Número 16 (noviembre de 2012)

De la pulgada a los dígitos: preservación de materiales audiovisuales

Candela Ollé

Un buen tratamiento documental y garantizar su preservación son dos factores claves para poder conservar el patrimonio audiovisual de un país. Actualmente los procesos de digitalización son una realidad, pero todavía no han llegado a transformar digitalmente todo el fondo nacido analógico. La celebración del día mundial del Patrimonio Audiovisual y la reciente publicación de un artículo sobre la temática, han sido buenas excusas para hablar de ello.

 

El pasado 27 de octubre se celebró el día mundial del Patrimonio Audiovisual. Desde Televisió de Catalunya y Televisió Valenciana se hicieron eco de la jornada con la difusión del vídeo Descobreix l’arxiu y del documento elaborado por la Unidad de documentación de RTVV donde se explica, con el programa Dossiers titulado “Poeta de meravelles, Vicent Andrés Estellés”, el trabajo de análisis del modelo de trabajo del departamento de documentación y la reutilización del fondo preservado. Un ejemplo brillante de documentación periodística. Por otra parte, el Centro de Investigación y Difusión de la Imagen (CRDI) del Ayuntamiento de Girona también aprovechó la ocasión para inaugurar el Museo de la Fotografía de Girona (MFGi), un nuevo museo virtual accesible a través de dispositivos móviles (iPad e iPhone) y a través de la web.

 

Recordar la necesidad de preservar y difundir una parte significativa del patrimonio cultural, las imágenes y los sonidos que configuran la memoria de los siglos XX y XXI, es una tarea otorgada a los departamentos de documentación de los medios de comunicación, a los archivos, a los archivos fílmicos, a las bibliotecas, a los museos, etc. pero que no cuenta con el apoyo, ni nacional ni estatal, de ninguna normativa legal ni organismo regulador. A nivel europeo si que hay las iniciativas y orientaciones elaboradas por la IFTA/FIAT que, a pesar de ser muy generales, permiten no empezar desde cero.

 

Con los procesos de digitalización iniciados hace aproximadamente una década, los diferentes centros que cuentan con materiales audiovisuales están haciendo una labor importante para preservar y poner a disposición de los usuarios sus fondos patrimoniales. Tal y como comentan González-Ruiz, Térmens y Ribera (2012), existe el peligro de pérdida debido al deterioro de las grabaciones en soportes magnéticos y también de la desaparición de los aparatos necesarios para su lectura.

 

Así como los procesos de selección, análisis y tratamiento documental han sido elaborados a medida, según las necesidades de cada centro, mayoritariamente las políticas de preservación y digitalización también han representado este esfuerzo, hecho de manera individual por cada institución. Hay que tener en cuenta que existe una distribución desigual de los recursos: la situación de Televisió de Catalunya y de una televisión local, por poner un ejemplo, es antagónica aunque la importancia de sus fondos tiene un valor inestimable. Las posibilidades surgidas con la posterior explotación –tanto interna, de los mismos usuarios/periodistas, como comercial– son uno de los motivos principales para no desfallecer en el reto.

 

La documentación audiovisual es una materia que tanto se imparte en los grados de información como en los grados de comunicación, con pequeñas variantes. La práctica nos evidencia que los comunicadores necesitan a los documentalistas para poder recuperar la información con rapidez y eficacia pero, una vez que todo se ha digitalizado, se infravalora el análisis y el tratamiento documental, ya que con un clic se accede a los materiales audiovisuales de manera autónoma. Pero sin la riqueza que aportan los metadatos, el resumen, los criterios unificadores de título y los lenguajes controlados, entre otros, no sería posible encontrar los contenidos.

 

Las ventajas de la digitalización son evidentes. Las rutinas periodísticas han dado un giro y los comunicadores han ganado tiempo con la desaparición del funcionamiento analógico. Los documentalistas, en cambio, han visto multiplicado su trabajo ya que durante años han estado tratando los materiales nacidos digitales y a la vez digitalizando todo el fondo antiguo. Proceso que aún no está finalizado en la mayoría de medios y centros. Para que os hagáis una idea del volumen preservado en TV3 lo largo de sus casi 30 años de vida, deberíamos pasar 35 años sentados en el sofá para poder visionar todo su fondo.


Para saber más:

 

González-Ruiz, D.; Térmens, M.; Ribera, M. (2012). “Aspectos técnicos de la digitalización de fondos documentales”, en El Profesional de la Información, vol. 21, núm 5.

 

 

Cita recomendada

OLLÉ, Candela. De la pulgada a los dígitos: preservación de materiales audiovisuales. COMeIN [en línea], noviembre 2012, núm. 16. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n16.1275

 

cultura digital;  documentación;  periodismo;  televisión; 
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