Número 95 (enero 2020)

La invasión doméstica

Jordi Sánchez-Navarro

Uno de los temas relacionados con la historia de la comunicación a los que se presta poca atención es el del espacio que ocupan, transforman o crean los medios. Tomemos el ejemplo de la televisión. Su implantación implicó una transformación del espacio, incluso la construcción de entornos físicos especialmente diseñados para su desarrollo. No nos referimos a la infraestructura de telecomunicaciones necesaria para transmitir sus contenidos, sino a la colonización literal del espacio físico, a su imbricación en el tejido mismo de la realidad cotidiana.

A tan apasionante tema dedica su penúltimo libro el arquitecto e historiador del cine Jorge Gorostiza. Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1956, Gorostiza es doctor en Arquitectura y compagina sus proyectos de edificios y de urbanismo con sus trabajos de historia y teoría del cine y otros medios audiovisuales. A principios de los 2000 dirigió la Filmoteca Canaria y, desde el inicio de la década de los noventa, es autor de libros como Cine y arquitectura (1990), Directores artísticos del cine español (1997), La imagen supuesta (1998), Constructores de quimeras (1999), La arquitectura de los sueños: entrevistas con directores artísticos del cine español (2001), La profundidad de la pantalla, arquitectura + cine (2007), Panorámicas urbanas: 50 películas esenciales sobre la ciudad (2016) y Construcciones filmadas: 50 películas esenciales sobre arquitectura (2019), estos dos últimos publicados en la colección Filmografías Esenciales de la Editorial UOC. Antes de la aparición de su segundo volumen en la citada colección, el autor publicó a mediados de 2019 El intruso electrónico: La TV y el espacio doméstico, un breve pero muy meritorio libro en el que propone, precisamente, prestar atención a lo que ocurrió tras la aparición del artefacto televisivo, intruso doméstico que llegó para modificar la vida cotidiana de las personas y el espacio que habitaban.

 

En el libro, Gorostiza relata, en un tono que combina el rigor académico con el impulso memorialístico, el modo en que la progresiva e imparable implantación de la televisión afectó a la disposición del hogar –pues los espectadores tuvieron que encontrar un lugar para instalar el televisor–, transformó el uso de los espacios de las viviendas –porque hubo que encontrar el modo de acomodar a las personas en actitud de espectadoras pasivas frente a las pantallas– y modificó los paisajes urbanos –dado que las azoteas se vieron pobladas de las abigarradas estructuras de hierro que pronto se conocerían como antenas–. Hoy los consumidores ven contenidos televisivos en multitud de dispositivos móviles, en cualquier lugar de la casa y fuera de ella, la actitud del espectador ya no es de reverencia frente a la hipnótica radiación de los tubos catódicos y los bosques de antenas han desaparecido de los tejados, pero las huellas del impacto del «intruso electrónico» son aún visibles en el interior y el exterior de las casas en pueblos y ciudades. Visibles y permanentes.

 

A partir del comentario de documentos históricos –desde los primeros textos académicos y de divulgación sobre el medio hasta películas sobre la televisión– y vinculando la reflexión con apuntes autobiográficos, Gorostiza desgrana las distintas facetas del fenómeno, como la ya mencionada transformación del hogar, la creciente familiaridad de los públicos con conceptos como antena o pulgada, o, lo que es más relevante en términos de impacto cultural, la irrupción del espectáculo en los espacios privados. Gracias a la televisión, la ficción audiovisual hecha espectáculo dejó de ser algo que había que ir a buscar al exterior y pudo disfrutarse en casa. Ese hecho tiene, sin duda, una indiscutible trascendencia histórica; sin embargo, lo hemos «naturalizado» como algo que simplemente pasó, inevitable, como una cuestión de simple lógica. Este ensayo de Gorostiza «desnaturaliza» ese hecho histórico, lo que nos permite el necesario «extrañamiento» previo a la reflexión sobre una de las grandes revoluciones técnicas y sociales del siglo XX. Con su mezcla de fuentes, referencias y vivencias, así como su combinación de saberes provenientes de la arquitectura, de la historia del cine y de la comunicación, El intruso electrónico: La TV y el espacio doméstico es una aportación muy notable a los estudios de historia cultural de la televisión, un campo más relevante que nunca, precisamente porque el medio se ha transformado para siempre.

 

Para saber más:

GOROSTIZA, Jorge (2019). El intruso electrónico: La TV y el espacio doméstico. Murcia: Newcastle Ediciones. ISBN 9788494848049.

 

Cita recomendada

SÁNCHEZ-NAVARRO, Jordi. La invasión doméstica. COMeIN [en línea], enero 2020, no. 95. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n95.2007

 

 

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