Número 51 (enero de 2016)

¿Más vale datos en mano que ciento volando?

Alexandre López-Borrull

El científico tiene nuevos retos por delante. Sí, como siempre, pensarán. Y es cierto, cuando no es la crisis (persistente, todavía), es la aparición de las tecnologías de la información y la comunicación. Y, si no, el trabajo colaborativo, el Publish or Perish (ahora ya en determinados cuartiles), el inglés, el espacio europeo, los Horizons... En todo caso, sin embargo, hablando de algunos de los nuevos retos que mencionábamos, hay dos que le obligan, más que otros, a repensar de forma muy relevante su trabajo. Los datos y la ciencia abierta. Y los mencionamos juntos porque cuando se visualizan de forma conjunta es cuando toman el sentido de disrupción que podrían tener. Sí, lo mencionamos diciendo "podrían", pues habrá que comprobar que efectivamente estos posibles cambios son bien asumidos por la comunidad científica.

Las nuevas formas de entender la ciencia y las políticas de información de las instituciones, revistas y financiadores de la ciencia afectan el día a día del investigador. Esta afectación se puede ver desde diferentes ángulos. 

 

En cuanto al punto de vista del investigador, los datos de la investigación deben estar ordenados, limpios y presentables, ya que dejan de ser backoffice para tener forma de comunicación y difusión científica. Así, pasan a comunicar, y ya veremos por disciplinas y por ámbitos qué estructuración toman, e incluso si pueden o no suplir algunos de los vehículos tradicionales de la comunicación científica (revistas, congresos y, cada vez más, redes sociales). 

 

Es necesario pues para el investigador, sobre todo desde una visión abierta (como actitud propia o como requerimiento institucional), tener competencias para presentar y gestionar estos datos, para hacerlos accesibles y, no lo olvidemos, REUTILIZABLES. Esta visión será importante para todos los investigadores, pero central para todos los nuevos perfiles relacionados con la ciencia de datos. Pero, cuidado, que siendo central para unos deviene necesario para el resto, pues seas químico computacional, sociólogo, inmunólogo, arqueólogo o economista, los datos y la gestión correcta de grandes paquetes de datos serán relevante para la ciencia, tanto como lo es una buena revisión bibliográfica antes de hacer investigación. 

 

En cuanto al punto de vista de los gestores de información en general de las universidades y centros de investigación, tendrá que haber una máxima colaboración entre los tradicionales informáticos y los profesionales de la información. En un escenario de fusión de roles, más que nunca serán necesarios equipos transversales para hacer que las instituciones permitan trabajar a sus empleados con estos paquetes de datos. En el pasado seminario de Gestión de datos de investigación, que tuvo lugar en Barcelona, quedó patente no sólo la importancia, sino los vectores de necesidad y oportunidad que presenta. A ellos, por tanto, les corresponde tener una visión de profundidad respecto a esta necesidad, que permita estructurar y sobrepasar el ámbito del investigador para tener una visión de grupos de investigación, instituciones y redes suprauniversitarias. 

 

Ahora bien,a los tradicionales vehiculadores de la información científica, quienes ponen en contacto investigadores y conocimiento científico, también tienen un reto, tan ingente como lo fue pasar a las revistas electrónicas. Sí, las revistas científicas, los repositorios y las bases de datos secundarios deben tomar decisiones respecto a los datos. En primer lugar y siguiendo las estrategias mencionadas por Pampel et al. (2014), si los gestionan directamente vinculándolos al artículo científico como material suplementario (por tanto, gestión interna y corresponsable), de forma externalizada (en forma de datasets o conjunto de datos en repositorios de datos externos), o bien incluso creando como están ya creando revistas únicamente pensadas para ser vehículos de la difusión de los datasets, en forma de data papers , de forma que serían revistas de datos (Chavan et al., 2011). Quizás esa transformación de la comunicación científica que la aparición de Internet no consiguió, en la que las revistas se adaptaron a las versiones electrónicas sin cambiar ni romper la estructuración (también gracias a las agencias de calidad que siguieron priorizándolas como forma de difusión de la comunicación científica), serán los datos de investigación las que sí puedan cambiarlas. Aún así, lo han demostrado muchas veces, las grandes editoriales, con más vidas que un gato, se adaptarán y marcarán de nuevo las tendencias. Por suerte (para ellos), los investigadores seguiremos pagando cada innovación, tal vez. 

 

Los datos como vehículo de información científica tomarán una relevancia mayor, lo que permitirá acelerar aún más los tiempos en la investigación científica. ¿Serán necesarios los artículos?, ¿tendrán sentido los datos sin digestión, discusión y conclusiones?, ¿habrá que ir a buscar datos como quien va a buscar setas?, ¿corremos el riesgo de tsunamis de datos, con grandes paquetes de datos y poco conocimiento asociado? De nuevo, vemos que respondemos estas preguntas mientras avanzamos en el nuevo escenario. Se requerirán, pues y como conclusión, muchas más competencias a todos los niveles, más genéricas para investigadores y más profundizadas para profesionales de la información que les permitan cribar adecuadamente la información y el conocimiento. Al fin y al cabo, como decía Sherlock Holmes a Watson: "es de mayor importancia que los datos inútiles no desplacen a los útiles". 

 

Para saber más: 

 

Chavan, Vishwas; Penev, Lyubomir (2011). “The Data Paper: a mechanism to incentivize data publishing in biodiversity science”. BMC Bioinformatics, núm. 12 (Suppl15, S2). 

 

García-García, Alicia; López-Borrull, Alexandre; Peset, Fernanda (2015). “Data journals: eclosión de nuevas revistas especializadas en datos”. El profesional de la información, v. 24, núm. 6, p. 845-854. 

 

Mercè Vàzquez (2015). “El científic de dades: un perfil multidisciplinari altament especialitzat”. COMeIN. Revista dels Estudis de Ciències de la Informació i de la Comunicació, núm. 46 (juliol 2015). 

 

Pampel, Heinz; Dallmaier-Tiessen, Suenje (2014). “Open Research Data: From Vision to Practice”. En: Bartling, S.; Friesike, S (eds.). Opening Science. The Evolving Guide on How the Internet is Changing Research, Collaboration and Scholarly Publishing. Heidelberg: Springer, p. 213-224.

 

Cita recomendada

LÓPEZ-BORRULL, Alexandre. ¿Más vale datos en mano que ciento volando? COMeIN [en línea], enero 2016, núm. 51. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n51.1605

investigación;  gestión de la información;  gestión del conocimiento; 
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