Número 96 (febrero de 2020)

Cinefilia, nostalgia y ejercicios de estilo en el póster cinematográfico

Gemma San Cornelio

Recientemente he tenido la ocasión de ver una cierta cantidad de pósteres alternativos de películas de cine y también de series de televisión. La verdad es que, a pesar de conocer el fenómeno, no tenía conciencia del alcance del mercado paralelo que constituyen este tipo de productos, distribuidos en lugares, como por ejemplo, Mondo posters. En este artículo comentaré brevemente cuáles son las principales características de estos tipos de productos que están a medio camino entre el diseño y el fan art.

La primera impresión que tenemos al visionar estos pósters en una tienda o surfeando por la red es... pero, ¿es el original o no? Si tienes dudas, no eres el target de estos posters. Su público principal es gente cinéfila, con una cierta cultura cinematográfica y con un mínimo de conocimientos de cine clásico y contemporáneo. Si, por el contrario, eres capaz de distinguirlos rápidamente de los originales (a veces comparten espacio con versiones de pósteres de películas distribuidas en otros países y eso te puede engañar), entonces enseguida descubres que la principal diferencia con los originales, en términos generales, es el objetivo comunicacional de estos: si bien la función del cartel de una película es promocional y, por tanto, persuasiva, la función del póster reinterpretado es recreativa o apreciativa, es decir, aspira a hacerte recordar un momento, una escena específica del film. En este aspecto, huelga decir que se acercan más al arte que al diseño. Sin embargo, en su contenido a veces sucede que estos carteles van tan lejos que avanzan demasiada información. Es el caso de algunos de los pósteres dedicados a la película El club de la lucha, donde en el cartel se adelanta lo que en la película se desvela en la última escena, eliminando el suspense de esta. Un spoiler en toda regla, vamos.

 

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Así pues, como decía, una de las funciones de estos carteles es recordar momentos interesantes o fijarse en alguno de los personajes o cierto aspecto sobre el que profundizar y desarrollar un fan art. Continuando con la misma película:

 

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En otros casos, se trata de ejercicios de diseño, que tratan de interrogarse sobre qué aspecto tendría un cartel si le cambiáramos su estilo gráfico. Este es el caso de pósteres que se han reformulado, por ejemplo, de acuerdo al recurso visual de la máscara que simula una doble exposición fotográfica (incluye abajo una imagen recortada) y que se ha puesto de moda, entre otros, por la secuencia de inicio de la serie True detective:

 

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Más allá de la «actualización» a tendencias gráficas más recientes, también hay versiones que reelaboran el cartel en función de los códigos visuales de hace cincuenta años. Este es el caso del artista Alexei Kot que versiona las películas Titanic, La La Land, Rogue One.

 

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O los múltiples tributos a artistas como Saul Bass y a su famoso cartel de la película Vértigo.

 

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Piezas alternativas para cinéfilos y nostálgicos

 

Esta afición por los pósteres de cine alternativos se manifiesta, además de en sitios especializados de distribución, también en grupos de coleccionistas que llegan a hacer encargos a artistas concretos de su gusto y estilo para realizar versiones de carteles. Según el ilustrador, Juan Carlos Ruiz Burgos, que fue contactado por un grupo de coleccionistas, en EE. UU. hay grupos que se organizan para enviar peticiones a artistas, los buscan y les pagan entre todos. Se mueven fundamentalmente por redes sociales como Facebook.

 

Este artista considera que se trata de nostálgicos que echan de menos el arte dedicado de los diseñadores de pósteres que caracterizaron el sector hasta mediados de los años noventa, y que, con posterioridad, este trabajo artesanal se dejó de lado, optando por fórmulas más sencillas y de menos valor artístico. Uno de los autores más añorados, en este sentido, sería Drew Sturzan, quien diseñó los pósteres de películas míticas de aquella época como Regreso al futuro, Indiana Jones o Harry Potter.

 

Sea como fuere, la afición por los pósteres de cine y, actualmente, de series de televisión pone de manifiesto cómo la creatividad y la apropiación estética de un producto cultural es parte del proceso de consumo cultural y que, seguramente, este componente generacional determina qué tipo de contenidos atraen la atención y son versionados. Las plataformas de contenidos digitales lo saben muy bien y usan ampliamente el recurso de la nostalgia para engancharnos a estos contenidos. Si ello sirve para estimular la creatividad y realizar trabajos como los comentados en este artículo, bienvenida sea esta nostalgia.

 

Para saber más:

https://historia-arte.com/articulos/los-carteles-de-drew-struzan

https://www.ideal.es/culturas/granadino-crea-posters-20190610200135-nt.html

 

Cita recomendada

SAN CORNELIO, Gemma. Cinefilia, nostalgia y ejercicios de estilo en el póster cinematográfico. COMeIN [en línea], febrero 2020, no. 96. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n96.2012

cine;  diseño;  televisión;  fandom;  arte;  creatividad; 
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