Ponemos sobre la mesa el título Bodas de sangre y te pedimos que sin pensar nos digas los dos-tres colores que te evoca. ¿Ya? Como la mayoría de los entrevistados seguramente habrás apostado por el rojo y el negro (y si nos apuras, y con timidez, el blanco), tanto conociendo la trama de la obra como si únicamente te has dejado llevar por lo que el título sugiere o inspira. El peso sin duda se lo lleva el vocablo sangre, rojo intenso y líquido, que a la vez evoca algo oscuro, siniestro.