Número 91 (septiembre de 2019)

Blood Window, la sangre que renueva el cine fantástico latinoamericano

Mònica Garcia Massagué

La plataforma Blood Window, impulsada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina, es la viva muestra de cómo una política gubernamental puede dar un vuelco a una cinematografía, y no solo a la de un país, sino prácticamente a la de todo un continente. 

La apuesta por el cine de género fantástico por parte del gobierno argentino no es baladí ni casual, sino que responde a un triple enfoque: ayudar a financiar proyectos de presupuestos asequibles, que tiene un gran potencial de impacto en la audiencia y que cuentan con una gran proyección internacional.
 
De la política argentina se han beneficiado el resto de países latinos, ya que Blood Window ha dado apoyo a producciones uruguayas, brasileñas, mejicanas e incluso panameñas (en el pasado mercado Ventana Sur, se presentó Diablo rojo, calificada como la primera producción de género fantástico de Panamá). La financiación y promoción de esta umbrella del género fantástico latino tiene su principal escenario en Cannes y se completa con un impulso constante a la presencia en foros internacionales, como el NAFF en Corea del Sur o en la competición Sitges Pitchbox del Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya.
 
La red mundial se ha tejido además con una serie de premios destinados a distinguir lo mejor de la producción de género latino del año. En este sentido, la European Fantastic Film Festivals Federation ha creado el premio Méliès LATAM, que se otorga a un título escogido entre las preselecciones de todos los certámenes adscritos, al margen de los galardones específicos que otorga cada festival a su propia selección. Cabe destacar que el impulso económico a este tipo de producciones está, por suerte, acompañado de una innovadora lectura de subgéneros tradicionales como el terror, el giallo e incluso la ciencia ficción. 
 
La cantera Blood Window ha alumbrado talentos notables como el de los hermanos Onetti, responsables de títulos como Abrakadabra (2018) o Los Olvidados (2017); o el gran éxito Aterrados (2017), dirigido por Demián Rugna, que ha conseguido su remake norteamericano, auspiciado por Guillermo del Toro. Precisamente, el cineasta mejicano se ha convertido en el gran embajador del género latino desde su consagración con el premio Oscar® para La forma del agua (2017). Una nueva prueba de ello fue su participación en la pasada edición de la popular Comic-Con de San Diego, que ha abierto un espacio dedicado a la contribución de la cultura latinx
 
Tres paneles exclusivamente dedicados al cine de género latino mostraron la buena acogida de estas producciones por parte de la audiencia global. «The New Wave of Latin American Horror Cinema»; «Making a Bridge with Genre Movies» y «The Importance of Genre Cinema in Latin America» convocaron talentos actuales como Isaac Ezban (El Incidente, 2014), Emilio Portes (Belzebuth, 2017), Gigi Saúl Guerrero (Culture Shock, 2019), Mauricio Chernovetzky (Styria, 2014), o Freddy Chávez Olmos (Shhh…, 2019), entre otros. 
 
Asistimos pues a una nueva tendencia en el mercado del género escrita con acento latino.
 

Cita recomendada: GARCIA MASSAGUÉ, Mònica. Blood Window, la sangre que renueva el cine fantástico latinoamericano. COMeIN [en línea], septiembre 2019, no. 91. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n91.1958

 

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