Bertolt Brecht se preguntaba «¿qué tiempos son estos en los que tenemos que defender lo obvio?», y a menudo pienso que estamos volviendo a esta cuestión. Me explicaré con más detalle a lo largo de este artículo, donde mezclaré opinión y visión de futuro con algunos datos extraídos del presente. Me sabe mal acabar el curso académico con una visión un tanto pesimista, pero nuestros tiempos, como decíamos, no parecen augurar un futuro mejor.
Sí, es lo que parece, se ve a primera vista y todos los expertos parecen apuntar a ello: se acerca una época oscura en Europa, donde la pospandemia y la guerra en Ucrania nos abocan a un crecimiento del conservadurismo que coquetea o que apoya claramente la ideología habitualmente definida como extrema derecha, sin entrar en discusiones claras sobre si es fascismo, franquismo o posfascismo. Si durante la crisis económica de principios de siglo las soluciones parecían pasar por recetas socialdemócratas y por cuestionar los statu quo (como, por ejemplo, el llamado régimen del 78), partiendo de soluciones de izquierdas, el péndulo parece inclinarse ahora hacia el otro lado, hacia recetas conservadoras que cuestionan el marco y contexto globales.
En el caso del Estado español, esta respuesta pasa por el crecimiento de un partido, VOX, que se formó a partir de los sectores más derechistas dentro del partido conservador hegemónico desde la transición, el Partido Popular. Mucho se ha escrito sobre las estrategias comunicativas de VOX en las redes sociales, pero en este caso querría reflexionar sobre un cierto uso y coqueteo claro con las teorías alternativas o negacionistas de varios de los aspectos de los que están haciendo bandera. Porque esto lo estamos viendo desde la pandemia, y porque no casualmente están aflorando determinados perfiles dentro de este partido que han crecido en influencia y presencia al cuestionar diversos aspectos relacionados con, por ejemplo, las vacunas o la COVID, como es el caso de Pons Torres, nuevo consejero de Cultura de Menorca.
Efectos de la desinformación
Esto es así. A menudo se nos pregunta a quienes nos dedicamos a estudiar la desinformación sobre cuáles pueden ser sus efectos. Hay dos visiones, siendo la primera la que se puede concretar en la famosa frase de Hannah Arendt: «Si todo el mundo siempre te engaña, la consecuencia no es que te creas las mentiras, sino que nadie creerá nada más a partir de entonces». Es decir, habrá una crisis de las instituciones, un aumento de la abstención y desconfianza ante la información oficial. En este caldo de cultivo, como dice Brian McNair, las noticias falsas desempeñan un papel importante. Pero hay una segunda visión, que considero incluso peor (y que se deriva de la primera), y es que afloren nuevas voces y se escuche por primera vez a quienes no se ha escuchado nunca, y esto es lo que parece tener lugar en Europa, el resurgimiento de la extrema derecha que no ha tenido poder en los últimos cuarenta años.
Y para más inri, en su discurso se dan combos, es decir, se mezclan elementos de negacionismo de género (todavía hay que defender que existe la violencia de género) y negacionismo lingüístico (en el caso del catalán como lengua única) con toques de negacionismo climático y de COVID, como se fundamenta en la bibliografía sobre el caso alemán. La estrategia es clara: decir lo que no dicen los demás sobre diversos aspectos, y dejar que cada negacionismo sea un cebo distinto. No estamos hablando de inmigración o nacionalcatolicismo, que sería lo típico. Estamos hablando de diferentes altavoces para captar a comunidades que no se hubieran acercado a argumentos clásicos de la extrema derecha.
En este sentido: ¿te sientes amenazado por el nuevo feminismo y no encuentras tu papel en este o formas parte de culturas incel? ¿La extrema derecha te atrae y ejemplifica su acción (políticas osadas de igualdad) y reacción (aumento del voto masculino en VOX)? ¿Te sientes amenazado por los sacrificios que habrá que llevar a cabo ante la emergencia climática? Pues hay un partido que te da tranquilidad y te dice que no es para tanto. ¿Consideras que la COVID cuestiona tus libertades individuales (cuando nos alejamos de la idea republicana de que tienes tanto derechos como deberes)? Pues hay un partido que niega la mayor para canalizar tu legítima (pero no científica) rabia. De tan fácil parece extraño que los demás no lo hagan. Por lo tanto, cuando hablamos de negacionismos, se dan vías de entrada para votantes desencantados y que encuentran una voz que les proporciona confort. Es nuevo, es diferente y no muestra ninguna vergüenza a la hora de mentir.
Y es en esta lógica en la que la ciencia se vuelve, de nuevo, fundamental. Ya dijimos que la ciencia tenía que convertirse en un nuevo eje en un mundo pos-COVID, y esto entrañaba una ventaja, pero también cierto riesgo. ¿Tiene sentido que la ciencia se convierta en un agente activo contra la extrema derecha? De hecho, diría que lo que no tendría sentido sería que no lo fuera, no se puede dejar este vacío por responder. Y esto no quiere decir necesariamente convertir al mundo académico en activista (legítimo en el caso de la emergencia climática), sino simplemente proporcionar nuevamente los argumentos para cuestionar los mensajes y argumentos de la extrema derecha.
Para finalizar, en este sentido, cabe apuntar una idea sobre el hecho de que la ciencia tenga que ser transparente y cambiar, como siempre, sobre la base de quienes cuestionan y ofrecen mejoras, pero también debemos hablar de que la ciencia ofrezca una imagen autocrítica, sí, pero sin ponerse en duda demasiado públicamente, ya que estos nuevos altavoces pueden desinformar utilizando lo que se pone en cuestión. Como escribe Lluís Codina en relación con la comunicación académica, hablemos de los problemas de la ciencia (que al fin y al cabo es una actividad humana), pero dejando claro que pese a los problemas con las citaciones académicas, con los científicos excesivamente prolíficos, con los problemas en la evaluación de los artículos, la ciencia sigue siendo el mejor de los sistemas, y lo será aún más cuanto más transparente y más abierta sea esta. Nos jugamos mucho en los próximos años.
Para saber más:
AGIUS, Christine; BERGMAN ROSAMOND, Annika; KINNVALL, Catarina (2020). «Populism, Ontological Insecurity and Gendered Nationalism: Masculinity, Climate Denial and Covid-19». Politics, Religion & Ideology, vol. 21, no. 4, págs. 432-450. DOI: https://doi.org/10.1080/21567689.2020.1851871
CASTRO MARTÍNEZ, Andrea; DÍAZ MORILLA, Pablo (2021). «La comunicación política de la derecha radical en redes sociales. De Instagram a TikTok y Gab, la estrategia digital de Vox». Dígitos: Revista de Comunicación Digital, no. 7, pág 67- [en línea]. Disponible en: https://roderic.uv.es/handle/10550/79826
CODINA, Lluís (2023). «La comunicación académica y sus descontentos». Anuario ThinkEPI [en línea], vol. 17. DOI: https://doi.org/10.3145/thinkepi.2023.e17a19
FALKENBACH, Michelle; GREER, Scott L. (2020). «Denial and Distraction: How the Populist Radical Right Responds to COVID-19; Comment on "A Scoping Review of PRR Parties’ Influence on Welfare Policy and its Implication for Population Health in Europe"». Int J Health Policy Manag[en línea], vol. 10, no. 9. DOI: 10.34172/IJHPM.2020.141
GELABERT, Martí (2023, junio). «Contrario al catalán, a la ley LGTBI y a las vacunas: así es el polémico consejero que dirigirá el Área de Cultura en Menorca». elDiario.es [en línea]. Disponible en: https://www.eldiario.es/illes-balears/politica/contrario-catalan-ley-lgtbi-vacunas-polemico-conseller-dirigira-area-cultura-menorca_1_10296512.html
LÓPEZ-BORRULL, Alexandre (2022). «Científicas y científicos, ¡no bajéis del escenario!». COMeIN [en línea], no. 117. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n117.2201
RAFFIO, Valentina (2022, abril). «De científicos a activistas: "No podemos actuar como si nada cuando el mundo se va a la mierda"». el Periódico de España, [en línea]. Disponible en: https://www.epe.es/es/espana/20220405/cientificos-activistas-actuar-mundo-mierda-13480908
Citación recomendada
LÓPEZ-BORRULL, Alexandre. «Cuando la ciencia no es el problema, sino parte de la solución». COMeIN [en línea], julio 2023, no. 134. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n134.2350