Número 150 (enero de 2025)

Codiseño y diseño participativo en el ámbito de la salud y el bienestar

Lluc Massaguer

El pasado mes de diciembre se celebró Expanding the margins, un congreso internacional de investigación en diseño, organizado desde el Grupo de Investigación Mediaccions y los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. En este artículo hablaremos de una de las temáticas que se abordaron, la relación del diseño con la salud y el bienestar, y lo haremos surfeando aspectos como el codiseño, el diseño colaborativo, la escucha activa, los estigmas y la sensibilización.

Las contribuciones desde el diseño para la salud y el bienestar las aportaron Carme Ortiz Valer (Universitat Oberta de Catalunya), David Serra Navarro (Universidad de Girona) y Joan Vinyets Rejón (Hospital SJD) ponente de «La experiencia de paciente en el Hospital San Juan de Dios Barcelona. Caso de estudio de Design Thinking»; Oriol Ventura Rodà y Sheila Gonzalez-Mardones (Universidad de Barcelona) presentando «Diseño de una serie de artefactos sensitivos para la terapia de niños con Hemiparesia Congénita», y Anaïs Esmerado Martí (Asociación Ojalá Projects) y Amaya Martínez-Marco (ESDAPC - Escuela Superior de Diseño y de Artes Plásticas de Cataluña) exponiendo la comunicación «Diseño Participativo como herramienta para el bienestar social y la innovación educativa: más allá del espacio residencial».

 

 img-dins article-vizcaino114

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Momento del congreso Expanding the margins

Foto: Ainhoa Garcia Caruana (UOCLabs)

 

Los resúmenes de las contribuciones se pueden encontrar en la web del congreso enlazado antes, pero aquí queremos compartir aquellos aspectos que surgieron en el espacio de diálogo al final del panel, donde se pudieron compartir experiencias e inquietudes alrededor del diseño y de su papel en la salud y el bienestar de las personas.

 

Codiseño y diseño participativo

 

Mientras el diseño participativo involucra las personas usuarias en las diferentes etapas del proceso de diseño, lo cual los permite aportar ideas y retroalimentación, pero manteniendo el control final sobre las decisiones por parte del equipo de diseño, en el codiseño las personas usuarias y los diseñadores y diseñadoras trabajan conjuntamente como iguales durante todo el proceso, llegando a soluciones mucho más adaptadas a quién hará uso del producto, servicio o elemento diseñado.

 

En los últimos años, estos dos términos se están incluyendo en los procesos de diseño, pero a menudo, demasiado cerca del social washing. Es fácil ver proyectos que se definen como participativos, pero que lo único que hacen es contactar con las personas usuarias en un momento puntual sin después tenerlas en cuenta en la toma de decisiones de diseño, obviando su contexto, circunstancias y necesidades reales.

 

Tanto el diseño participativo como el codiseño, aplicados correctamente, pueden ayudar a mejorar la salud y el bienestar, siempre que se centren en las personas y creen vínculos entre ellas, desde un enfoque holístico y transversal. De hecho, la mejora no impacta únicamente en las personas usuarias, sino que lo hace en todos los agentes (médicos, terapeutas, familias, profesionales, estudiantes de diseño, escuelas, entidades sociales, instituciones...), que trabajan en equipo a partir de un compromiso con el proyecto, pudiéndose identificar todos ellos como parte del problema y, por lo tanto, también como potenciales agentes generadores de cambio.

 

¿Qué papel tiene el diseñador o diseñadora?

 

No es sencillo gestionar las acciones participativas entre todos los agentes de los que hablamos, teniendo en cuenta que provienen de contextos y perfiles muy diferentes. Si, además, tenemos en cuenta que la experiencia del paciente en el sistema sanitario o de las personas usuarias en las instituciones sociales tiene mucho margen de mejora, especialmente en los aspectos emocionales, la situación se complica.

 

Si entendemos al diseñador o diseñadora como figura que puede facilitar y mediar estas dinámicas participativas y de cocreación, creando un espacio dialógico entre todos los agentes, tiene que tener en cuenta varios elementos:

 

  • Tener una conciencia social real. Muchas veces los y las profesionales del diseño actúan desde el privilegio y es aquí donde aparece el social washing más duro.
  • Tener sensibilidad, empatía y comprensión, capacidad de observación y escucha activa. Tiene que aprender a dejarse afectar, hecho que no es nada sencillo, puesto que empatizar se hace difícil en contextos de vulnerabilidad, sea la que sea. Por otro lado, todos estos elementos son básicos para el profesional del diseño, pero no se suelen enseñar en las carreras de diseño. Hace falta reivindicar y potenciar la cooperación entre futuros diseñadores y diseñadoras y personas con situación de vulnerabilidad, sensibilizándolos con formaciones en el entorno social para entender el contexto y desestigmatizar a los colectivos.
  • Conocer el colectivo con quien se trabajará, situándose dentro de la organización, incorporándose a sus propias dinámicas. No se trata de venir de fuera, sino de encontrar su lugar en el engranaje institucional.
  • Tener en cuenta como se acerca al colectivo. La manera de preguntar, y qué se pregunta es muy importante. Si se hace desde el rol de salvador, sintiendo que se posee la verdad que solucionará los problemas, desde la superioridad, se huye completamente del diseño colaborativo y codiseño reales.
  • Tener la capacidad de empoderar y favorecer el sentimiento de pertenencia de los usuarios/pacientes con el proyecto.
  • Desaprender el clásico problem solving asociado al diseño para ir al problem finding. Preguntarse más allá de lo que conocemos, con la mente abierta i preparada para recibir inputs que puedan desmontar las ideas iniciales.

 

¿Cómo podemos mejorar, pues, el diseño social o, mejor dicho, como podemos conseguir dejar de decir diseño social para decir diseño y que la parte social ya se tenga en cuenta de manera transversal? Es trabajo de todos los agentes implicados, pero, sobre todo, de diseñadores y diseñadoras, que tengan la capacidad de incorporar a sus procesos la mirada y la voz de las personas usuarias, sus opiniones y propuestas, de manera real, para construir, conjuntamente, un diseño más coherente y enriquecedor socialmente hablando.

 

Para saber más:

UNIVERSITAT OBERTA DE CATALUNYA (2024). Congreso internacional de investigación en diseño. Expandiendo los márgenes. Designconferenceuoc.net. Abstracts de las contribuciones al congreso [en línea]. Disponible en: https://designconferenceuoc.net/wp-content/uploads/2024/12/document_conjunt.pdf

 

Citación recomendada

MASSAGUER, Lluc. «Codiseño y diseño participativo en el ámbito de la salud y el bienestar». COMeIN [en línea], enero 2025, no. 150. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n150.2507

diseño;  eventos;  gestión del conocimiento;  investigación;  comunicación y educación;