La excusa inicial para organizar la charla fue la presentación de la guía del mismo título coordinada por la subdirectora de la
Fundación del Festival de Sitges y tutora del
máster en cine fantástico UOC-Sitges,
Mònica Garcia, quien moderó y alentó un apasionante diálogo entre David Mitjans (
A Contracorriente Films) y David Rodríguez (general manager en
comScore). La conversación partió del reto de
cómo intentar tasar algo tan único e incierto como es el valor de una película en términos de mercado. Ambos expertos coincidieron en la multitud de factores incontrolables que pueden alterar radicalmente el posible rendimiento de un
film, así como dificultar el hecho de poder identificar la fecha de estreno más adecuada. Un escándalo que erosione la credibilidad y el atractivo de una estrella (como fue el caso del rendimiento del último film de
Woody Allen,
Wonder Wheel, afectado inesperadamente por las acusaciones de abuso sexual hacia el director) hasta condiciones climatológicas inesperadas, la competencia de algún acontecimiento deportivo o incluso estrenos televisivos (como una nueva serie completa en
Netflix) pueden dar al traste con la más concienzuda planificación. Pero ello no imposibilita establecer estrategias para minimizar riesgos. Entre las habituales, la comparativa con el rendimiento de otros
films similares o el desarrollo de algoritmos que ayuden a encontrar la fecha de estreno en salas de cine más adecuada a través de un análisis de la competencia. Como explicó Rodríguez,
comScore aplica este principio en su herramienta
Forecast; y es que aunque el peso del rendimiento en taquilla es menor que hace años, sigue siendo clave de cara, por ejemplo, a favorecer las ventas a televisión. Por tanto, las salas de cine siguen marcando en buena medida la trayectoria posterior de un
film.
¿Cómo se compra una película?
David Mitjans explico de forma muy didáctica el papel de los llamados
Sales Agents (agentes de ventas), que actúan como intermediarios entre los productores de un
film internacional y los posibles
distribuidores en cada país, en procesos de negociación muy intensos y rápidos que tienen lugar en mercados y festivales. Aunque lo más habitual hace unos años era comprar una
película acabada para su
distribución, últimamente se tiende a comprar a partir del guion y el dossier de proyecto donde se detallen puntos de interés como el director o los actores: la
precompra es así la única opción para hacerse con films
seguros en taquilla con estrellas sólidas o directores de éxito (Mitjans citó a
Liam Neeson como ejemplo). Es también habitual que los agentes de ventas viajen a festivales con un proyecto y, si obtienen suficientes contratos de
distribución, se dé entonces luz verde a la producción de la
película. Los riesgos de este sistema para el distribuidor son evidentes, ya que hay que comprar algo que no se ha visto y que no es seguro termine produciéndose. En los festivales también se compran películas acabadas que hayan recibido algún galardón, aunque esto tampoco es garantía de éxito, ya que se trata de
films minoritarios, conocidos como
arthouse films que resultan más difíciles de vender a televisiones.
¿Qué garantías tenemos?
Como es bien conocido, indica Mitjans, la presencia de estrellas, particularmente actores y directores es un factor importante, aunque no proporcione total certeza. Es interesante tener en cuenta que hay estrellas que han dejado de funcionar en
cine, pero que en cambio siguen siendo valores atractivos para
televisión, como es el caso de
Nicolas Cage,
Pierce Brosnan o
Bruce Willis. Este tipo de actores también resultan de interés para plataformas como
Netflix, donde un rostro conocido ayuda a singularizar un
film dentro de un vasto catálogo. También hay agentes especializados en productos orientados a televisión, ya que las cadenas agradecen ofrecer algunos productos en primicia que no hayan pasado por salas. David Rodríguez apunta que el
cine fantástico dispone de una cierta masa crítica de público fiel, lo que puede ser una garantía, pero también que tras el boom del cine de terror actual (
It o el universo
Expediente Warren) suelen haber multinacionales como
Warner. Esto es debido a que el público del terror, apunta Mitjans, es joven y resulta caro llegar hasta al mismo. Al igual que sucede en otros géneros, hay pocas películas medias de éxito, con excepciones como la reciente
Hereditary.
La paradoja del mercado interior
En relación a las
películas españolas, el proceso de
distribución es incluso más complicado, porque en este caso, es habitual que las
películas ya tengan como co-productor una televisión (p.e.
RTVE,
TV3,
Mediaset o
Atresmedia) y quizás incluso una plataforma (p.e.
Movistar), con lo que el
distribuidor se queda con poco margen. Esto, junto con la proximidad con los productores hace que se tengan que buscar acuerdos específicos caso por caso y con más detalle que en los films internacionales, por ejemplo en el lanzamiento, pósters, trailers, etc. Por todo ello, curiosamente,
distribuir en el propio país termina siendo más complicado.
Para saber más:
GARCIA MASSAGUE, Monica et al. ¿Cuánto vale una película? Editado por Nivell 10, Ayuntamiento de Sitges. Sitges, 2017
Banda sonora:
Cita recomendada
ROIG, Antoni. ¿Cuánto vale una película? COMeIN [en línea], octubre 2018, núm. 81. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n81.1871