La inteligencia artificial (IA) se está abriendo paso en la comunicación corporativa y promete revolucionar la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, empleados, accionistas y demás públicos. Sin embargo, este potencial impacto de la IA plantea importantes desafíos éticos y de privacidad, así como preguntas sobre la relación entre la tecnología y la comunicación humana.