Se ha hablado mucho de cómo los sistemas de inteligencia artificial (IA) refuerzan los estereotipos y la discriminación, principalmente por los sesgos de género, raza u origen de los datos que usan y que se refuerzan con sistemas de aprendizaje automático. Un caso notorio fue motivo de debate en Amazon; el gigante tecnológico decidió dejar de usar su sistema de inteligencia artificial para la selección de personal pues descartaba a las mujeres, solo porque la mayoría de los informáticos hasta el momento habían sido hombres, lo cual ha influido en la forma en la que se usa la inteligencia artificial para la selección de personal en todo el mundo. Pero, ¿qué podemos decir del edadismo de la IA?