Cuando llega el momento de buscar un lugar para ir de vacaciones, la tendencia es ir lejos, lo más lejos posible. A veces, sin embargo, ya sea por cuestiones económicas o por disponer de pocos días, miramos más cerca, al lado de casa. No os recomendaremos destinos, ni guías de viaje, sino que os presentamos el proyecto Microcatalunya: un viaje por los pueblos más pequeños. Una iniciativa independiente que tiene voluntad de servicio al territorio.
¿Sabías que más de 300 municipios -de 947 que tiene Cataluña- tienen menos de 500 habitantes? Es decir, ocupan un 35% del territorio y sólo reúnen un 1% de la población. Además, debemos pensar que en cien años la población rural de Cataluña ha pasado de representar el 50% de la población al 1%. ¿Quién vive ahí? ¿Cómo viven? ¿De qué viven? Acerquémonos a la ruralidad catalana de la mano del periodista Marc Serena y del fotógrafo Eduard Bayer, que han decidido recorrer los 328 municipios con menos de 500 habitantes de toda Cataluña. "Era octubre de 2012 y decidimos presentar el proyecto a la Associació de Micropobles de Catalunya. Curiosamente, les gustó. Nos animamos a sacarlo adelante", explican. El viaje comenzó el 6 de marzo de 2014 y finalizó en septiembre. El pasado 3 de octubre organizaron una fiesta como agradecimiento para todas aquellas personas que lo han hecho posible, y ahora el calendario marca preparar el libro, la exposición y una app (para adentrarse en el territorio mediante los elementos artísticos) el 2015. ¡Qué barbaridad!
Si enfocamos la esencia del proyecto, éste tiene como características singulares la importancia y la convergencia del periodismo y la documentación y la obtención del presupuesto vía crowfunding (micromecenazgo). Si nos fijamos con la convergencia entre documentación y periodismo, debemos resaltar que van cogidos de la mano con el adjetivo colaborativo. "La acción personal y la colaboración de la gente a través de la red hoy se ha convertido en un elemento imprescindible de conocimiento", comentan. Esto les ha permitido completar detalles de los pueblos, su gente, las tradiciones, la historia, etc. que seguro no están en la red, y, en definitiva, mejorar el conocimiento del territorio rural catalán con estos detalles que hasta ahora no se había hecho. Un trabajo de búsqueda documental, o dicho de otro modo, de documentación periodística hecha con la ayuda de los mismos habitantes de los micropueblos.
Otro factor que hace destacar el proyecto es la manera incansable de conseguir patrocinadores, colaboradores, impulsores, participaciones, mecenas, y una serie de gente anónima que confiaba en ellos y su proyecto. Una parte del presupuesto para hacer el viaje ha sido obtenido mediante crowfunding, así como con la venta de camisetas, postales, fotografías de los pueblos, entre otros. Moverse en el ámbito de los trabajadores autónomos implica obstáculos a vencer antes de empezar. Y no hay que dejar de comentar –sobretodo para aquellos estudiantes y profesionales que nos leen– la vocación por la profesión periodística, el empuje y la pasión por cada reto que asumen Marc y Eduard.
Por todos los factores anteriores, junto con los resultados que he podido seguir vía el portal, hacen que #Microcatalunya sea una iniciativa de las que te llegan y te emocionan.
En el web destacan el Bloc, donde podrán leer breves crónicas de la visita por cada uno de los pueblos; la sección de los Micropobles (censados todos y cada uno de los municipios con los datos oficiales disponibles, enlaces a sus propias páginas web), y el Mapa, donde se puede ver la ruta que han hecho para conocerlos, así como también una ficha con los datos esenciales. Durante este medio año, han generado un directorio con 4.000 enlaces que actualizan constantemente gracias a la colaboración, han recibido 5.000 fotografías a través de Instagram y casi 400 aportaciones.
Probablemente lo que se ha explicado hasta ahora recordará a un programa de Televisió de Catalunya, El Foraster, ya que tienen algunos puntos de proximidad. Ambos están inspirados en el formato danés Comedy on the edge, que es un éxito en el canal DR1 de Dinamarca y han coincidido en periodos de tiempo cercanos. No hay que ir tan lejos en buscar similitudes, ya que hace años las crónicas de viajes de Josep Maria Espinàs A peu per l’Alt Camp –por citar uno de los muchos títulos escritos– ya tenían la voluntad de dar a conocer nuestro territorio, la manera de vivir, de observar y de dialogar con personajes únicos, y todo ello con el ritmo que marcan los pasos.
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Cita recomendada
OLLÉ, Candela. Periodismo y documentación colaborativa: Microcatalunya. COMeIN [en línea], octubre 2014, núm. 37. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n37.1466
Profesora de los Estudios de la Información y de la Comunicación UOC y project manager de la red Maredata
@CandelaOlle