Número 54 (abril de 2016)

La gente pregunta, la gente aprende

Sandra Sanz Martos

Las iniciativas de participación que impulsaron los movimientos sociales y que algunos partidos políticos se han visto obligados a imitar, van en aumento. Sin duda es una tendencia al alza, una manera de proceder que se está implantando con fuerza. Cada vez son más los partidos (sobre todo los más cercanos a la izquierda) que se preocupan por recopilar la opinión de la ciudadanía.

El PSOE, por ejemplo, puso en marcha para las elecciones las Organizaciones Sectoriales, que son estructuras de participación directa de los afiliados, afiliadas y simpatizantes del partido en tareas de información, debate y propuestas relacionadas con los temas o materias que cada una trata en su ámbito. Pero ni de lejos se acercan a los que en su momento fueron pioneros.

 

 

Hace ya cinco meses que Plaza Podemos lanzó su versión 2.0. En plena pre-campaña de las elecciones generales presentaron una plataforma más amigable y usable “y que ayuda a que todo el mundo, venga de donde venga, pueda participar sin sentirse abrumado por un interfaz complejo. A la vez de más sencilla es más potente”, anunciaron en su espacio de debate. Fue creada por voluntarios, expertos programadores en código libre. Este nuevo espacio agiliza la participación en los debates y el surgimiento de estos. Es todo más fácil: iniciar debate, votar, comentar, etc. “Es necesario estar dado de alta, con todas las garantías de seguridad, para poder participar en los debates y votar en las propuestas. De esta manera se aseguran de que realmente cada persona cuente como un solo voto”. 

 

Plaza Podemos 2.0 se mejoró también con la intención de recoger el testigo en la elaboración del programa del partido de cara a las elecciones generales. La nueva plaza pretende estar en constante evolución mejora y crecimiento y se irán habilitando nuevas dinámicas de participación de manera mucho más rápida. 

 

Confieso que no había vuelto a comprobar si esas intenciones se habían materializado hasta hoy. Y confieso, además, que dicha comprobación la he hecho con cierto escepticismo. ¿Le sigue interesando a un partido que se ha convertido en pieza clave para formar gobierno fomentar la participación ciudadana? Y más aún, ¿se sigue teniendo en cuenta? 

 

Hasta que se creó la nueva versión, esta plataforma contaba con 2 estructuras principales de organización. Las ICPs (Iniciativas Ciudadanas de Podemos), que se pusieron en marcha para recoger aquellas propuestas que contaban con más apoyo. Se trata de un novedoso mecanismo de participación que eleva de categoría a las múltiples propuestas que se vuelcan continuamente en la Plaza. Cuando una propuesta se convierte en ICP pasa a ser un tema tratado por la dirección del partido. La otra estructura son los famosos Círculos, agrupaciones voluntarias y abiertas de personas que convergen a partir de su interés por el cambio y que se sustentan en la democracia y en la participación. Existen dos tipos de círculos: los territoriales, que pertenecen a un territorio determinado, y los sectoriales, que trabajan en un área programática o categoría profesional. Poseen independencia organizativa siempre que se respeten los documentos aprobados por la Asamblea Ciudadana. Cualquier persona puede poner en marcha un círculo y solicitar su validación, no hace falta estar inscrito o ser miembro de Podemos. 

 

Pero desde el pasado mes de febrero se ha puesto en marcha otra nueva estructura, lo que contesta a mi pregunta. Realmente les sigue interesando, pese a que el poder parece que cambia al más imperturbable. La gente pregunta es un nuevo mecanismo de participación de Podemos, que según decían en su presentación “está dentro de nuestro compromiso por hacer de la participación política un eje transversal de nuestro trabajo. Hemos entrado a las instituciones para ponerlas al servicio de la gente, para abrirlas a la ciudadanía y hacerlas transparentes y participativas. El mecanismo de participación es muy fácil: consiste en ceder a la ciudadanía algunas de las preguntas planteadas en los plenos y comisiones, para que la voz de la gente entre en las instituciones. Cada mes abriremos un plazo para poder proponer preguntas y apoyar la del resto de la gente. Las diez preguntas más apoyadas serán trasladadas al grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid, para que tres de ellas sean expuestas en los espacios plenarios de ese mes. El resto de las preguntas se incluirán en las diferentes comisiones o se formularán como preguntas escritas al gobierno.”

 

Además de estas iniciativas, también se pregunta constantemente por los mecanismos de participación, y se recogen opiniones sobre lo adecuado de su funcionamiento.

 

Otros de los pioneros en la participación y sobre todo en propiciar el aprendizaje de las experiencias de sus miembros es la Plataforma de los Afectados por la Hipoteca (PAH). Hace ya año y medio anunció su Escuela para negociar con los bancos (Público). “Una escuela basada en el aprendizaje colaborativo para aprender, entre otras cosas, a negociar con las entidades financieras, a comunicar y a llevar a cabo proyectos de obra social. En la primera jornada de esta escuela participaron más de 15 plataformas de afectados de otras tantas localidades.” La idea de la escuela es que los activistas más veteranos de la plataforma enseñen a los que cada día se suman a las asambleas de la PAH cómo mejorar esta situación. Son espacios de formación participativa, donde también se pueda conocer mejor el movimiento y sus valores. La escuela además realiza talleres y actividades y facilita materiales diversos.

 

Sin duda la PAH también ha ido creciendo y haciéndose más fuerte, aunque ya no cuenta con la mediática Ada Colau como portavoz. Han aumentado sus espacios de participación en su web y los documentos compartidos y han producido distintas publicaciones. No en vano han paralizado 2.045 desahucios y han realojado a 2.500 personas a través de su obra social.

 

Su protagonismo ha cobrado tanta fuerza que durante la campaña electoral de las elecciones generales del 20D han presionado a los diferentes partidos para que añadieran en sus programas las cinco medidas que según ellos resolverían muchos de los problemas de los afectados por la hipoteca: dación en pago retroactiva, alquiler asequible, stop a los desahucios, vivienda social y suministros garantizados. Son las famosas 5 de la PAH.

 

Creo que se hace evidente que la participación y el aprendizaje colaborativo fortalece estas iniciativas sociales favoreciendo su crecimiento y consolidación. En Podemos la gente pregunta y propone cosas. En la PAH la gente aprende y comparte sus experiencias. Si alguien quisiera hacer un estudio del ROI (retorno de la inversión) sin duda éste sería positivo. El éxito de estos movimientos sociales está claramente basado en el intercambio de información y en el aprendizaje. Y, por extensión, es un éxito para nuestra sociedad. Que la gente pregunte, se cuestione las cosas, aprenda y aproveche el conocimiento de los demás es bueno para cualquier sociedad. Nos hace más críticos y, en su conjunto, más inteligentes. Podríamos decir entonces, en palabras de Howard Rheingold (2002), que ¿ya actuamos como una “multitud inteligente”?. Probablemente sí.

 

 

Para saber más:

 

 

Rheingold, Howard (2002). Multitudes inteligentes. La próxima revolución social.

 

Cita recomendada

SANZ MARTOS, Sandra. La gente pregunta, la gente aprende. COMeIN [en línea], abril 2016, núm. 54. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n54.1626

comunicación política;  gestión de la información;  comunicación y educación; 
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