La transversalización de género no es un reto fácil. Ni en los órganos de poder o gobernanza, ni en la elaboración de políticas públicas y sus aplicaciones prácticas. Pues, sin presupuestos, diseños y aplicación de tácticas específicas, pensadas desde lo comunitario, transversalizar el género es susceptible de ser reducido a una idea o, peor, a un ideal. Evidentemente, dentro del ámbito y de la institución universitaria, el reto existe y es mayúsculo.
Reseñamos Mujeres en Medio(s), de Asunción Bernárdez Rodal. Según su autora, los prejuicios y desconfianzas con los que parte del alumnado y profesorado se enfrentan a conceptos como igualdad y feminismo, sobre todo en ámbitos académicos vinculados con las ciencias sociales y humanidades, seguramente nacen por entender el contexto comunicativo como un espacio neutral, un espacio que suponen libre de cargas ideológicas, al menos en cuestiones de género.
No es extraño ver cómo las mujeres tenemos papeles cada vez más relevantes en la ficción televisiva y en las narraciones cinematográficas, del mismo modo que desde la industria del ocio y el entretenimiento se ofrecen productos pensados y distribuidos de una manera estratégica para los públicos femeninos. Así pues, a primera vista, podemos pensar que estamos de enhorabuena.