Número 40 (enero de 2015)

¿De verdad queremos saberlo todo?

Antoni Roig

En estas últimas semanas han sido diversos los anuncios relativos a la revitalización de franquicias clave de la cultura popular contemporánea. Así, Crepúsculo, Harry Potter, Breaking Bad, Star Wars, Twin Peaks e incluso Mad Max han sido objeto de noticias o adelantos sobre su inminente futuro, para deleite de sus seguidores. En los casos de más larga trayetoria, algunos de sus fans se han dedicado desde hace tiempo a la creación de sus propias historias y en la actualidad se llega incluso hablar de la batalla por el control de los “universos expandidos”. Y yo no puedo dejar de hacerme una pregunta: ¿de verdad queremos “saberlo todo”?

Las vacaciones navideñas son proclives a especiales, anuncios, listas, avances y recapitulaciones sobre lo que nos ha deparado el año en fuga y lo que está por venir. También es momento para que las grandes cadenas de televisión realicen parones vacacionales de sus programas estrella, a la vez que calientan motores novedades que pretenden mantenernos expectantes… como mínimo hasta el verano. Muchas de ellas en forma seriada... Así sabemos que se acerca You’d better call Saul o Agent Carter (spin-offs de Breaking Bad y del universo Marvel, respectivamente), a la vez que han causado sensación noticias y tráilers sobre las resurrecciones/nuevas entregas de The Avengers, Star Wars, Mad Max o Twin Peaks. Este último caso es especialmente curioso por inesperado, sí, pero también por haberse editado recientemente una caja en Blu-ray titulada... The Entire Mistery: en estos tiempos, parece claro que nada es nunca completo.

 

 

 

 

 

 

 

 

En televisión no han faltado los regresos especiales por Navidad que tanto cuidan los británicos, como ha sido el caso de Black Mirror o el ya tradicional de Doctor Who. Mientras tanto, en Pottermore, sitio web oficial del universo de Harry Potter en el que participa activamente J.K. Rowling, se sigue ampliando el canon de la saga con nuevas historias sobre los personajes, mientras se está dando forma a una nueva franquicia cinematográfica sobre el universo Potter en forma de precuela (Fantastic beasts and where to find them). Por su parte, Facebook acogerá cortometrajes con nuevas historias enmarcadas en Crepúsculo y... ¿qué os puedo contar de Star Wars: el despertar de la fuerza? Ha generado incontables comentarios e interpretaciones de cada imagen de su teaser, lo que demuestra el ansia de saber más un año antes de un estreno que promete desencadenar histeria colectiva, incluyendo probablemente la mía.

 

 

En casi todos los casos anteriores (y otros muchos todavía en plena ebullición, como The walking dead, Game of Thrones, los relatos de Tolkien y la Tierra Media, Star Trek, los superhéroes de Marvel o DC Comics, The Hunger Games, The Maze Runner, sin entrar en el mundo de los videojuegos...) encontramos un elemento en común: el diseño de universos de ficción en los cuales se enmarcan potencialmente múltiples historias y que se caracterizan por ofrecer la posibilidad de profundizar y explorar en los mismos, abriendo caminos para lo que se denomina una “semiosis infinita” (término de Charles S. Peirce, citado frecuentemente por Carlos Scolari). Así, llamémosle como le llamemos a este contexto, está claro que una de las principales características de la cultura contemporánea es este énfasis en los mundos ficcionales como marco y articuladores de relatos y, por tanto, propiedades clave para impulsar franquicias. O lo que es lo mismo, para generar negocio a lo largo del tiempo, estimulando colectivos y comunidades de seguidores atraídos por estos mundos de ficción, frecuentemente fantásticos, coherentes y expandibles; un estímulo a la imaginación guiada a través de un canon “oficial” que define las características y elementos del mismo, de manera no muy distinta a los juegos o incluso a los cuentos populares, que llegan a adoptar diferentes formas en diferentes tradiciones.

 

Sean secuelas, precuelas, spin-offsreboots o reimaginaciones, cobra mayor importancia la relación causal en el marco de un mundo imaginado. En ocasiones el resultado no es particularmente distinto de las secuelas y serializaciones clásicas (rayando en la simple explotación del éxito, hablo de ti, Paranormal Activity), pero en otras se construyen sofisticadas redes de interrelaciones, de manera que en un relato influyen eventos o condicionan otros. Es lo que está haciendo Marvel en su estrategia por fases, de manera que tenemos films para superhéroes individuales, films colectivos y series de televisión con otros personajes que transitan idénticos universos en tiempos similares (o con timelines y eventos interconectados) y se encuentran, por tanto, sujetos a grandes giros comunes (DC Comics está adoptando una estrategia similar en televisión y en cine, a través de Arrow, The Flash, Superman, Batman o la Liga de la justicia). En ocasiones la fiebre por la “semiosis infinita” llega a querer buscar la coherencia y las relaciones donde no parece muy probable que las haya, como es el caso de la teoría Pixar, propuesta por Jon Negroni, que sostiene que todas las películas de la célebre compañía de animación forman parte de un único universo, trenzando una hipotética coherencia entre productos tan dispares como Toy Story, Brave, Wall-e, The incredibles, Ratatouille, Up o Monsters Ltd.

 

En este contexto se produce una paradoja tremendamente humana: producimos continuamente caminos con pistas sin fin, hilos de los que tirar, migas de pan que reseguir; formulamos más y más preguntas en busca de respuestas, vamos abriendo y cerrando puertas, porque nos tienta crear misterios, nos encanta intentar resolverlos, pero a la vez nos atrae lo oculto, lo sugerido, lo inescrutable, lo vagamente especulable... Queremos saberlo todo, nos frustran las puertas cerradas, los espacios en blanco, pero no saberlo todo es a la vez el espacio privilegiado para la imaginación.

 

Para saber más:


Scolari, C. (2013). Narrativas transmedia: cuando todos los medios cuentan. Deusto.

 

Y hablando del contexto de la cultura contemporánea:

 

Roig, A.: Cariño, tenemos que hablar (de 'transmedia'). COMeIN (nº29)

 

Banda sonora:

 

Angelo Badalamenti: Twin Peaks Soundtrack (Warner Bros. Records, 1990)

 

Cita recomendada

ROIG, Antoni. ¿De verdad queremos saberlo todo? COMeIN [en línea], enero 2015, núm. 40. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n40.1503

cine;  cultura digital;  entretenimiento;  televisión; 
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