La televisión ha sido el medio por excelencia durante muchos años y está cambiando radicalmente en términos de consumo. Estamos viviendo un momento histórico en cuanto a la digitalización de los procesos de cualquier medio. El modelo de suscripción ha llegado para quedarse y para dar más importancia al contenido. Decidimos pagar por servicios bajo demanda para escoger una película, serie o documental, noticia o contenido afín a nuestros gustos e intereses, cosa que hace tres o cuatro años era impensable en España.