Como parte de la denominada democracia participativa se han diseñado numerosas tecnologías muy sofisticadas basadas en internet, como el voto electrónico. Este sistema evoluciona reforzando su legitimidad a través de tecnologías como el blockchain, que permite verificar la transparencia del voto ciudadano. Gracias a internet se ha expandido la posibilidad de participar en el debate social de diversas formas, más allá de los sistemas habituales e históricos.
De la misma forma, en plena pandemia de COVID hemos visto el nacimiento de diversas apps para ayudar a la gestión del sistema sanitario. Con estas se puede pedir cita para la vacuna, certificados de vacunación y pasaportes COVID, necesarios para poder desplazarse por diversos territorios. Nuevamente gracias, internet.
Hasta aquí todo reluce en el universo de la red que nos permite mirarnos en el espejo de la tecnoinnovación y declarar «Barcelona es una ciudad avanzada». Siempre en comparativa con otras ciudades, por supuesto. De hecho, nuestra ciudad cuenta con grandes eventos que tienen como centro la innovación tecnológica, o lo que se entiende por ella. Por desgracia, ese espejo en el que nos miramos, y que nos refleja como una ciudad innovadora, es parecido al de la malvada reina del cuento de Blancanieves. Si lo rompemos, podremos observar las inequidades vinculadas a internet y, en concreto, al nacimiento de nuevas brechas digitales, que acompañan a la brecha original, que es la falta de conectividad de las personas vulnerables.
¿Cómo puede alguien ejercer la democracia participativa si no tiene conexión a internet? ¿Cómo podemos pedir cita para la vacuna COVID usando la app oficial de CatSalut si no tenemos dinero para pagar la factura del móvil?
Es parecido a tener que pagar un euro por beber agua de la Fuente de Canaletas, que es un monumento público. Estas son solo algunas muestras de las muchas dificultades que se vivieron en la pandemia de la COVID en su época más dura. Familias sin conectividad de calidad, escuelas sin los recursos necesarios para acceder a equipos informáticos, etc. Como ya se ha mencionado en numerosos debates, la pandemia solo consolidó las diferencias históricas entre personas y barrios.
¿Es justo tener en la ciudad las grandes ferias de las nuevas tecnologías al mismo tiempo que se presencian brechas digitales cada vez más asentadas? Las brechas son diversas:
- de género,
- económicas,
- por zona geográfica,
- por desconocimiento del uso de las tecnologías digitales,
- por edad,
- etc.
Sin Internet parte de la población queda excluida del futuro
Seguimos excitados por tecnologías sofisticadas como el blockchain, los NFT o el metaverso, que representan naves espaciales que viajan por escenarios de futuro próximos, al mismo tiempo que se excluye a parte de la población de dicho futuro prometedor. Mucho para pocos, poco para muchas.
Internet es un derecho: arranca la red comunitaria de Congrés-Indians
Fuente: Canòdrom - Ateneu d'Innovació Digital i Democràtica / Xarxa Oberta de Barris (XOB)
Por los motivos expuestos anteriormente, nacen iniciativas en la ciudad de Barcelona para luchar contra las brechas digitales. En una sociedad cada vez más conectada, internet tiene que ser un común digital abierto y accesible para todas las personas. Es por eso por lo que se pone en marcha Xarxa Oberta de Barris (XOB). Un proyecto que posibilitará el acceso a la red a personas con este derecho vulnerado en los barrios barceloneses de Congrés-Indians, Sagrera y Navas. Las solicitudes para formar parte se pudieron presentar hasta el 28 de febrero de 2022. La página web del proyecto nos explica que busca un internet más abierto y democrático.
«¿En casa os falta un ordenador para trabajar o hacer los deberes? ¿Tenéis dificultades a la hora de usar las herramientas digitales? ¿Conocéis a personas que no tengan un acceso estable a la red? Los derechos digitales son una extensión de los derechos humanos aplicados a la era digital. Es difícil imaginar un día a día sin móvil u ordenador con conexión a Internet en nuestras vidas. Aun así, todavía hay personas que tienen dificultades para acceder a las tecnologías más básicas.»
Así comenzó la búsqueda de personas para darles conectividad en su propio domicilio y así paliar las dificultades ligadas a la falta de acceso a internet: «Si sois familias con este derecho vulnerado o conocéis a personas en esta situación, solo hace falta que rellenéis este cuestionario. Os podéis apuntar hasta el 28 de febrero. El 31 de marzo se presentará el proyecto de forma pública en el Canódromo, así como las familias y unidades de convivencia que formarán parte de él.»
Buscando a las personas que carecen de conectividad
Fuente: eXO.cat / Xarxa Oberta de Barris (XOB)
eXO.cat y diversas entidades en Barcelona trabajan por la democratización de internet en defensa de un modelo de red basado en la colaboración a partir de las necesidades de la ciudadanía y de organizaciones sociales. Desde el Canòdrom – Ateneu d’Innovació Digital i Democràtica se quiere desplegar nuevos modelos de inclusión y empoderamiento digital que pongan a la ciudadanía en el centro. Por este motivo se promueve el proyecto para una red abierta para la inclusión, garantizando el derecho al acceso a internet y a la inclusión digital en este contexto de crisis sanitaria.
Barcelona sería una ciudad realmente de vanguardia si se pudiera publicitar como la primera ciudad europea sin inequidades ligadas al acceso a internet. Sería hermoso imaginar que los 73 barrios de Barcelona cuentan con infraestructuras digitales parecidas. Si esto sucediera, es seguro que otras ciudades replicarían el modelo. No porque tengamos confianza en los políticos; realmente lo harían porque de otra forma sería muy evidente que no están haciendo nada al respecto. Aunque sea por este motivo, vale la pena imaginar que esto pueda suceder. Lo que está claro es que, si esto no sucede, las entidades que trabajan por el derecho a internet como un derecho humano seguirán sin parar, como siempre, ante la mirada inmóvil de la sociedad del espectáculo californiano de la innovación.
La red será abierta y simétrica, o no la queremos.
Citación recomendada
FOGLIA, Efraín. Brechas digitales: proyecto Xarxa Oberta de Barris. COMeIN [en línea], marzo 2022, no. 119. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n119.2221
