Número 57 (julio de 2016)

Periodismo multimedia avanzado

Candela Ollé

Anglicismos como data journalism, transmedia y mobile journalism, una avalancha de datos para tratar y mostrar, además del uso de los teléfonos inteligentes como herramientas y soportes, han entrado con fuerza en la profesión periodística. Sin embargo, la esencia del periodismo -el de siempre- aquel que narra historias con ética, que hace visible lo que no lo es o no vemos, sigue siendo la referencia que sustenta la actividad periodística, también multimedia. 

El mobile journalism, el periodismo de datos y el periodismo transmedia son el presente y el futuro de la profesión, pero la gran mayoría de profesionales necesitan formarse en estas y otras áreas punteras del sector para poder dominarlas y aplicarlas  en su día a día, ya sea como reporteros en medios o como freelance.
 
El próximo curso, en la UOC estrenaremos el posgrado en Periodismo multimedia avanzado, totalmente profesionalizador, dirigido a aquellos periodistas que quieren ponerse al día o a los graduados que quieren completar su formación. Para presentaros parte del programa entrevistamos a dos de sus colaboradoras docentes, Catalina Gayà y Ana Isabel Bernal, ambas profesionales en activo y con una dilatada experiencia.
 
Catalina GayàCatalina Gayà, es doctora en Medios de Comunicación y Cultura por la Universitat Autònoma de Barcelona. Durante 20 años ha trabajado como periodista en medios como El Periódico de Cataluña, Visible, la revista Cambio  México, Gatopardo, Rolling Stones (México), entre otros. En estas dos décadas ha combinado el ejercicio profesional con un trabajo de reflexión académica en torno a los cambios que vive el periodismo y se ha especializado en temas sociales. Actualmente, es coeditora de SomAtents  y periodista freelance. Será profesora de la asignatura Nuevas narrativas Periodísticas.
 
Candela Ollé (C.O.).: Multimedia, crossmedia, transmedia... ¿cuál es el nombre?

Catalina Gayà (C.G.): Sinceramente creo que, tras años de debate y discusión, con el término que yo me siento más cómoda es el de periodismo avanzado. Primero porque cualquier trabajo periodístico que quiera ser visible necesita trabajar en diferentes medios, generar un hilo conductor entre estos medios y que la autoría, así como la interacción con el público, no se pierda y se adapte al medio. Así que el periodismo avanzado tiene hoy en día mucho multi, de cross, de trans y, sobre todo, tiene que tener de periodismo y de autor o autora. Se trata de visibilizar la autoría y generar productos que narren una historia que visibilice aquello que no es visible, bien porque no se quiere o bien porque es tan visible que hemos perdido la capacidad de verlo.
 
C.O.: La historia que se cuenta y el compromiso con la audiencia son los ejes del periodismo transmedia. ¿Qué otros elementos caracterizan esta tipología de periodismo?
 
C.G.: Ética, responsabilidad, rigor y diálogo entre un autor, autora o autores y las personas que aparecen en la historia y el público, que ya no es audiencia. Creo, de verdad, que en el periodismo avanzado se generan posibilidades de diálogo que generan otras posibles historias, lo que genera otros textos que se suman al texto original. El autor es responsable en todo momento del texto original y puede, si quiere, trabajar y generar un lenguaje hipertextual.

C.O.: ¿Qué medios han sido pioneros en periodismo avanzado en España? Y ¿qué cabeceras siguen apostando por innovar en nuevas narrativas?
 
C.G.: Casi todas ahora lo intentan a su manera. Mis referentes son: 5W, ya no solo por la presentación, sino por la ética con la que se construyen y visibilizan los temas; SomAtents, por una apuesta radical por la acción periodística, y eldiario.es. Mis referentes de trabajo vienen más de fuera, la verdad. El trabajo de XXI, la revista francesa, de The Guardian, de la BBC, del New York Times me parece que son muy interesantes. También Gatopardo o El Faro. Todos los medios que he citado apuestan por visibilizaciones distintas, pero todos respetan su identidad y generan propuestas nuevas, sin miedo a equivocarse.
 
Ana Isabel BernalAna Isabel Bernal es doctora y licenciada en Periodismo y máster en Historia del Arte por la Universidad de Málaga; periodista freelance en Publico.es y eldiario.es, con especial atención a la incorporación de nuevas herramientas y el desarrollo del periodismo móvil. También trabaja en el proyecto 1000historias.es, es autora del libro Herramientas Digitales para Periodistas (Editorial UOC) y será profesora de las asignaturas Producción periodística para dispositivos móviles y Herramientas digitales para periodistas.
 
C.O.: ¿Qué características mínimas necesita un móvil para poder ser una buena herramienta de trabajo? Y ¿qué apps destacarías como las más interesantes y útiles para un periodista?
 
Ana Isabel Bernal (A.I.B.): Tener un buen dispositivo supone en ocasiones más del 35% del éxito de tu trabajo, así como los accesorios (baterías, puntos wifi, trípodes, etc.). El otro 30% va a depender de las condiciones de trabajo. Muchas veces mis alumnos se agobian por querer saber aplicaciones específicas y éstas son sólo una herramienta más. Ya puedes tener la mejor aplicación que sin una buena iluminación y un buen sonido, puedes devaluar la calidad de la información. Es preciso que el móvil ofrezca una buena resolución de imagen, para los vídeos y las fotografías. También hay que tener en cuenta que la mayoría de los registros en móvil se producen en hechos inesperados, de última hora, que impiden controlar muchas variables y requieren un ejercicio de improvisación. No obstante, hay aplicaciones fundamentales para un periodista móvil. Las de audio, fotografía y vídeo son las básicas y muchos pueden encontrar lo que buscan en las propias apps nativas del dispositivo, sin necesidad de instalar ninguna otra. En mi caso, para Android, tengo muchas, y las que más uso son Recorder (audio), Camera FV-5  o Vivavideo. 

C.O.: El periodismo realizado mediante el móvil y para consultar con dispositivos móviles tiene sus propios géneros. ¿En qué se diferencia del periodismo tradicional?

A.I.B.: El periodismo siempre es periodismo, pero su narratividad viene condicionada por el canal o soporte. En este caso, sí se produce una adaptación a través de nuevas narrativas, que es lo más hermoso del periodismo móvil. Tenemos dos conceptos importantes: por un lado, el periodismo que nosotros hacemos cuando trabajamos desde el móvil (que puede ser desde la organización hasta la edición); o bien el hecho de pensar en móvil (mobile first); que, aunque estemos editando desde un PC, realicemos piezas pensadas en que gran parte de la población las podrá ver desde el móvil, por su alta penetración. Y es así como surgen especificidades en las narrativas como los microvídeos, los vídeos como cápsulas de información, los Vine donde la imagen lo dice todo en siete segundos, hasta un vídeo de Instagram. Aquí aparecen cuestiones como la potenciación del 1:1 o el vídeo vertical, que cada vez se tienen más en cuenta. Y luego hay apps específicas que plantean un lenguaje diferente, como Snapchat, con potenciación de elementos simples que, aunque fomentan una narratividad breve, no están vinculadas, de forma obligatoria, con una banalización. Simplemente, hay que pensar en cada medio como un espacio específico en función de la necesidad del lector.
 
C.O.: El periodismo móvil es una realidad fuera de España. ¿Cuál es el panorama del mobile journalism en los medios españoles? ¿Cómo ves el futuro a medio plazo? 

A.I.B.: Observo una situación débil, sobre todo al trabajar con estos dispositivos. Hay pocas unidades específicas integradas en las redacciones, no como algo experimental o de laboratorio, sino con una intervención directa en el ejercicio diario y práctico. También detecto poco interés personal, aunque lo relaciono con un obstáculo tecnológico que se completa con el desconocimiento de sus posibilidades reales. A veces, hay profesionales que me trasladan dudas y desconocen que tienen la mejor respuesta a su lado, en el propio móvil. Hay un déficit  de esta materia en la formación universitaria, pero más allá de la teoría, también de la práctica, convencer de que el móvil no es sólo una herramienta personal, sino también de trabajo. Pensar en móvil, en definitiva. Y esto no invita a una simplificación en el periodismo, sino que puede ser una herramienta que incluso sea más precisa y necesaria por sus condiciones (peso, discreción, etc.) en coberturas como manifestaciones o ataques, y lo hemos visto en la propia cobertura de los refugiados sirios. 
 
Muchas gracias Ana Isabel y Catalina por dejarnos leer un poco de vuestra experiencia a través de estas breves entrevistas y, en definitiva, avanzar lo que se aprenderá en las respectivas asignaturas. 

Para saber más: 
 
 
 
Para más información sobre el posgrado en Periodismo multimedia avanzado contactad con Candela Ollé (collec@uoc.edu) 

 

Cita recomendada

OLLÉ, Candela. Periodismo multimedia avanzado. COMeIN [en línea], julio 2016, núm. 57. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n57.1652

periodismo;  cultura digital; 
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