Número 54 (abril de 2016)

Raspberry Pi, el Code Club y el movimiento maker

Víctor Cavaller

El pasado 29 de febrero del 2016, con ocasión del cuarto aniversario de las primeras ventas del Raspberry Pi 1, Eben Christopher Upton, fundador de Raspberry Pi Foundation, y actualmente CEO de Raspberry Pi (Trading) Ltd., anunció el lanzamiento de la Raspberry Pi 3 a un precio de 35 dólares. El anuncio llegó cuatro meses después de que Code Club (el 3 de noviembre del 2015) se convirtiera en una subsidiaria de la Fundación Raspberry Pi.

 

Para aquellos que no conocen qué es Raspberry Pi podemos decir que es un mini ordenador de bajo coste del tamaño de una tarjeta de crédito, técnicamente llamado Single-Board Computer (SBC), ordenador mono placa. Originalmente fue creado como herramienta educativa con el objetivo de ayudar a la enseñanza de las ciencias de la computación, ya que incorpora la arquitectura y los componentes básicos de un ordenador en un espacio reducido.

 

 

Cuando se empezó a comercializar, en febrero del año 2012, nadie habría pensado que llegarían a vender hasta ocho millones de unidades con un ritmo creciente de demanda, actualmente situado en 200.000 unidades mensuales.

 

Sus progresivas mejoras, en cuanto a procesador y memoria, así como su versatilidad, han acabado convirtiendo Raspberry Pi en una magnífica herramienta de enseñanza de programación y en una útil plataforma para el diseño de aficionados y para usos informáticos generales.

 

Ciertamente, la segunda evolución del Raspberry Pi 1, el Raspberry B +, salió en julio del 2014 mejorando en consumo energético y conectores. Medio año más tarde, el 2 de febrero del 2015, se anunció Raspberry Pi 2, que disponía de un procesador con un rendimiento hasta 6 veces superior al anterior modelo y con un GB de memoria RAM. El 29 de febrero el Raspberry Pi 3 se anunciaba con una mejora de un 50-60% en su rendimiento y la incorporación de un chip integrado que le da conectividad Wifi y Bluetooth (Raspberry, 2016).

 

Sin embargo, lo que ha popularizado el uso del Raspberry no es su sencillez y constantes mejoras, sino el enorme papel que está ganando en el movimiento maker, que "hace que más y más usuarios experimenten y se conviertan en creadores de todo tipo de ingeniosas soluciones hardware y software basadas en las Raspberry Pi" (Xataca, 2016). La fundación Raspberry Pi apoya diferentes distribuciones Linux adaptadas a la arquitectura ARM (Advanced RISC Machines), Raspbian, RISC OS 5, Arch Linux ARM y Pidora, y promueven principalmente el lenguaje de programación Python, Tiny BASIC , C, Perl y Ruby.

 

Consecuentemente, Raspberry Pi se ha acabado posicionando como una plataforma que combina eficientemente hardware-software de bajo o cero coste de gran valor de uso para los amantes de las ciencias de la computación.

 

 

La alianza entre Raspberry Pi y el movimiento maker se ha completado con la incorporación del Code Club, un club de enseñanza de programación organizado en forma de red internacional de voluntarios expertos en programación dirigida a niños en edad escolar.

 

Code-Club tiene sedes en diferentes países del mundo y desarrolla proyectos que enseñan a los niños "como programar, mostrándoles cómo hacer juegos de ordenador, animaciones y sitios web". Los voluntarios van a su club local, generalmente en bibliotecas, en horario extra-escolar durante una hora a la semana y enseñan un proyecto. Code-Club "dispone de una serie de materiales didácticos que han sido pensados con el objetivo de que los niños puedan aprender los fundamentos de la programación a través de la estimulación de su creatividad" (Code-Club, 2016; Codeclubcat, 2016).

 

Para saber más:

 

Rasberry Pi (2016). Raspberry Pi 3 on sale now at $35.

 

Code-Club (2016).

 

CodeClubCat (2016).

 

Xataca (2016). "Nuestro sueño es convertir a las Raspberry Pi en PCs para todos los públicos". Entrevista a Eben Upton.

 

Cita recomendada

CAVALLER, Víctor. Raspberry Pi, el Code Club y el movimiento maker. COMeIN [en línea], abril 2016, núm. 54. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n54.1630

creatividad;  diseño; 
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