futuro del cine y de la televisión. Sabremos cómo vamos a ver cine, cuándo vamos a verlo y dónde vamos a verlo. Y queremos estar aquí. Así que ahora es el momento de invertir, para conseguir, ya siendo una marca reconocida, recoger beneficios. Y cuando hablo de beneficios me refiero simplemente a seguir pagando nóminas, el alquiler del local y a distribuidores y a productores para que puedan seguir haciendo aquellas películas que nosotros queremos.
J.C.: ¿Qué margen de beneficios puede tener una plataforma de VoD como filmin en relación a quien os cede los derechos?
J.R.: Podríamos hablar de 60-40 ó del 50-50; depende del film, del director, del distribuidor y del acuerdo. Lo que está claro es que hoy puedo ganar más dinero en filmin que con la venta de un DVD, en el caso de una película pequeña. En filmin tienes beneficios desde la primera venta, en cambio en el mundo del DVD debes vender ciertas unidades para poder empezar a recuperar la inversión. Esto es muy positivo para el creador. Internet se está convirtiendo en una ventana más de explotación para poder recuperar la inversión.
J.C.: Internet parece presentarse como una alternativa, como una nueva vía para obtener beneficios con la explotación de la obra audiovisual.
J.R.: Está claro que hoy Internet es menos de lo que debería ser, menos de lo que muchos creen que es, pero más de lo que algunos anuncian que está siendo. Internet no sólo es filmin, internet es iTunes, Internet es ONO, internet es Imagenio, Internet es Play Station 3. Internet también es CANAL+, porque una parte de lo que te paga CANAL+ es para su plataforma YOMBI. Internet también es TVE, porque TVE tiene una partida “A la carta” que les permite ver las películas a través de Internet. No debemos creer que internet solo es www.filmin.com. Quitemos esta imagen y veremos que internet está dando más dinero de lo que muchos creen.
J.C.: ¿Podemos encontrar el catálogo de filmin en otros portales, o bien a través de televisión o a través de iTunes?
J.R.: Sí, nosotros somos distribuidores de iTunes. Las películas de filmin están en iTunes aunque no como canal propio porque iTunes no tiene subcanales. Pero sí somos distribuidores y podéis encontrar en iTunes España películas de las cuales ostentamos los derechos para la ventana internet como La piel que habito, Midnight in Paris, La dama de hierro o The Artist.
J.C.: ¿Y en otros canales o dispositivos?
J.R.: Sí, estamos en la Play Station 3, en este caso a dos niveles, uno como filmin y otro en el video club de Play Station 3, con nuestro catálogo. También estamos en ONO y en Imagenio, aunque en este caso estamos como agregadores de contenido, como películas individuales, no como canal, aunque estamos trabajando para estar algún día también como canal tanto en Imagenio como en ONO. Y empezamos a estar presentes también como canal en algunas televisiones conectadas como LG y Samsung.
J.C.: ¿Quién consideráis que es vuestra competencia?
J.R.: Creo que nuestra competencia hoy es un mercado que aún no ha madurado lo suficiente.
J.C.: ¿Habrá lugar para tantas plataformas en el mercado español?
J.R.: Dependerá del nivel de crecimiento que tenga el mercado. Si el mercado crece exponencialmente, sí. Si el mercado crece a un ritmo pequeño, posiblemente no. Ahora somos muchos los que estamos haciendo la travesía. En esta travesía algunos naufragarán, otros serán rescatados por grandes navíos que les comprarán la embarcación, y otros conseguirán llegar al puerto y asentarse. Considero que estos son los tres estados de plataformas que puede haber hoy en día.
J.C.: ¿Habéis encontrado vuestro sitio en la industria?
J.R.: Estamos en ello. Al final, la industria es un puzle de plastilina que está en permanente movimiento y en el que todo el mundo quiere encajar. Llegará el momento en que la plastilina se endurezca y todo aquél que no esté ya no tendrá cabida.
J.C.: ¿Cómo veis el futuro de vuestro proyecto?, ¿qué retos os planteáis a corto y largo plazo?
J.R.: Es muy complicado responder a esta pregunta teniendo en cuenta que estamos en un momento de inseguridad, de incerteza global, en que se están replanteando las bases de la financiación pública, de la seguridad social, de la educación. Sería presuntuoso creer que sabemos dónde estaremos dentro de 3 años. No lo sabemos. Pero sí tenemos claro que queremos ser una plataforma consolidada, una marca respetada de cine independiente y de autor, que llegue a todas las plataformas posibles. Con un mercado regulado en el que la gente pueda pagar 10 euros al mes y pueda ver cuantas películas quiera a través de la televisión. Con una base de usuarios de entre 50 y 100.000 usuarios que puedan disfrutar de filmin. Este es el camino que queremos seguir. Nuestra meta. Vamos a ver cómo llegamos hasta aquí. Soy optimista. Debo ser optimista.
J.C.: ¿Cuál es la posición de filmin en relación a la regulación en materia de propiedad intelectual en internet?
J.R.: En materia de regulación, desde filmin siempre hemos sido muy claros. Creemos que es importante regular el mercado y regular el mercado no significa penalizar al consumidor, ni limitar su capacidad de poder exponer obras que tenga en propiedad. Para nosotros regular el mercado significa penalizar a aquella persona que está obteniendo un beneficio, que se está lucrando de unas obras que no son suyas bien mediante ingresos publicitarios, bien mediante pago a través de tarifas planas como podía ser Megaupload. Y es importante destacar que no hablamos de copia privada sino de contenido que ni siquiera ha llegado a estar disponible en el mercado.
J.C.: En Francia se estableció la Ley Hadopi, en España nos encontramos con la Ley Sinde-Wert. ¿Cómo las valoras?
J.R.: En Francia la normativa ha tenido un impacto menor del esperado pero es incuestionable que en Francia el respeto a la cultura, y respeto en mayúsculas y cultura en mayúsculas, es mayor que en España. En Francia sí tienen ese tipo de aprecio a la cultura que viene de Malraux en los años 60. La base, los cimientos de la industria cinematográfica francesa vienen de la época en que André Malraux estaba en el Ministerio de Cultura, en la época de la Nouvelle Vague. Estamos hablando de 50 años de trabajo, de picar piedra, para construir una base sólida de respeto a la cultura, de respeto al cine y a sus creadores. Francia necesitaba menos una ley de regulación de lo que la necesitamos en España, donde no sabemos todavía qué pasará con la Ley Sinde-Wert. El gobierno acaba de llegar, en cien días ha acumulado muchos incendios. El bosque se está quemando por muchos lados y quizá el pequeño bonsái que representa el cine, a vista de algunos políticos, no sea el incendio más importante del que haya que ocuparse.
J.C.: Estos últimos años ha habido muchos movimientos, iniciativas sociales contrarias a la aprobación de la Ley Sinde-Wert. Hablamos del Manifiesto por la Liberación de la Cultura; Por una Cultura Libre; la Carta por la Innovación, la Creatividad y el Acceso a Conocimiento… ¿Cómo valoras estas iniciativas?
J.R.: En primer lugar, debemos dejar claro que la cultura es libre. Es necesario saber distinguir los conceptos de industria y de cultura. Uno puede acceder a los libros de Dickens, a Dante, a las películas de Buster Keaton, de Hitchcock, puede acceder a 25 canales de televisión, a canales como YouTube, Vimeo, y ADNStream, que son gratuitos. Puede acceder a canales como Wuakitv, que tiene películas gratuitas, a Orbyt… Hay acceso gratuito a la cultura y en España, hasta el momento, teníamos una red de bibliotecas y videotecas que eran la envidia de media Europa. Vamos a empezar a darnos cuenta de lo que tenemos. La cultura es gratuita, y quien quiere llegar a la cultura, quien quiere releer el Rey Lear, puede hacerlo. Ahora bien, quien quiera ver Juego de Tronos, o quien quiera ver The Big Bang Theory, debe hacerlo por otros canales. No estamos hablando de cultura en mayúsculas; estamos hablando de entretenimiento, o de diversión y de una industria que se dedica a facturar eso. Y este tipo de evasión, de entretenimiento, también es gratuito, pero tienes que esperar un poco más para tenerlo. Seamos honestos en nuestras demandas. Nosotros lo queremos todo gratis y lo queremos ahora. Pero la industria del entretenimiento es cara, cuesta mucho dinero y, si nadie paga por ella, va a dejar de hacerse. En España hay dos millones de personas que pagaban o llegaron a pagar a Megaupload 10 euros al mes. Dos millones de personas son 300 millones de euros al año. Tres cientos millones de euros al año es la mitad de lo que facturaba el DVD hace siete años en España.
Para saber más:
- Os recordamos que podéis escuchar el programa L’Internauta, de Vilaweb radio, del martes 6 de marzo, en el que estuvimos como invitados con Jaume Ripoll hablando de filmin, del mercado del VoD en España y del posgrado que pondremos en marcha el próximo curso.
- Para más información sobre el posgrado en Distribución Audiovisual: VOD y Nuevos Modelos de Negocio UOC-filmin, podéis contactar con Judith Clares (jclares@uoc.edu)
Cita recomendada
CLARES GAVILÁN, Judith. Jaume Ripoll: "Regular el mercado no significa penalitzar al consumidor". COMeIN [en línea], abril 2012, núm. 10. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n10.1230
Profesora de Comunicación de la UOC