El pasado mes de octubre, el cineasta alemán Werner Herzog visitó Barcelona para ofrecer una clase magistral en el marco del Serielizados Fest, el festival de series de televisión fundado por los creadores de la revista en línea del mismo nombre.
Werner Herzog es una de las figuras más fascinantes de la historia del cine de las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI. Su capacidad para generar debate sobre las formas en que la realidad y representación se contaminan en el cine moderno, sobre en qué consiste la creación y sobre los límites del propio empeño de hacer cine, alimenta el pensamiento sobre el medio cinematográfico desde hace ya décadas. Su vigencia como creador y pensador en imágenes no muestra signos de deterioro, del mismo modo que no decae su presencia como icono para los jóvenes que se acercan al cine desde el interés por el compromiso autoral.
Herzog y las series
A pesar de que Herzog no ha realizado ninguna serie de ficción, el Serielizados Fest decidió programar una masterclass suya entre las actividades del festival. La decisión no podría ser más acertada. Una figura como la del director de Aguirre, la cólera de Dios, El enigma de Gaspar Hauser o Nosferatu, vampiro de la noche no necesita mayor justificación para estar presente en un evento que celebra la creación y la cultura audiovisual, pero es que además su presencia puntual en breves papeles o simplemente cameos (a veces solo de voz) en algunas series tan celebradas como Parks & Recreation, Rick and Morty, American Dad o The Mandalorian lo ha convertido en un referente para esa nueva formulación de la cinefilia que son los amantes de las series contemporáneas.
Herzog en Serializados Fest
En el Serielizados Fest, Herzog habló sobre todo del proceso creativo, de cómo en su caso cine y vida se mezclan en una sola cosa y de cómo la creación cinematográfica debe partir de un profundo compromiso con lo que se quiere contar y en cómo debe contarse. La charla del cineasta alemán estuvo moderada por el documentalista británico afincado en Barcelona Justin Webster, director de series de no ficción como Muerte en León y El fiscal, la presidenta y el espía, y documentales como El fin de ETA, Gabo y Seré asesinado. Quizá por eso, la masterclass comenzó con una proclama: «Los hechos no constituyen la verdad». Para Herzog, la verdad en el documental no se construye exponiendo una suma de hechos ciertos, sino que emerge de la actitud del documentalista frente al propio medio. Hay una verdad cinematográfica que no tiene que ver con el hecho de que lo que se relata sea cierto. Del mismo modo que se puede mentir exponiendo hechos ciertos, se puede decir la verdad contando mentiras. En esto Herzog coincide con Jean Luc Godard, quien en una de sus frases más citadas dijo: «Si quieres hacer un documental, deberías automáticamente acudir a la ficción; y si quieres nutrir tu ficción, tienes que volver a la realidad». Para Herzog, el problema del cine, ya sea documental o de ficción, consiste fundamentalmente en encontrar las imágenes. De hecho, esto no es un problema del cine, sino que es un problema de la propia civilización, que en este momento carece de imágenes adecuadas para explicarse. En esas circunstancias, el cineasta debe partir en una misión: conseguir las imágenes precisas. Porque Herzog ve el cine como una misión, como dejó bien claro en su masterclass: «Soy un soldado del cine y solo aspiro a seguir siéndolo. Pero no en un sentido militar, sino en el sentido de tener una misión, un sentido del deber. Nunca me retiraré. Me sacarán de un rodaje con los pies por delante».
La misión del cineasta
La misión del cineasta debe contar con límites autoimpuestos: «Si eres cineasta, no ruedes más de lo necesario y rueda rápido. Cada toma podría ser la última que puedas hacer». Esa urgencia de Herzog por captar la imagen precisa de la forma más rápida posible se entiende porque su cine nace del riesgo: «Todas y cada una de mis películas podrían haber significado el fin de mi existencia burguesa. En todas he arriesgado mis propios recursos». Por otra parte, Herzog apuesta por rodar rápido porque lo que quiere encontrar no son imágenes pulcras o bellas, sino que busca imágenes vivas: «Huye del perfeccionismo y de la pulcritud. Detesto las películas que parecen anuncios. Fíjate en la trilogía de Apu de Satyajit Ray: no hay nada pulcro en ella, todo es vida». Los límites, sin embargo, no tienen nada que ver con lo que se puede contar. Frente a la idea extendida de que los y las cineastas deben hacer cine sobre aquello que conocen y dominan, Herzog adopta una posición beligerante en sentido contrario, rechazando la idea de que solo se puede hacer películas sobre un asunto si este te afecta, o sobre un colectivo si formas parte de él. «Yo puedo hacer películas sobre mujeres, y espero que todas las cineastas mujeres emergentes no hagan solo películas sobre mujeres. Espero que las hagan sobre hombres».
La clase magistral de Herzog
En el turno de intervención libre del público, una de las personas asistentes preguntó a Herzog cómo manejar las dudas que todo creador o creadora tiene frente a las posibilidades de la creación artística y cómo gestionar los miedos derivados de su idea del cine como riesgo. El autor de Fitzcarraldo fue tajante al respecto: «Duda y miedo no son palabras que estén en mi vocabulario. No tengo una trayectoria, jamás he planeado nada. Tengo un sentido del deber acerca de las cosas que debo contar y tengo muy claro cómo contarlo». La clase magistral de Werner Herzog fue una apelación constante a ese sentido de la responsabilidad y del deber del cineasta para explicar la verdad con imágenes de la forma más precisa posible, aunque también hubo espacio para los consejos prácticos –como esta regla de oro para cineastas: «Nunca hagas una película para ir a festivales. Hazla, envíala y si no la aceptan, monta tu propio festival»– o para la provocación: «Me pregunto si Twitter no es el espacio contemporáneo del haiku y si Donald Trump no ha sido uno de los grandes poetas de nuestro tiempo».
Citación recomendada
SÁNCHEZ-NAVARRO, Jordi. Werner Herzog: el cine como misión. COMeIN [en línea], noviembre 2021, no. 115. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n115.2174