El pasado 10 de febrero asistí como miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a la 38.ª Gala de los Premios Goya que tuvo lugar en la Feria de Valladolid. A las puertas del recinto, las protestas de los agricultores se hacían sentir en forma de gritos y algún que otro insulto dirigido a las personas asistentes a la ceremonia.