El documental es un género que rezuma realidad y verdad per se. Joan Gonzàlez es uno de los profesionales que lo conoce mejor. Es el fundador y director del DocsBarcelona, el festival de documentales que tiene lugar cada mes de mayo en la Ciudad Condal. También es el ideólogo de una nueva plataforma audiovisual que busca introducir, sin matices, el documental dentro del mundo educativo: Nextus.
Las nuevas tecnologías no solo ofrecen un control inédito sobre nuestras vidas, sino que condicionan las conductas. La nueva fiebre contemporánea por las narrativas apocalípticas se diferencia de una tradición que es tan antigua como lo son la literatura, el cine y la radio por un hecho escalofriante: las formas apocalípticas actuales se producen en la esfera de lo real o, incluso, la superan mediante tecnologías como los videojuegos o la inteligencia artificial.
En el marco del proyecto de investigación titulado EsDigital: Educación social digital, del Programa Estatal de Generación del Conocimiento, hemos elaborado un libro blanco sobre competencias digitales para docentes interesados en la temática. El Libro Blanco: competencias en educación social digital orientadas a una ciudadanía digital y la participación juvenil puede descargarse libremente aquí.
A raíz del progreso de las sofisticadas tecnologías de control digital, hoy más que nunca resurge el referente de 1984, la distopía literaria orwelliana convertida en mitología del siglo XX. En esta obra, se ilustraba sutilmente cómo funcionaban las dictaduras del primer tercio del siglo pasado. Menos se habla de una nueva experiencia cercana a Un mundo feliz, la distopía de Huxley con la que se inauguraba la crítica cultural en el capitalismo industrial de los años veinte y treinta.
Dos de las sagas de ciencia ficción televisiva y cinematográfica que más repercusión mundial han tenido son Star Wars y Star Trek. Las dos continúan su expansión transmedia, que incluye precuelas y secuelas en cine y televisión, así como todo tipo de merchandising, eventos e influencia en la sociedad y en la interacción en línea. Ahora bien, ¿habéis pensado alguna vez que Star Trek podría llegar a representar al siempre difícil de representar colectivo de los freelances?
La amenaza de huelga de los guionistas norteamericanos podría ser una oportunidad para que los discursos y análisis que se hacen desde los medios de comunicación y la academia salgan del marco establecido por el marketing industrial de las plataformas.
Mucho se ha hablado –y se seguirá hablando– sobre el impacto en la vida adulta de los niños que crecieron entre los focos del cine, la televisión y la industria del espectáculo. Y en particular: sobre qué fue lo que vivieron o dejaron de vivir en sus infancias, lo que supuestamente les impide vivir una vida adulta sana y equilibrada. Seguro que de inmediato se os viene a la mente algún caso. Saludos a Macaulay Culkin. Y recuerdos para Kailia Posey.
La mayoría de los productos audiovisuales de la televisión se ruedan en un plató. Desde los telediarios hasta la gran mayoría de los programas, sean informativos, divulgativos o de entretenimiento. Y muy pronto, también, los odiados o esperados debates electorales. ¿Pero qué ocurre cuando queremos usar un espacio externo, no habilitado para ello, como plató de televisión? ¿Cuáles serán los grandes retos a los que nos enfrentaremos para hacerlo posible?
¿Qué tienen en común House, Prison Break, Perdidos o La casa del dragón? ¿O Black Mirror, Boardwalk Empire, Juego de tronos, Los Soprano y The Wire? La respuesta inmediata parece fácil: se trata de ejemplos destacados de importantes series de televisión de los últimos años. Pero hay otra conexión menos evidente: la presencia de un mismo director o directora en, al menos, alguno de sus episodios. Y es que, fuera de casos muy particulares, la dirección de ficción en televisión es una labor que, en comparación con el cine, pasa desapercibida, mientras que el mérito de autoría recae en figuras como la del showrunner. ¿Es la dirección de televisión una cuestión meramente funcional? Ahí van algunas ideas.
Marc-Uwe Kling ha escrito QualityLand (2017), una novela que no solo es un best seller, sino que además analiza de forma divertida los retos de la digitalización de la sociedad y está teniendo más impacto que cualquier texto académico. La novela es una distopia más sobre qué puede pasar si las tecnologías digitales que conocemos hoy en día siguen avanzando por donde van. Muy en la línea de otras novelas distópicas sobre tecnología, como El Círculo (Eggers, 2017) o Clara y el sol (Ishiguro, 2021).