La visita a Barcelona del afamado escritor estadounidense de ciencia ficción Ted Chiang, en el marco la cuarta edición del Festival 42, gozó de buena cobertura mediática a nivel local, no solo por su carácter de autor consagrado en su género, sino por algunas de las afirmaciones que dio tanto a medios de comunicación como en sus dos participaciones en las mesas del festival. Con esta segunda parte se completa la crónica de su visita, iniciada en un artículo previo.
En el relato Catching Crumbs from the Table –originalmente publicado en la revista Nature y luego incluido en la antología Stories of Your Life and Others (2002) como The Evolution of Human Science – Ted Chiang plantea una ficción especulativa en la que la ciencia humana ha sido superada por sistemas avanzados de llamados «metahumanos», dejando la labor científica relegada al mero ejercicio de interpretar y comunicar las conclusiones generadas por estas entidades. La reflexión que abre este pequeño cuento sobre la relación entre humanos y máquinas también ofrece un marco rico para pensar en el papel de las inteligencias artificiales (IA) y del humano en la creación artística.
«We need not be intimidated by the accomplishments of metahuman science. We should always remember that the technologies that made metahumans possible were originally invented by humans, and they were no smarter than we.»
Ted Chiang (Catching Crumbs from the Table, 2000)
La visita de Chiang se dio unos meses después de que su artículo «Why A.I. Isn’t Going to Make Art», publicado en el mes de agosto de 2024 en la famosa revista semanal The New Yorker, volviera a atizar el debate en el que han estado involucrados artistas y científicos de forma acalorada desde la popularización de las IA generativas (DALL-E, ChatGPT, MidJourney, etc.) en los últimos años.
De manera general, en este artículo Chiang argumenta que las IA no pueden crear arte auténtico porque carecen de la capacidad humana para tomar decisiones artísticas significativas. El autor compara los algoritmos con herramientas que operan sobre patrones existentes en grandes bases de datos, replicando estilos sin comprenderlos. Para él, el arte auténtico no se limita a la combinación de elementos, sino que implica intencionalidad, subjetividad y un marco humano para interpretar el mundo. Esta es una idea que el autor ya venía desarrollando en el ensayo titulado «ChatGPT Is a Blurry JPEG of the Web», publicado un año antes en la misma revista.
Debates sobre IA y creatividad
La visión de Chiang, a grandes rasgos, dialoga con el concepto de creatividad transformativa propuesto por Marcus du Sautoy en The Creativity Code (2019). Du Sautoy distingue entre creatividad exploratoria (experimentar dentro de un marco existente), combinatoria (fusionar elementos de diferentes marcos) y transformativa (cambiar los marcos mismos). Siguiendo esta clasificación, la postura de Chiang indica que las IA pueden operar en los primeros dos niveles, pero flaquean en la capacidad transformativa que sería intrínseca a la creatividad humana.
En contraste, algunos autores han respondido a las ideas de Chiang argumentando que su definición de arte resulta demasiado restrictiva. Por ejemplo, en «What Ted Chiang’s New Yorker Essay Gets Wrong About Art and AI», Jesse Damiani subraya que el arte ha adoptado formas radicalmente distintas a lo largo de la historia, desde la pintura sobre lienzo hasta la poesía digital. Para él, las IA no compiten con los humanos, sino que amplían su capacidad creativa. Por su parte, Matteo Wong, en «Ted Chiang Is Wrong About AI Art», añade que movimientos como el dadaísmo y el surrealismo incorporaron elementos de azar y automatización, desafiando la noción de que el arte debe ser completamente intencional. El reciente experimento realizado por el escritor Jorge Carrión y el colectivo Taller Estampa, sin embargo, ha puesto de manifiesto que, a diferencia del surrealismo, que buscaba explorar el inconsciente humano, la colaboración con las IA invita a las máquinas a participar en la narrativa y la construcción poética, abriendo nuevas posibilidades a lo que llaman escritura artificial.
Estos argumentos conectan con las ideas propuestas en Framers (2021), donde Kenneth Cukier y otros destacan la primacía de la capacidad humana para crear marcos interpretativos como base de la innovación. Si los humanos pueden definir los marcos y utilizar las IA para explorar nuevas posibilidades dentro de ellos, entonces estas no solo imitan, sino que co-crean bajo la dirección humana. El consenso emergente, más allá de posturas apocalípticas o integradas, parece posicionar a las IA más como una herramienta que como creadoras independientes. Aunque pueden generar obras que imitan el arte humano, los críticos como Chiang señalan que siguen careciendo del «toque humano», entendido como la experiencia subjetiva y la visión propia del mundo. Sin embargo, Damiani y Wong argumentan que esta visión ignora cómo la tecnología ha sido siempre parte del proceso creativo. Desde la cámara fotográfica hasta las IA generativas, estos artefactos han ampliado las posibilidades del arte sin restarle humanidad.
La postura de Du Sautoy también parece reforzar esta visión colaborativa al destacar que las IA pueden actuar como catalizadores de la creatividad combinatoria. Por ejemplo, explorando millones de combinaciones de colores, formas o palabras, o ayudando a los artistas a descubrir conexiones que no habrían considerado por sí mismos. Aquí, el ser humano nunca abandona su papel de framer que da sentido a las posibilidades ofrecidas por la máquina. En suma, la clave no está en si las IA pueden o no crear arte, sino en cómo los humanos eligen interactuar con estas tecnologías. Como en el relato premonitorio de Chiang, el desafío no es solo técnico, sino filosófico: ¿qué lugar daremos al ser humano en un mundo en el que las máquinas no solo imitan, sino también producen aquello que valoramos como profundamente humano?
Para saber más:
CARRIÓN, Jorge; Taller Estampa. Los campos electromagnéticos: teorías y prácticas de la escritura artificial. Caja Negra, 2023.
CHIANG, Ted (2023, 9 febrer). «ChatGPT Is a Blurry JPEG of the Web». The New Yorker, Condé Nast [en línia]. Disponible a: www.newyorker.com/tech/annals-of-technology/chatgpt-is-a-blurry-jpeg-of-the-web
CHIANG, Ted (2024, 31 agost). «Why A.I. Isn’t Going to Make Art». The New Yorker, Condé Nast [en línea]. Disponible en: www.newyorker.com/culture/the-weekend-essay/why-ai-isnt-going-to-make-art
CHIANG, Ted (2000, juny). «Catching Crumbs from the Table». Nature, vol. 405, no. 6786, págs. 517. DOI: https://doi.org/10.1038/35014679
CHIANG, Ted (2022). Stories of Your Life and Others. Tor Books. DOI: https://doi.org/10.54097/ijeh.v3i3.1015
CUKIER, Kenneth et al. (2021). Framers: Human Advantage in an Age of Technology and Turmoil. Dutton.
DAMIANI, Jesse (2024, 2 setembre). «What Ted Chiang’s New Yorker Essay Gets Wrong About Art and AI—and Why It Matters». Reality Studies [en línea]. Disponible en: www.realitystudies.co/p/ted-chiang-new-yorker-ai-essay-gets-wrong
DU SAUTOY, Marcus (2019). The Creativity Code: How AI Is Learning to Write, Paint and Think. 4th Estate. DOI: https://doi.org/10.2307/j.ctv2sp3dpd
WONG, Matteo (2024, 5 setembre). «Ted Chiang Is Wrong About AI Art». The Atlantic, [en línea]. Disponible en: www.theatlantic.com/technology/archive/2024/09/ai-art-ted-chiang-automation/679715/
Imagen de portada:
Portada de uno de los libros de Chiang. Fuente: Small Beer Press.
Citación recomendada
KULAEVA, Zarina; SÁENZ LEANDRO, Ronald. «Ted Chiang: «No es miedo a la IA ‘per se’, sino a lo que el capitalismo es capaz de hacer con estas nuevas tecnologías» (y II)». COMeIN [en línea], marzo 2025, no. 152. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n153.2525

Estudiante del doctorado de Derecho, Política y Economía de la UOC
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