La agenda mediática, que históricamente ha seleccionado los temas que son importantes para la audiencia, se ha visto desplazada en gran medida por las redes sociales. Las noticias de guerras y catástrofes naturales quedan ocultas y pierden actualidad rápidamente, a pesar de su continuidad y vigencia informativa. Desgranamos algunos de los factores que hacen que esto ocurra, como, por ejemplo, la fatiga informativa, la necesidad constante de nuevas historias y la carencia de confianza en los medios. Para concluir, proponemos cinco rutinas para velar por un periodismo de calidad.
Desgraciadamente, son muchos los conflictos vivos y las catástrofes naturales recientes que quedan ocultados y olvidados por los medios de comunicación con la irrupción de uno nuevo, ya sea más próximo o más letal que el anterior. Podemos mirar atrás, y no hace falta muy atrás, para encontrar conflictos activos y catástrofes sin reparar que han sido ignoradas por la mayoría de los medios. Por ejemplo: la erupción del volcán Cumbre Vieja, de la isla de La Palma, del 19 septiembre al 13 de diciembre de 2021; la Guerra Ucrania-Rusia, iniciada el 24 de febrero de 2022; la masacre al festival de música de Re’im, que supuso el inicio del genocidio de Gaza-Israel del 7 de octubre de 2023; y, más recientemente, podremos añadir la catástrofe de la DANA, en Valencia, desde el 29 de octubre de 2024.
Fijémonos en los contenidos que aparecen en las portadas del pasado 27 de noviembre, según el repaso que hace el Colegio de Periodistas de Cataluña, y podremos ver los temas que la configuran.
Portadas de cuatro diarios del 27 de noviembre de 2024
Fuente. Perfil en X del Colegio de Periodistas de Cataluña
Las cuatro portadas reunidas por el Colegio de Periodistas
Fuente. ‘Ara’ (Premsa Periòdica Ara), ‘El Mundo’ (Unidad Editorial), ‘El Punt Avui’ (Hermes Comunicacions) y ‘L’Esportiu’ (Hermes Comunicacions)
Teóricamente, el concepto agenda mediática o agenda-setting –desarrollado por Maxwell McCombs y Donald Shaw– es un contenido indispensable en las facultades de comunicación y sugiere que los medios no solo informan sobre los acontecimientos, sino que también determinan qué temas son considerados importantes para la audiencia. Esta teoría se ha resituado con las redes sociales y la influencia de las personas que hacen un uso activo: ¿siguen siendo realmente los medios quienes configuran la agenda social o bien son los usuarios de las redes quienes deciden qué temas son los más importantes del momento?
La limitación de las páginas de papel donde repartir titulares de portada se desdibuja con los medios digitales, pero, aun así, hay factores que conducen de la actualidad mediática a la caducidad informativa. Por ejemplo, la rapidez con la que se difunden las noticias. La necesidad constante de nuevas historias puede hacer que los medios dejen de lado temas importantes antes de que se hayan resuelto. Las redes sociales pueden amplificar noticias menos importantes y crear una percepción distorsionada de la realidad. Además, añadimos el concepto de fatiga informativa, causada por la sobrecarga de información que puede hacer que el público se desconecte de los temas importantes y también de noticias negativas y duras. La percepción de que los medios no cubren adecuadamente los temas importantes puede erosionar la confianza pública; junto con la desinformación y la cobertura superficial puede llevar a una comprensión errónea de los acontecimientos.
Redes sociales y saturación mediática
Las redes sociales, y los algoritmos que las conducen, tienden a promover contenidos que generan más interacción y estas tienen una influencia significativa en los medios de comunicación y la percepción de la actualidad. Por ejemplo, pueden dar una gran visibilidad a noticias que, en otras circunstancias, podrían pasar desapercibidas. La inmediatez de las redes sociales obliga a los medios tradicionales a acelerar sus procesos de publicación y esto puede generar errores y la difusión de información no verificada. Las redes sociales muestran al usuario contenido que refuerza las creencias y opiniones preexistentes, de forma que crean las llamadas burbujas informativas, pero también permiten una mayor participación ciudadana en la creación y difusión de noticias. Esto puede ser positivo, puesto que democratiza el acceso a la información. Sin embargo, en contrapartida puede limitar la exposición a perspectivas diversas y fomentar la polarización. Los temas que se vuelven virales en las redes a menudo son recogidos por los medios tradicionales. De este modo, influencian la agenda mediática y desplazan otros temas importantes que no tienen la misma presencia en línea.
Los medios de comunicación operan en un ciclo de noticias de 24 horas, en el que la constante necesidad de nuevas historias –y la consiguiente saturación mediática o fatiga informativa– puede desplazar la cobertura de conflictos bélicos y catástrofes naturales. Cuando aparecen nuevos acontecimientos, como escándalos políticos o acontecimientos deportivos importantes, estos pueden eclipsar otros temas críticos. Los medios a menudo priorizan noticias que generan más interés y audiencia, y dejan en un segundo plano conflictos bélicos prolongados o catástrofes naturales que ya no son novedad, a pesar de que sus consecuencias siguen siendo graves. El público se satura cuando un tema se cubre extensamente durante un periodo prolongado, como sería el caso de las guerras y también de las catástrofes naturales, y con el tiempo su presencia en los medios mengua, a pesar de que las necesidades humanitarias persistan. Consiguientemente, los medios tienden a reducir la cobertura de conflictos bélicos o catástrofes naturales para evitar la pérdida de audiencia. Los consumidores de noticias deben ser conocedores de estas dinámicas internas y buscar activamente información sobre temas importantes que pueden no estar en el foco mediático durante mucho de tiempo.
Rutinas para velar por un periodismo de calidad
Para velar por un periodismo de calidad, en el que la responsabilidad recae tanto en los medios como en los periodistas, es fundamental garantizar una información precisa, equilibrada y relevante, y así conseguir una sociedad muy informada y democrática. Algunas rutinas periodísticas útiles para conseguirlo son estas:
- Información que explique los hechos con fidelidad: esto implica verificar las fuentes, contrastar la información y evitar la difusión de rumores o noticias falsas. Los medios ofrecen una cobertura equilibrada de los acontecimientos, dan voz a todas las partes implicadas y evitan el sesgo. Esto es especialmente relevante en la cobertura de conflictos y desastres, en los que es fácil que algunas perspectivas queden marginadas.
- Independencia de los poderes: es esencial que los medios y los periodistas mantengan su independencia respecto a influencias políticas, económicas u otros intereses particulares, para garantizar que la información sea objetiva y no se vea distorsionada por presiones externas.
- Responsabilidad social: los medios tienen una responsabilidad social de cubrir temas importantes, como los conflictos bélicos y las catástrofes naturales, incluso cuando otras noticias más sensacionalistas puedan captar más audiencia. Su tarea es asegurar que el público esté informado sobre cuestiones que afectan a la sociedad en conjunto. Otras veces, hemos hablado del periodismo de soluciones, como especialización en sintonía con esta responsabilidad.
- Transparencia, corrección y rectificación: cuando se comete un error, es crucial que los medios y los periodistas lo reconozcan y lo corrijan de manera transparente. Esto ayuda a mantener la confianza del público y a demostrar un compromiso con la veracidad.
- Protección de las fuentes: los periodistas deben proteger la identidad de sus fuentes, especialmente, cuando estas proporcionan información delicada o que podría ponerlas en peligro. Esto es vital para garantizar que las fuentes se sientan seguras a la hora de compartir información importante.
El periodismo y los periodistas no deben perder nunca de vista qué es noticia, qué hechos debe conocer la audiencia, más allá de su dureza o de la negatividad asociada. Las redes sociales, con la opacidad algorítmica que tienen, son también configuradores de la actualidad mediática. El consumo equilibrado y crítico que hacemos como ciudadanos es la clave del éxito para tener una sociedad muy informada y democrática.
Citación recomendada
OLLÉ, Candela. «La agenda mediática olvida catástrofes y conflictos». COMeIN [en línea], diciembre 2024, no. 149. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n149.2479
Profesora de los Estudios de la Información y de la Comunicación UOC y project manager de la red Maredata
@CandelaOlle