Josep Artigas i Ojeda (Barcelona, 7 de marzo de 1911 - 15 de octubre de 1991) fue uno de los diseñadores gráficos, cartelistas y publicitarios más destacados de la España de la segunda mitad del siglo XX. Con su característica pipa, de pie en el estudio ante el cartel, colocado en un caballete como si fuera un cuadro, es un ejemplo de una época en la que el ordenador era inexistente en el diseño gráfico y los pinceles y técnicas como, por ejemplo, el collage eran básicos en todo el proceso creativo.
Con una larga trayectoria iniciada en 1945 con la apertura de su primer estudio, en 1948 se convertiría en jefe de comunicación de la empresa química Cruz Verde, donde crearía carteles icónicos como por ejemplo el del producto antipolillas Polil, con el abrigo que mira incrédulo el agujero que le ha hecho este insecto. De este periodo es también uno de sus carteles más conocidos, el del detergente para piezas delicadas Norit (1950) que con su pequeño cordero blanco con lazo rojo y el texto «lava lana y seda» evocaba la suavidad y frescura del producto.

Polil Cruz Verde (versión del cartel de 1948)
Fuente: Memoria Digital de Cataluña
A partir del año 1953 dirigiría el departamento de publicidad de Nestlé en Barcelona, hecho que le permitió justo un año después pasar a Nestlé internacional. El año 1955, y durante una década, abriría su propio estudio a Suiza trabajando para marcas como por ejemplo la misma Nestlé –y algunos de sus conocidísimos productos como Nescafé–, Swissair y Bally. También trabajó para la industria turística de este país, especialmente la de montaña –una de las pasiones de Artigas–, con carteles para varias estaciones de esquí alpino y para administraciones helvéticas.
Finalmente, a partir de la década de los setenta volvería a Barcelona y firmaría sus trabajos desde una nueva agencia, PubliArtigas. En esta etapa crearía campañas y carteles tanto para grandes marcas de sectores económicos diversos, como para pequeñas empresas o proyectos locales. También en este periodo volvería a la Escuela de Bellas artes de la Llotja, donde se había formado; esta vez como profesor de diseño gráfico.

Artigas trabajando en su estudio
Fuente: CRAI UB
El reto de describir un fondo personal que en buena medida es arte
Originales únicos, carteles a medio acabar, bocetos, propuestas y logotipos definitivos, etiquetas de vinos, cajas de caramelos y bombones –metálicas, de plástico y de cartón–, envoltorios de tabletas de chocolate, displays varios, alfabetos, tipografías, recortes de todo tipo y otros muchos materiales conformaban este fondo, en el cual aparentemente no se había conservado el orden original dispuesto por su productor –si es que alguna vez había existido. Había que clasificar todos estos elementos para empezar a plantear las series en que se estructuraría. Dejando de lado la documentación necesaria para llevar a cabo el proceso creativo, como por ejemplo catálogos y libros de empresa o folletos publicitarios de todo tipo, este fondo documental recoge trabajos gráficos en diferentes fases de ejecución y ahí rae también su gran valor. Encontraremos desde el cartel definitivo impreso; pasando por el original sobre varios soportes como cartón y madera –donde podemos observar la rugosidad de la pintura y las impresiones enganchadas de forma manual entre otros elementos que lo hacen único–; hasta los conjuntos documentales que permiten reseguir todo el proceso creativo del diseñador: los bocetos y notas iniciales, las pruebas de dibujo, los eslóganes textuales, las tipologías de letra, las pruebas de impresión con las propuestas de cambio, el original y el trabajo definitivo para el cliente.

Gstaad: Suisse, Schweiz, Switzerland (1959)
Fuente: Memoria Digital de Cataluña
Esta diversidad en la fase de producción de los materiales representó también un reto a la hora de estructurar este fondo en las diversas series que lo conforman. Los trabajos finales impresos se integrarían dentro de la serie de «trabajos publicitarios», mientras que los originales, fuera cual fuera su etapa de producción, lo harían dentro de la serie de «trabajos gráficos» para destacar su importancia.
A pesar de que la valiosa colección de carteles es uno de los elementos más especiales de este fondo, destacan también otros documentos estrechamente relacionados con su tarea creativa. Compilaciones de tipografías, modelos gráficos, tarjetas, felicitaciones, postales, felicitaciones navideñas, diplomas, trabajos tridimensionales, tarifas publicitarias y una pequeña compilación de utillaje profesional, como por ejemplo moldes de impresión, son algunos de los ejemplos. Hay que destacar, finalmente, la pequeña colección de trabajos gráficos de otros artistas y especialmente toda la documentación, tanto corporativa como de publicidad de producto, de PubliArtigas, su estudio barcelonés tras la vuelta de Suiza.
Un fondo documental que es el reflejo de la trayectoria vital de su creador y de la época que vivió. A través de sus trabajos veremos cambios en la perspectiva de género de la publicidad. Poco a poco, los productos de limpieza del hogar o los electrodomésticos de cocina dejarán de asociarse exclusivamente a las mujeres. Veremos también la influencia de los cambios tecnológicos con la llegada de nuevos productos y la progresiva desaparición de otros que habían sido predominantes. Finalmente, observaremos una creciente preocupación por el medio ambiente y la salud de las personas. Artigas trabajaría de forma estrecha con la industria química y en sus carteles notaremos este cambio con productos químicos nocivos como el DDT. De destacar su presencia, a enfatizar justo el contrario en el texto: «Sin DDT».

Popular Cruz Verde (1949)
Fuente: Museo Virtual de la Universitat de Barcelona
Conservación y consulta
El hecho de que el fondo contenga originales únicos, la diversa tipología de medidas presentes y las necesidades especiales del fondo de carteles –muchos de ellos restaurados por el Taller de restauración del CRAI de la UB–, ha hecho necesario prestar especial atención a su preservación. Cajas de conservación de medidas diversas –de grandes dimensiones para la obra gráfica–, más de unas ochenta camisas cortadas a medida, fundas de poliéster para proteger fotografías y negativos, y los separadores para los carteles, son algunos de los ejemplos.

La Lechera (1954)
Fuente: Memoria Digital de Cataluña
Con las tareas de tratamiento y descripción documental llevadas a cabo por el equipo de fondos institucionales y personales de la Unidad de Proceso Técnico de la Universitat de Barcelona, el fondo se encuentra localizado en el CRAI Biblioteca de Bellas artes –una de las bibliotecas universitarias de referencia gracias a los fondos de archivo relacionados con la cultura que custodia. Además del fondo Artigas, preserva otros, como por ejemplo los del músico Oriol Martorell, del historiador y crítico cinematográfico Miquel Porter y Moix o del diseñador, ilustrador y tipógrafo Ricard Giralt Miracle.
Las palabras difícilmente transmiten las sensaciones que provoca una creación artística. Podéis consultar una muestra de los carteles de Josep Artigas y Ojeda desde la Memoria Digital de Cataluña y el Museo Virtual de la Universitat de Barcelona.
Para saber más:
Josep Artigas, diseñador gráfico. Memoria Digital de Cataluña. https://mdc.csuc.cat/digital/collection/jartigas
Fondo Josep Artigas. Museo Digital de la Universitat de Barcelona. https://museuvirtual.ub.edu/colleccio/fons-josep-artigas/
Fondo Josep Artigas. Patrimonio bibliográfico y documental de la Universitat de Barcelona. CRAI de la Universitat de Barcelona. https://crai.ub.edu/recursos-d-informacio/patrimoni-bibliografic/fons-arxiu/j-artigas
Citación recomendada
ANGLADA, Ramon. «El fondo documental Josep Artigas: historia del diseño gráfico». COMeIN [en línea], junio 2025, no. 155. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n155.2543