Número 101 (julio de 2020)

Alternativas para medios de proximidad tras la pandemia

Patricia Estévez Jiménez

Hace unas semanas publicamos un artículo en el que remarcábamos la importancia de la comunicación de proximidad para entender la realidad que nos rodea en tiempos de crisis y participar en nuestras sociedades. En este, ahondamos en los retos que el periodismo de proximidad tiene que afrontar para sobrevivir, como la gran dependencia de la publicidad y la legislación vigente.

Eduardo Suárez, director de Comunicación del Reuters Institute, publicaba en el Washington Post un artículo en el que identificaba las tres amenazas de la pandemia para el periodismo en español: la amenaza económica, causa del descenso de ingresos; la amenaza a la libertad de prensa de líderes autoritarios y magnates poderosos y la dificultad de los florecientes medios digitales para poder sostenerse. ¿Son estas amenazas las mismas que penden sobre el periodismo de proximidad en España?

 

Los medios de comunicación llevan décadas en crisis. La reconversión forzada por la llegada de la TDT e internet, junto con la crisis financiera acabaron con muchos de ellos. Solo entre 2008 y 2015, 375 medios cerraron en España y más de 12.000 periodistas perdieron su trabajo por recortes: no hay más que echar un vistazo al listado que acompaña el Informe Anual de la Profesión Periodística de 2015 de la Asociación de la Prensa de Madrid para darse cuenta de que la mayor parte de ellos pertenecían a medios de proximidad en todos sus modelos. Pero también es verdad que la crisis conllevó oportunidades y, en el mismo informe, se listaban los 579 medios de comunicación iniciados por periodistas durante esos mismos años: la mayor parte electrónicos; entre ellos, muchos medios hiperlocales, la expresión más abundante del modelo de medio de proximidad en internet. Según Metzgar, Kurpius y Rowley, «son aquellos con limitaciones geográficas específicas, orientados a la comunidad, con contenidos originales realizados para internet y que se desarrollan para ocupar los vacíos informativos en la cobertura de un tema o región y promover la participación cívica».

 

El último Digital News Report 2020 del Reuters Institute nos muestra que España está entre los cinco primeros países estudiados con mayor proporción de población interesada o muy interesada en noticias locales (62%). Sin embargo, la proporción de población joven entre 18 y 24 años (34%) que valora esta información es considerablemente menor al púbico mayor de 45 (64%). Sin duda, como estiman desde el Reuters Institute, apelar a la población más joven es uno de los retos más acuciantes.

 

En el Estudio de la Inversión Publicitaria en España 2020, InfoAdex cifra en un 0,2% el decremento general de inversión en medios en 2019 (en comparación con 2018), aunque, visto por sectores, las cifras fueron dispares: se produjo una bajada generalizada en prensa escrita (diarios, 9,1%; revistas, 14,5%; y dominicales, 7,8%) y en televisión (globalmente, 5,8%; autonómicas, 12,6%; locales, 5,3%; nacionales en abierto, 5,9%; solo canales de pago incrementa un 1%), mientras que los digitales conquistaron el primer puesto en volumen de inversión, con un crecimiento del 8,8%, y la radio aumentaba un 1,1%. Sin embargo, los primeros datos tras el estado de alarma son preocupantes. De acuerdo con las cifras de InfoAdex para el primer trimestre, la inversión decreció un 10,20%, pero específicamente un 27,8% sólo en el mes de marzo. A esto le siguió un decremento del 50,1% en el mes de abril, y un 51,3% en el de mayo, con respecto del mismo periodo del año anterior. Por sectores, en el primer trimestre sólo incrementaron las redes sociales (4,2%) y en los meses de abril y mayo también fueron el área de mayor inversión, aunque comparativamente sufrió un descenso de 11% y 16,9% respectivamente. Otros informes ofrecen un panorama similar: IAB Spain y PwC de seguimiento en la Inversión y Audiencia en Medios digitales en febrero y marzo y en abril cifran en un 20% y un 31,8% la caída en inversión de publicidad digital con respecto al mes anterior. La nota positiva es el hecho de que, en el mes de mayo, cifran la inversión en publicidad digital en un 20,1% más con respecto a abril, aunque supone el 49,5% menos del mismo periodo del año anterior. La audiencia, que en un principio incrementó en páginas vistas en un 29% y un 64% en minutos de navegación respecto a la primera semana de enero, se ha estabilizado posteriormente –un 3% más en páginas vistas y un 28% más de minutos de navegación.

 

Alternativas ante la crisis

No tenemos cifras del impacto directo en medios de comunicación de proximidad más allá de las publicadas sobre televisiones autonómicas que veíamos anteriormente, pero si entendemos que los medios locales viven en gran parte de la publicidad proveniente de actividad económica local, es fácil imaginar el grandísimo impacto que habrá tenido para sus cuentas el confinamiento. Una gran cantidad de medios locales y regionales han realizado ERTE de diversos tipos: el Grupo Joly, Vocento, Prensa Ibérica, Henneo… Y en Baleares se cifran en más de 200 los trabajadores afectados. Pero también hay que destacar las actitudes proactivas de empresas como Ediciones Plaza, que ha decidido mantener a toda su plantilla sin ERTE durante la pandemia, como compromiso con la sociedad a la que informa. Toda esta situación es realmente desafortunada, porque llega cuando la EPA del primer trimestre de 2020 cifraba los parados en periodismo y comunicación en 24.600, la cifra más baja de la última década.

 

Para paliar la situación, la industria de medios se ha unido a las demandas de las industrias culturales y creativas como sector prioritario al que la Unión Europea debe dedicar “medidas presupuestarias ambiciosas”. Específicamente, la Federación Europea de Periodistas (FEP) ha instado a la Comisión Europea, el Parlamento y los Gobiernos a tomar medidas coordinadas y rápidas en apoyo del personal trabajador de los medios, cualquiera que fuera su vinculación económica. Además de afirmar la esencialidad del sector, entre toda una batería de medidas, insta al incremento de financiación de los medios públicos y el apoyo financiero de medios privados, especialmente aquellos de cobertura local. Distintos Gobiernos europeos como el austriaco, danés, sueco y británico ya han tomado medidas, pero también organizaciones privadas han puesto en marcha iniciativas de ayuda dirigidas a los medios de proximidad. El European Journalism Centre ha establecido un fondo de ayuda de emergencia de 3 millones de euros con la colaboración del Facebook Journalism Project para financiar medios europeos locales y regionales, pequeños y medianos, que incluía a periodistas independientes y freelance. Google News Initiative también ha lanzado un proyecto similar para empresas locales y regionales pequeñas y medianas (de 2 a 100 trabajadores) denominada Fondo global de ayuda para emergencias periodísticas. Pero hay muchos fondos privados más de la mano de Twitter, Pulitzer Prize, Internews, National Geographic, la International Women’s Media Foundation… y con frecuencia enfocados al periodismo local o hiperlocal. De cualquier manera, los medios de proximidad deberán revisar sus planes de negocio e intentar encontrar alternativas para la diversificación de sus ingresos como pueden ser los métodos de suscripción, ahora que la ciudadanía parece más proclive a comprender la necesidad del apoyo directo a los medios.

 

Pero lo económico no es la única amenaza de los medios de proximidad. No podemos olvidarnos de que, en el último informe de Pluralidad de los Medios del Centre for Media Pluralism and Media Freedom, España está clasificada como un país de riesgo alto en cuanto a concentración cruzada de los medios de comunicación, ya que no existe legislación vigente que la limite. Además, tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de Europa consideran los medios locales y comunitarios esenciales para el mantenimiento del pluralismo y la democracia en nuestras comunidades; sin embargo, en cuanto a inclusión social, este informe alerta asimismo de un riesgo medio (cercano al 50%, que marca el comienzo del riesgo alto) en acceso de comunidades locales y minoritarias a los medios, y en el fomento de los medios comunitarios.

 

Los medios comunitarios, el tercer sector audiovisual, son la vertiente social de los medios de proximidad, según identifica Miquel de Moragas, que complementa la vertiente territorial (local, autonómica) de estos. Sin embargo, y a pesar de que se contabilizan en más de 200 los medios comunitarios y más de 5000 las personas que en España se dedican a la producción de contenidos (la mayoría, un 29%, en ciudades menores de 100.000 habitantes), estos no son tenidos en cuenta. El Gobierno de España está siendo investigado por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras la denuncia presentada en 2017 por la Ràdio Televisió Cardedeu y la Red de Medios Comunitarios (ReMC) por no planificar licencias para medios comunitarios a pesar de que la Ley General de Comunicación Audiovisual de 2010 obligaba a ello y reconoce en su Capítulo I, artículo 4, que «todas las personas tienen el derecho a que la comunicación audiovisual se preste a través de una pluralidad de medios, tanto públicos, comerciales como comunitarios que reflejen el pluralismo ideológico, político y cultural de la sociedad». De cualquier manera, hay ejemplos de cómo en plena crisis de la COVID-19 han nacido medios comunitarios para poder mantener informada a la población, como la TV La Veïnal y la Ràdio Decidim, ambas apoyadas por el Programa Cultura Viva del Institut de Cultura de Barcelona.

 

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Web de la televisión comunitaria barcelonesa La Veïnal

 

Cita recomendada

ESTÉVEZ, Patricia. Alternativas para medios de proximidad tras la pandemia. COMeIN [en línea], julio 2020, no. 101. ISSN: 1696-3296. https://doi.org/10.7238/c.n101.2058

periodismo;  publicidad;  televisión;  régimen jurídico de la comunicación;  medios sociales;  políticas comunicativas; 
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