La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha puesto en marcha una campaña para mejorar la calidad de la dieta de los niños y las niñas, mediante la estrategia NAOS. Con el lema de «Pon más héroes en tu plato y llena tu vida de superpoderes», la acción afirma tener como objetivo «fomentar una alimentación saludable y luchar contra la obesidad infantil promoviendo el consumo de fruta, verdura y legumbres, y el deporte».
En su libro The world without us, Alan Weisman, periodista y escritor, nos invita a un provocador ejercicio de construcción mental del futuro: «Supongamos que ha pasado lo peor. Que la extinción humana es un hecho consumado. Imaginemos un mundo del que todos nosotros hayamos desaparecido repentinamente. ¿Qué pasaría? ¿Daría el planeta un suspiro de alivio? ¿Nos echaría de menos? ¿Cómo sería ese mundo en el que ya no existiríamos como especie?».
Según el Manifiesto de 1999 de la International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA/UNESCO), «La biblioteca escolar proporciona información e ideas que son fundamentales para desenvolverse con éxito en la sociedad contemporánea, basada en la información y el conocimiento. La biblioteca escolar dota a los estudiantes con los instrumentos que les permitirán aprender a lo largo de toda su vida y desarrollar su imaginación, haciendo posible que lleguen a ser ciudadanos responsables». La realidad no es tan idílica.
La comunicación se define en su relación entre el pensar y el ser. En general, se pueden distinguir tres modos comunicativos que contemplamos en la acción política asociados a tres formas de posicionar la comunicación en esta relación y que responden a lo que se conoce como pensamiento conservador, progresista o pragmático. Este artículo está dedicado a la descripción del origen de esta relación entre comunicación y acción política.
Este no está siendo un año más para nadie. Para las bibliotecas tampoco. El pasado 24 de octubre celebraron su día internacional como la pandemia nos tiene acostumbrados: sin actividades presenciales, con aforo restringido, con libros en cuarentena, con geles hidroalcohólicos y mamparas en el mostrador de préstamo… Una celebración extraña, como todo lo demás. Sirva este sencillo artículo como pequeño homenaje a las bibliotecas y a las bibliotecarias y bibliotecarios que han seguido ahí, como siempre, al servicio de la ciudadanía, adaptándose y acompañándonos en estos tiempos tan difíciles.
Este 2020 se conmemora el centenario del nacimiento de Gianni Rodari, escritor, periodista, pedagogo y aún un gran desconocido para muchos lectores. Como comisario del Año Rodari por la Diputación de Barcelona, comparto las aportaciones principales en el ámbito de la creatividad y la educación por las que considero que su figura debería recordarse todos los años y reivindicarse cada día en las aulas.
El K-pop es un potente movimiento cultural de origen coreano basado en la música, pero que no se puede entender sin una estética visual, un trasfondo cultural (y de industria cultural) y un fandom global profundamente implicado. El K-pop trasciende la simple etiqueta de pop fabricado para adolescentes y ha adquirido sorprendentes implicaciones sociales e incluso políticas. Mi hija es fan total del género y, en parte por interés, en parte por exposición, me propongo darle una vuelta en este artículo. K-pop, in your area.
En 2020, la película de Robert Wiene El gabinete del doctor Caligari cumple cien años. Y los aniversarios redondos –más cuando alcanzan las tres cifras– son una invitación a festejar con intensidad. No es extraño, entonces, que un festival de cine fantástico de referencia mundial, como es el Sitges – Festival de Cine Fantástico de Catalunya, decidiera dedicar su 53 edición a la influencia y a la vigencia del primer gran clásico de cine fantástico y de terror.