La conversión de un pequeño pueblo de pescadores en uno de los referentes turísticos más destacados tiene nombre propio: Pedro Zaragoza Orts (Benidorm, 1922-2008). Alcalde de la localidad entre 1951 y 1967, fue un visionario que supo hacer realidad un Benidorm moderno y enorme receptor del turismo de sol y playa. El edil intuyó que el éxito de Benidorm supondría una gran riqueza económica y la proyección de una imagen atractiva en el extranjero, lo que beneficiaría al Régimen, del que era seguidor acérrimo.
Hace casi 100 años, el economista John Maynard Keynes afirmaba que el sistema capitalista no tendería al pleno empleo, ni al equilibrio de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de manera accidental coincidiría con el pleno empleo. Según sus predicciones, la sociedad actual ya habría avanzado tanto que los países más desarrollados se podrían permitir el lujo de realizar jornadas laborales de 15 horas semanales. La realidad actual, sin embargo, es muy diferente.
Todo producto se enmarca en un mercado y es, por definición, la solución (o la mejora de una solución) a una necesidad, potencial o palpable, de una audiencia. Dichos productos, por tanto, tienen que diferenciarse de la competencia a través de promesas, verbalizadas normalmente en el espectro comercial. Por ello, si todos los productos solucionan un problema concreto, ¿qué ocurre cuando la promesa que se hace es ayudarte a solucionar problemas de todo tipo? ¿Y si lo que ofrece toda una gama de productos es, simplemente, obtener más y mejores soluciones?
La gente mayor ha sido siempre un colectivo infrarrepresentado en la publicidad y cuando ha aparecido lo ha hecho de manera estereotipada y peyorativa. Es una realidad difícil de justificar, más teniendo en cuenta el creciente peso demográfico y económico de este grupo de edad. Sin embargo, poco a poco, van apareciendo iniciativas para hacer frente a este edadismo crónico. Ejemplos que merece la pena compartir y poner en valor para que ayuden a concienciar sobre la necesidad de un cambio de rumbo que ha de empezar por los propios profesionales de la comunicación que diseñan las campañas.
La globalización del capital, los avances tecnológicos y la migración son algunos de los factores que impulsan transformaciones culturales que reverberan en diversos ámbitos (económicos, políticos y geográficos). En este escenario, los países utilizan como estrategia de marketing la construcción del posicionamiento de las marcas lugar para promover la visibilidad y la competitividad de sus territorios, desde ciudades hasta países. Estas estrategias abarcan la producción de bienes, el turismo, la cultura y otros aspectos que influyen en los valores asociados a cada país en el contexto de competitividad global.
¿Cómo calculo mis tarifas si soy autónomo/a? ¿Cuánto puedo cobrar, sin resultar excesivo y, al mismo tiempo, llegar a final de mes? Estas son algunas de las muchas preguntas que se nos plantean cuando nos hacemos autónomos. Un tema pesado y poco sexi, a priori. Pero es un peaje básico que hay que pagar si queremos construir un negocio rentable (sí, negocio, empresa: que no te dé miedo denominarlo así, porque eso de llamarlo proyecto evidencia el miedo que nos da la responsabilidad de emprender).
El juego de posicionamiento no es patrimonio exclusivo del fútbol. De hecho, también es algo fundamental en la profesión del marketing y de la comunicación. Por un lado, las marcas juegan a posicionarse en las mentes de sus clientes (actuales o potenciales) con unas fortalezas y debilidades concretas que las diferencien de la competencia. Por otro lado, las organizaciones también se ven obligadas a posicionarse en problemáticas sociales y medioambientales con el objetivo de acercarse a sus grupos de interés en aquellos temas que más les preocupan.
Bajo el título de «‘COMeIN’: pasen y sepan», el primer artículo publicado en esta revista constituía una inequívoca invitación a adentrarse en el conocimiento que se genera en los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC: adelante, pasen, no se queden fuera, come in. Aunque no es lo mismo aceptar una invitación que colarse por la cara, en ocasiones ambas cosas pueden resultar sorprendentemente parecidas.
Es un hecho que las mujeres siempre hemos sido juzgadas por nuestra talla física (que no intelectual). Curiosamente, talla y talento comienzan ambas por la misma letra, aunque representan dos estereotipos opuestos. La nueva ola de creativas busca justamente lo contrario, ser valoradas por su extraordinario talento XXI. Una talla enorme para unas profesionales que diariamente demuestran estar altamente cualificadas para liderar un sector muy competitivo y dinámico.
La generalización de la tecnología, junto con el empoderamiento del consumidor, ha traído grandes cambios en el entorno de la comunicación y, con ello, una profunda transformación de la industria publicitaria, que requiere de nuevos perfiles profesionales con competencias y habilidades que eran inéditas hace unos años. Estos factores están influyendo indiscutiblemente en el modelo publicitario tradicional y, en consecuencia, sobre sus estructuras organizativas y sus procesos de trabajo.