El pasado verano el concepto de tradwife inundó las redes sociales españolas tras la viralización de algunas de las publicaciones en TikTok de la creadora de contenidos Roro Bueno en las que aparecía cocinando para su pareja. Hasta aquí, todo puede sonar inofensivo y banal, si no fuera porque dichos contenidos se enmarcan en un fenómeno mucho más amplio y global de mujeres que ensalzan los roles de género tradicionales, aquellos relacionados con las tareas de cuidados y el trabajo reproductivo, reivindicando el retorno de las mujeres a la esfera doméstica, mientras que los varones se enaltecen como los abastecedores económicos.
Son muchas las visiones críticas sobre el capitalismo digital que se están elaborando en los últimos años desde diferentes disciplinas y saberes, advertencias que hay que tener en cuenta y que hay que poner en diálogo. En medio de la infoxicación de las redes, ¿nos estaremos convirtiendo en siervos y siervas zombificados de un nuevo régimen?
El pasado 10 de febrero asistí como miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a la 38.ª Gala de los Premios Goya que tuvo lugar en la Feria de Valladolid. A las puertas del recinto, las protestas de los agricultores se hacían sentir en forma de gritos y algún que otro insulto dirigido a las personas asistentes a la ceremonia.