La inteligencia artificial ha dejado de ser una tecnología o una problemática de nuestros tiempos, es ya una tautología que anula cualquier forma de reflexión crítica sobre la condición cíborg del humano actual. Es un ejemplo el protagonismo absoluto que ha tenido en la decimoctava edición del Mobile World Congress (MWC, 2024), celebrado en Barcelona este pasado febrero. El comportamiento del hombre tecnológico es un síntoma de que quien determina hoy nuestra identidad son las empresas tecnológicas y su extractivismo computacional (Gozalo Salellas, 2023; Sadin, 2020).
El valor de la información de actualidad es algo innegable. Ello hace que despierte interés tanto su control como la gestión de la agenda temática. En los últimos años, los hábitos de consumo informativo han cambiado y, en muchos casos, la tecnología y empresas que no son periodísticas han incidido en qué hechos conocemos y de qué manera nos informamos. Ahora la inteligencia artificial (IA) también entra en esta ecuación.
Indudablemente, habrás notado el surgimiento de narrativas inclusivas en cine, cómics y videojuegos, pero ¿quién está detrás de estas transformadoras narrativas? Este artículo viaja a través de la agencia de las mujeres profesionales en las industrias creativas contemporáneas, explorando cómo su influencia está redefiniendo la manera en la que percibimos y disfrutamos del arte y el entretenimiento.
Llegamos al final de año y proliferan las listas con el resumen de lo más destacado en todos los aspectos de nuestra vida. Listas de todo tipo, en todos los ámbitos. Tenemos realmente una relación curiosa con las listas, objeto de polémicas inacabables sobre qué queda dentro, qué fuera y por qué ese orden y no otro. ¿Por qué son tan populares las listas? En mi caso, mi relación con las listas es complicada, y a ellas dedico este artículo.
A mediados de 2023, la presidenta del Fondo Nacional de Innovación italiano y experta en políticas digitales, Francesca Bria, abogaba por una herramienta como Twitter, pero de base pública, abierta y plural. Ya entonces, los recientes cambios en la propiedad de esta plataforma, ahora denominada X, preocupaban y estaban comprometiendo los valores democráticos, la soberanía digital y el interés público según Bria en una entrevista en Frankfurter Allgemeine Zeitung.
En el libro titulado The Acceleration of Life in Digital Capitalism, la socióloga Judy Wajcman reflexiona sobre cómo la cultura digital ha transformado nuestra experiencia del tiempo. Nos brinda una estimulante discusión sobre la relación entre la aceleración de la vida, la presión del tiempo y el constante proceso de desarrollo tecnológico que caracteriza las actuales sociedades capitalistas digitales.
Con el comienzo del milenio, hablar de «nativos digitales» se volvió algo muy común para muchos. Con este concepto, Marc Prensky (escritor y orador estadounidense experto en educación) hacía referencia a una nueva generación de estudiantes que comenzaban a llegar a las universidades y que no se adaptaban bien al sistema educativo. El diccionario de Oxford retoma la idea de Prensky y define a los nativos digitales como quienes han crecido en la era de las tecnologías digitales.
En los últimos días del pasado noviembre, tuve el privilegio de participar en el evento Music Futures, organizado por el Área de Nuevas Identidades Musicales y Audiovisuales (ANIMA) con la coordinación de la experta profesional y académica Isabel Villanueva, en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC). Durante este encuentro, contamos con la destacada presencia de Gigi Johnson, experta analista de la transformación digital en el mundo de la música, quien dirigió el Center for Music Innovation de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y ejerció la docencia en la Herb Alpert School of Music de la misma universidad.
Las nuevas tecnologías no solo ofrecen un control inédito sobre nuestras vidas, sino que condicionan las conductas. La nueva fiebre contemporánea por las narrativas apocalípticas se diferencia de una tradición que es tan antigua como lo son la literatura, el cine y la radio por un hecho escalofriante: las formas apocalípticas actuales se producen en la esfera de lo real o, incluso, la superan mediante tecnologías como los videojuegos o la inteligencia artificial.
Hace pocos días, Michael J. Miraflor, experto en comunicación y branding, mostraba su malestar sobre la tecnificación de la industria publicitaria con este tuit: «Advertising used to be about big ideas, creating desire, and building aspirational worlds. Now it’s mostly about optimization, efficiency, and arbitrage. A lot of the industry is closer to finance than it is to creative at this point, but we’re loathe to admit it».