A raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19, la investigadora y becaria predoctoral Alkim Erol reflexiona sobre el impacto que el confinamiento estricto ha generado en nuestra sociedad. Estar expuestos a las tecnologías de la información y la comunicación dejó de ser una opción para convertirse en una necesidad perentoria. De este modo, puede haberse acelerado, justificado y apuntalado el advenimiento del llamado Surveillance Capitalism (capitalismo de vigilancia), la tendencia que convierte en mercancía nuestros datos personales.