Los influencers son personas cercanas que comparten detalles de la vida personal para generar una conexión emocional con los seguidores. Son modelos, también referentes, líderes de opinión, fuentes de información y, en bastantes casos, una profesión idealizada a conseguir. Son también prescriptores y piezas clave para las ventas de las marcas. Hablaremos de ellos y ellas, de la impronta que dejan en la generación Z, de género, de publicidad, de regulación y también de alfabetización mediática.
La percepción positiva de la inteligencia artificial (IA) evidenciada en la primera entrega de este artículo parece ser compartida por la mayoría de la población. Según datos de Ipsos (2023), «más de la mitad de la ciudadanía mundial afirma que la IA ayudará en los próximos años a aumentar la productividad y a reducir el tiempo que tardamos en hacer las cosas». Este estudio también apunta que las personas piensan que la IA incrementará las opciones de entretenimiento.
La inteligencia artificial (IA) generativa puede ayudar en la organización de eventos corporativos personalizando experiencias para los asistentes, automatizando tareas de gestión y analizando el feedback de los participantes en tiempo real. Aun así, plantea retos y genera incertidumbres en el ámbito profesional, sobre los que los estudiantes de la asignatura Organización estratégica de eventos del Máster universitario de Comunicación Corporativa, Protocolo y Eventos han estado reflexionando este semestre.
La inteligencia artificial (IA) se ha instaurado en la sociedad y sobre todo en la educación evocando controversias y prejuicios, y convirtiéndose en la gran temática actual. Esta nueva realidad supone nuevas demandas y suscita dos necesidades en el proceso de implantación de la IA en la educación. Primero, que las instituciones educativas se preparen para los cambios y transformaciones que esta implantación conlleva. Y, segundo, no menos importante y seguramente una extensión del primero, que la formación del profesorado se enfoque en la adquisición y desarrollo de las competencias digitales necesarias para la utilización adecuada de la IA, ya sea para valorar sus innumerables posibilidades de aprendizaje o para repensar el modelo educativo actual.
Hace veinte años, estudiar diseño implicaba un periplo que conllevaba trasladarse a Barcelona o a Madrid, centros neurálgicos de la profesión. Aparte de las escuelas de diseño, allí encontrabas las bibliotecas especializadas, los quioscos donde podías comprar revistas que venían directas de Londres y los EE. UU., las exposiciones y acontecimientos donde se encontraba el bullicio del sector creativo. «Todo esto eran campos» y las cosas han cambiado. ¿Se puede diseñar lejos de la capital?
Las protestas a favor de Palestina y en contra de la violencia del Estado de Israel en la Universidad de Columbia (Nueva York) en abril de 2024 son mucho más que un estallido puntual de rabia. Aportan muchos significados para una gramática renovada de la revuelta. De entrada, son la enésima emergencia del movimiento estudiantil global, que arrancaría en la propia universidad en abril de 1968. Pero también nos hablan de las profundas vinculaciones entre educación superior e intereses financieros de dudosa base ética.
El uso, el impacto y la evolución de la inteligencia artificial generativa (IAG) en la profesión periodística plantea limitaciones, dudas, preocupaciones y retos como, por ejemplo, seguir la rápida evolución de esta tecnología disruptiva. Para saber cuál es la situación actual de la industria mediática, a mediados del 2024, y poder entender mejor qué representa y podría representar la IAG para los periodistas, seleccionamos algunos de los datos y destacamos parte de las conclusiones de dos interesantes informes internacionales recién publicados.
La reciente irrupción de nuevas protestas estudiantiles en la Universidad de Columbia y, por extensión, en las universidades de todo el país, nos habla sobre todo de los cambios demográficos y sociales que la sociedad norteamericana ha vivido a lo largo de las últimas décadas: las mujeres, las múltiples nacionalidades y razas, y también los nuevos medios de transmisión toman la palabra para influir en una nueva época. Finalmente, nos recuerda la enorme incidencia que tiene la «cuestión judía» en la ciudad de Nueva York y en las instituciones académicas más elitistas de los Estados Unidos.
A menudo se habla de la motivación del estudiantado, de lo importante que es que haya un interés intrínseco en lo que se estudia y que, si no lo hay, desde la docencia intentemos activarlo y cultivarlo. Pero ¿y el profesorado? ¿Qué papel ejerce la pasión, la motivación y el amor por todo aquello que se explica? El título de este artículo parece bastante un clickbait, pero no lo es. ¡Vamos allá!
La consolidación del pódcast, como formato sonoro heterogéneo, hace que haya un abanico de propuestas para todos los gustos y públicos. En Parenthesis, el pódcast de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, hemos llevado a cabo «Cacophony», una pieza que combina el activismo, el debate y el teatro. «Cacophony» es la primera actividad de 2024 impulsada por el Área de Cultura de la UOC, en el marco del Vicerrectorado de Alianzas, Comunidad y Cultura, que cuenta con la participación de profesorado de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación y de los Estudios de Artes y Humanidades, de estudiantes de los másteres universitarios en línea de Periodismo y Comunicación Digital: Datos y Nuevas Narrativas y de Social Media: Gestión y Estrategia, y de la Unidad de Igualdad. Aprovechamos que tenemos el micrófono abierto para aproximarnos a «Cacophony» desde ángulos diferentes.