En cualquier proceso de aprendizaje se almacenan infinidad de recursos de referencia que conviene gestionar adecuadamente. Y si añadimos que estos recursos los queremos compartir con otros aprendices con el objetivo de construir una red de conocimiento de base, entonces conviene incorporar en nuestra rutina de consulta y almacenamiento bibliográfico los marcadores sociales, herramientas en línea que permiten almacenar, clasificar, comentar y compartir información de una manera sencilla y efectiva.
Actualmente las aulas virtuales de aprendizaje cuentan con la presencia de espacios de trabajo colaborativo que permiten compartir información de manera asíncrona. En estos espacios conviven contenidos didácticos de tipología diversa preparados por el profesorado –materiales didácticos complementarios, artículos de actualidad, glosarios– y trabajos académicos elaborados por los estudiantes, individualmente o en grupo. El contenido didáctico que se almacena en estos espacios es ampliado curso tras curso y es compartido por todos los estudiantes. Sin embargo, todas las referencias bibliográficas que han consultado los estudiantes para preparar los trabajos académicos tienen una corta vigencia, no tienen ninguna oportunidad para ser compartidas en el aula y, en consecuencia, no se acumula el conocimiento.
Ante esta situación, la alternativa es incorporar a la dinámica de trabajo colaborativo del aula herramientas que permiten hacer una buena gestión de los recursos bibliográficos con la colaboración del conjunto de estudiantes. Nos referimos concretamente a los llamados marcadores sociales. Los marcadores sociales o social bookmarking son aplicaciones en las que los usuarios, privadamente o públicamente, almacenan una lista de recursos de la red de manera similar a como lo harían mediante las herramientas que ofrecen los navegadores principales y los comparten con el resto de usuarios. Junto con el almacenamiento, los marcadores sociales permiten el etiquetado social, es decir, identificar cada recurso con palabras clave que lo identifiquen o definan de manera colaborativa.
Los marcadores sociales que hay disponibles en el mercado son varios, y aunque todos permiten las funciones básicas de almacenar recursos, describirlos mediante etiquetas y compartirlos con otros usuarios, también ofrecen servicios y opciones bastante variados, como por ejemplo votar los recursos guardados por otros usuarios, establecer sindicación de contenidos con determinadas etiquetas o usuarios, formar grupos de usuarios, guardar marcadores privadamente de forma que no queden visibles para el resto de usuarios, exportar e importar marcadores desde otras aplicaciones en línea o desde los navegadores, y disponer de correo interno para favorecer la comunicación entre los diferentes usuarios, entre otros.
Concretamente, en la red hay varias opciones para elegir. Delicious es uno de los gestores de direcciones de interés social más conocidos y es muy fácil de utilizar. La principal funcionalidad de Delicious es la de almacenar enlaces, y permite compartirlos, clasificarlos por etiquetas o ver las personas que comparten el mismo enlace. Los enlaces se pueden guardar de forma pública (visible para todos los usuarios de Delicious) o de forma privada (sólo visible para el mismo usuario).
Vídeo Delicious
De forma similar a como funciona Delicious, hay otros marcadores sociales como Mister Wong, Diigo o Searcheeze.
Vídeo Mister Wong
Vídeo Diigo
Vídeo Searcheeze
Y también Keepyourlinks, Blinklist o Scrapbook.
Las ventajas de incorporar marcadores sociales en el aula son múltiples. Permiten acumular los recursos de aprendizaje que han utilizado los estudiantes en cada curso académico de manera organizada; estimulan la busca de nuevas referencias bibliográficas para poder ampliar los temas trabajados al aula; permiten la colaboración y el trabajo en equipo, puesto que los recursos seleccionados se pueden compartir fácilmente; hacen posible el acceso a las referencias bibliográficas desde cualquier lugar y punto de acceso a la red; permiten un acceso seguro a la información guardada, e introducen un elemento de socialización, puesto que es posible etiquetar y guardar los recursos consultados como públicos, de forma que cualquier usuario los puede consultar (de este modo, se puede saber quién usa los mismos enlaces y localizar usuarios que compartan los mismos intereses). Además, hacen posible localizar fácilmente los recursos elegidos por otros usuarios y reutilizarlos, gracias al uso de las etiquetas (una misma referencia puede ser etiquetada por más de una persona, por lo que la referencia se enriquece con las etiquetas que aportan cada uno de los usuarios que lo han etiquetado), y ofrecen la posibilidad de sindicar los contenidos, una manera rápida y cómoda de seguir la evolución de un tema de interés.
En conclusión, la introducción de herramientas de marcación social en el aula virtual de aprendizaje posibilita el reaprovechamiento de las referencias bibliográficas con las que trabajan los estudiantes en el aula de una manera sistemática y organizada, tarea que hasta ahora era difícil de plantear. Así mismo, permite sistematizar el proceso de busca y almacenamiento de la información consultada. Y, en última instancia, estimula la tarea de nueva consulta bibliográfica a medida que se van organizando y clasificando los recursos de aprendizaje.
Para saber más:
- Marcadores sociales, una herramienta para organizar
- Marcadores Sociales: Mister Wong, Diigo y Delicious
- Marcadores sociales en el ámbito educativo con Mr. Wong
- 7 things you should know about Social Bookmarking
- Una docena de herramientas de marcadores sociales
Cita recomendada
VAZQUEZ GARCIA, Mercè. Marcadores sociales para compartir recursos de aprendizaje. COMeIN [en línea], mayo 2012, núm. 11. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n11.1233
Profesora de Información y Documentación en la UOC