Empiezan las vacaciones. La cámara de fotos ni la coges, que con el móvil basta. Calidad de imagen excelente y cero problemas con el almacenamiento, que todo sube a la nube. La fotografía y el vídeo son prácticas cotidianas: ¿has contado cuántas fotos haces a la semana, o al día? Cuando visitamos lugares exóticos todavía hacemos más fotos.
Bruce Springsteen es uno de tantos que se hacen viejos, con la particularidad de que sus conciertos no pasan precisamente desapercibidos. Ahora que ya tiene 73 años, tanto la prensa como los tertulianos no dejan de comentar el mérito de estar en activo «a su edad». Una gesta, una proeza. Que si se cuida mucho, que si hace esto, que si hace lo otro. Y, por supuesto, también se deja caer algún comentario que recuerda que ya no salta tanto como en la última gira o que quizás sea la última vez que lo veamos en Europa.
El pasado 15 de septiembre se presentó el libro Indigenous Media Activism in Argentina. Publicado por Routledge en el marco de la serie «Media and Communication Activism. The Empowerment Practices of Social Movements», junto a la autora, Francesca Belotti, participaron tres comentaristas de prestigio internacional: Claudia Magallanes-Blanco (Universidad Iberoamericana Puebla, México), Amalia Córdova (Smithsonian Institution, Estados Unidos) y Salvatore Scifo (Bournemouth University, Reino Unido).
Encuentras unos periódicos viejos deshaciendo cajas y es imposible no fijarse en aquellas fotos retro de los anuncios. Los móviles y los ordenadores portátiles, tecnología punta muy asociada a la modernidad, envejecen mal. Lo vemos en unos anuncios de 1996 que introducen la oficina móvil. Era una equipación sofisticada y cara que se lanzaba al mercado en un momento en el que los móviles eran minoritarios. En España, la penetración era inferior al 10 %, es decir, había menos de 10 líneas de móvil por cada 100 habitantes.