El cine en España vive una crisis estructural agudizada en 2013. Las causas, múltiples y diversas, exigen estrategias y cambios de mentalidad a la industria. En un momento así, el rol de la distribución independiente es clave para dinamizar el sector del cine. Una industria cinematográfica sin empresas independientes pierde en riqueza, interés y capacidad de adaptación.