En 1984, después del éxito de la película Blade Runner, Apple encargó al prestigioso director de cine Ridley Scott la campaña de lanzamiento de su Macintosh 128K. Scott no fue el primero en dar el salto del cine a la publicidad, pero esa campaña de 60 segundos de duración está considerada hoy en día una de las campañas más famosas y exitosas de la historia de la publicidad.