Existe un consenso generalizado en que las mujeres tenemos un problema de confianza en nosotras mismas y, desde los medios de comunicación, la publicidad y los manuales de autoayuda, se van lanzando mensajes de autoestima e imágenes de mujeres empoderadas para solucionarlo.
Llevamos un mes bailando/cantando/comentando/debatiendo sobre las canciones de Shakira («BZRP Music Sessions #53») y Miley Cyrus («Flowers»), básicamente porque el cotilleo no deja de ser una forma de hablar de una misma a través de terceras personas: qué harías tú en su lugar, qué le recomendarías a una amiga en un caso similar, cómo superaste una ruptura, qué nivel de celos y resentimiento eres capaz de acumular, qué estrategias de olvido-superación son más eficaces, con qué cara te presentas al trabajo con unos cuernos públicos y notorios…
A pesar de sus contextos, historias y estilos diferentes, las dos mujeres utilizan su música y letras para expresar un despecho amoroso sin victimismos, haciendo bandera de la autoestima y la confianza en sí mismas a través de las letras y su interpretación, repletas de alegatos a la autonomía personal, a no necesitar del otro, al valor personal, a la fuerza física y económica, mirando con desafío directamente a cámara y sin bajar la cabeza. Hasta la mismísima Gloria Gaynor («I will survive») le ha pasado a Cyrus el relevo como canción-himno de supervivencia amorosa por la vía de la autoestima: «Tu nueva canción lleva la antorcha del empoderamiento y alienta a todos a encontrar la fuerza en sí mismos para perseverar y prosperar. ¡Bien hecho, Miley!».
Si bien el arte y la cultura popular han sido medios históricos de construcción de estereotipos e imaginarios de género –princesas, amas de casa, madres y madrastras, brujas y doncellas, guerreras y mártires–, también son el espacio en el que estos se discuten y actualizan. Sin embargo, en el contexto en el que el feminismo es un elemento central de la agenda política y mediática y está en el centro de grandes movilizaciones y demandas sociales, también están a la orden del día su mercantilización vía femvertising y la creación de un arquetipo universal e inalcanzable de pureza feminista.
Empoderamiento y la cultura de la confianza
Muchos de estos discursos y representaciones del empoderamiento femenino tienen en común lo que Rosalind Gill (City University de Londres) y Shani Orgad (London School of Economics and Political Science) denominan «la cultura de la confianza», un sistema de valores que está jugando un papel clave en esta nueva visibilidad y celebración del feminismo. Las profesoras británicas llevaban una década observando que algo fallaba en los mensajes que desde los medios de comunicación y las redes se les lanzaba a las mujeres y lo han analizado en Confidence Culture (Orgad y Gill, 2022).
El texto de Gill y Orgad relaciona este auge de la confianza femenina en los movimientos sociales post-me too, pero también en el auge de la literatura de consejos y la autoayuda, una industria creciente en torno a la felicidad que, como utopía inalcanzable y en redefinición constante, pone el foco en los supuestos déficits personales que nos impiden conquistarla.
Las autoras proponen cinco ámbitos concretos desde los que estudiar la cultura de la confianza porque son los que concentran la mayoría de consejos y necesidades dirigidos a las mujeres: la confianza corporal (ama tu cuerpo, todas somos diversas, cambia el modo en que te ves), el lugar de trabajo (cómo construir y gestionar una carrera, cómo ser más asertiva, habilidades y liderazgo femenino), las relaciones íntimas (cómo complacer a los hombres, cómo complacerse a una misma, la confianza es atractiva), la maternidad (la doble tarea de ser una madre segura y tener la responsabilidad de educar a las hijas en la autoestima) y el desarrollo internacional (como el libro está muy centrado en el contexto anglosajón y europeo, este apartado se centra en la extensión de la cultura de la confianza a las mujeres del sur global a través de los discursos y acciones del humanitarismo y el desarrollo, la ayuda humanitaria, las ONG, el filantro-capitalismo).
Como absolutamente nadie puede estar en contra de tener autoestima y autoconfianza, las autoras evitan todo juicio moral para hacerse una serie de preguntas: ¿cómo y de dónde sale este nuevo sentido común?, ¿qué discursos, ideas, imágenes, prácticas la configuran?, ¿cómo son llamados a actuar los sujetos a los que interpela?
Aunque nadie escapa a la presión neoliberal por la productividad y la autoexigencia, los mensajes van dirigidos predominantemente a mujeres y niñas cisgénero: «What is striking is not only the similarity of the discourses, programs, and interventions proposed across diverse domains of social life but also the way in which features of an unequal society are systematically (re)framed by the confidence cult(ure) as individual psychological problems, requiring us to change women, not the world» (Orgad y Gill, 2022, p. 5).
Por nuestra parte, desde el sector educativo, creemos que es importante prestar atención al modo en que se ha entrado de lleno en este marco que relaciona el desarrollo de las mujeres con sus déficits de confianza: desde 2015, la celebración del 8 de febrero del Día Mundial de la Mujer y la Ciencia se basa en que «la falta de confianza de las niñas arruina sus carreras científicas».
Cualesquiera que sean los problemas o las injusticias que enfrentan las mujeres o las niñas, el diagnóstico implícito que se ofrece es a menudo el mismo: le falta confianza, para lo cual la solución propuesta es promover la autoconfianza femenina. Mientras que la confianza masculina se basa en términos de rendimiento y logro, la presión sobre las mujeres pasa por un cambio psicológico interno, corregir un déficit o una falla que exige trabajar íntimamente en una misma. Un trabajo eterno y sin fin, porque el objetivo es tan difuso como la esperanza.
Para saber más:
ORGAD, Shani; GILL, Rosalind (2022). Confidence Culture. Durham: Duke University Press. DOI: https://doi.org/10.1215/9781478021834
Citación recomendada
PUJOL OZONAS, Cristina. «La cultura de la confianza como nuevo culto mediático». COMeIN [en línea], marzo 2023, no. 130. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n130.2316
Profesora de Comunicación de la UOC