Kamala Harris no necesita presentación. A pesar de su singularidad, en su aspecto físico no es muy diferente de cualquier otra mujer profesional que puedas encontrarte en una gran ciudad de cualquier parte del mundo. Harris nació en Estados Unidos, en el seno de una familia intercultural de origen indio y jamaicano.
La capital andaluza acogió la última semana de junio el XV Congreso Español de Sociología, organizado por la Federación Española de Sociología en colaboración con el Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide. Esta nueva edición ha estado dedicada al estudio de la sociedad digital.
El informe Desigualdad digital y vejez: la brecha digital que todavía hay que cerrar analiza los datos más relevantes y actualizados sobre digitalización y gente mayor, y propone doce recomendaciones para reducir la brecha sociodigital en Cataluña. El estudio, coescrito por Mireia Fernández-Ardèvol, Sara Suárez Gonzalo e Isabel Sáenz Hernández, se puede consultar entero en la web del Consejo Asesor del Parlamento sobre Ciencia y Tecnología (CAPCIT) del Parlamento de Cataluña.
Brianna Janel una influencer estadounidense, se quedó encerrada dentro de su automóvil Tesla. El vehículo smart, proyecto favorito del empresario neoconservador de Silicon Valley Elon Musk, necesitaba actualizar su sistema operativo y decidió hacerlo mientras la tiktoker estaba en el interior. Durante la actualización del sistema, el Tesla Model 3 se cerró automáticamente sin permitir salir a su conductora. Al parecer, el automóvil le advirtió que no detuviera la actualización, pues no era bueno para los procesos que necesitaba realizar el sistema operativo del vehículo. Ella decidió quedarse dentro sin pensar, al parecer, en las posibles consecuencias.
Se ha hablado mucho de cómo los sistemas de inteligencia artificial (IA) refuerzan los estereotipos y la discriminación, principalmente por los sesgos de género, raza u origen de los datos que usan y que se refuerzan con sistemas de aprendizaje automático. Un caso notorio fue motivo de debate en Amazon; el gigante tecnológico decidió dejar de usar su sistema de inteligencia artificial para la selección de personal pues descartaba a las mujeres, solo porque la mayoría de los informáticos hasta el momento habían sido hombres, lo cual ha influido en la forma en la que se usa la inteligencia artificial para la selección de personal en todo el mundo. Pero, ¿qué podemos decir del edadismo de la IA?
Con el comienzo del milenio, hablar de «nativos digitales» se volvió algo muy común para muchos. Con este concepto, Marc Prensky (escritor y orador estadounidense experto en educación) hacía referencia a una nueva generación de estudiantes que comenzaban a llegar a las universidades y que no se adaptaban bien al sistema educativo. El diccionario de Oxford retoma la idea de Prensky y define a los nativos digitales como quienes han crecido en la era de las tecnologías digitales.
Los avances en robótica y en las tecnologías de automatización están cambiando rápidamente muchos aspectos de nuestras vidas. En el campo de la salud y la asistencia sanitaria, y en especial en la atención a las personas mayores, la utilización de robots es ya una realidad. Pero más allá del gran interés político, económico y social que despierta la robótica, la utilización de robots para el cuidado de personas mayores plantea importantes desafíos que afectan a las interacciones humanas basadas en la empatía, el cuidado mutuo y la interdependencia.
La representación en imágenes de las personas mayores en los medios de comunicación tradicionales y digitales no es precisamente inofensiva. Refleja las prácticas sociales, así como los prejuicios que podríamos tener sobre el proceso de envejecimiento y cómo es ser viejo (o vieja). Estas representaciones visuales permiten reflexionar sobre los significados de estas prácticas sociales y su impacto en las interacciones cotidianas que involucran a las personas mayores.
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